Confia en mi

No más preguntas.

Los gritos que salían del cuarto de Elle ya me empezaban a molestar, después de que Joseph definió su relación con Elle lo único que han hecho es tener relaciones, los entiendo que estén en una casi etapa de luna de miel pero me gustaba más cuando iban a casa de Joseph, por lo menos podía dormir tranquila no como hoy ya eran las doce y estos dos no paraban. Lance otro libro a la pared a ver si entendía que quería que se callaran, pero seguían concentrados en su mundo. Ya no aguante más, agarre mi chaqueta y fui a la calle, un café me vendría bien.

Cuando llegue al pequeño café el cartel de veinticuatro horas estaba prendido, entre y el lugar estaba vacío, solo había un borracho sentado en la barra con una gran taza de café y una mesera que parecía no haber dormido en días; pedí un café pequeño, comenzaría con eso todavía tenía toda la mañana para estar despierta.

“Buen lugar ¿no?” cuando levante mi cabeza de la revista que leía encontré a Matt sentado en la silla de al frente.

“¿Qué haces… acaso me estas siguiendo?” mi pregunta sonó un poco alterada, así que trate de calmarme.

“Sí, te vi saliendo del edificio así que te seguí para ver a donde ibas”

“Primero ¿Qué haces en mi edificio a estas horas?” cuando Matt me iba a responder llego la señora con mi café, cuando se fue le hice una seña para que siguiera hablando.

“Nuestro chofer está enfermo así que Joseph me pago para ser el suyo por esta noche, ¿siguiente pregunta?” Matt se acomodo en el asiento y cruzo sus brazos esperando mi cuestionario.

“Joseph se va a quedar a dormir ¿qué hacías tú esperándolo en la calle?”

“Me dijo que me quedara por si necesitaba ´suplementos´” no fue una buena idea tomar mi café en ese momento.

“¿Por qué me seguiste?”

“Ya te dije, para ver a donde ibas”

“¿De qué te serviría eso?”

“Molestarte”

“Que honesto” le dije sarcásticamente, me volví a concentrar en mi revista esperando a que se cansara y se fuera, después de unos minutos me exaspere que me mirara tanto “¿Qué quieres?”

“¿Por qué estás aquí?” Matt seguía con su sonrisa burlona, me supuse que ya él sabía por lo que pasaba.

“No puedo dormir gracias a tu hermano y mi amiga” le respondí desinteresada, mientras pasaba las páginas de mi revista.

“Me paso lo mismo hace unos días, pero tenía varios teléfonos de mujeres que amarían tenerme es sus casas, así que llame a una” lo mire asombrada, solo él podría decir algo así sin sentirse culpable.

“Felicitaciones, ¿necesitas algo más?” mi voz sonaba  tal cual como la quería, amargada y sarcástica.

“Tú eres la que necesitas algo” me dijo como respuesta, lo mire dudosa no sabía lo que eso significaba “Una casa en donde puedas dormir” me respondió finalmente.

“Pero no tengo ¿por qué crees que estoy aquí?” él ignoro mi pregunta y siguió hablando.

“Mi casa es grande” oh no ya sabía porque el comentario.

“Preferiría dormir en la basura” él se rio, yo seguí viendo mi revista.

“Si piensas que me quiero acostar contigo, pues no, solo estoy tratando de ser amable”

“¿Tú, amable?” me reí falsamente.

“Okey piensas lo que quieras, pero en mi casa hay camas de sobra, y no tienes que pagar nada” lo pensé un momento, aunque ya me había tomado el café todavía seguía soñolienta. Me pare de mi asiento y deje el dinero en la mesa.