Finalmente la tarde cayó frente a los ojos de Yerin y Taehyung.
La felicidad que ambos sentían era fuerte, intensa y les provocaba un miedo que nunca antes habían experimentado, pues no querían que acabase nunca, después de la corta separación que atravesaron en su relación estaban convencidos de que esa sería la última porque harían hasta lo imposible porque así fuese. No había necesidad de buscar el amor en alguien más porque en la figura del otro ya lo habían encontrado y deseaban que así fuese para toda su vida.
Después de un rato de estar en el balcón, Taehyung tomó la mano de Yerin y la entrelazó con la suya para darle la espalda a la vista que tenían y adentrarse a la habitación, la chica suspiró profundamente.
Se sentía enormemente agradecida por tres factores, el primero porque gracias al apoyo que sus amigos le ofrecieron había podido aprobar el semestre con un buen promedio, el segundo porque su lesión había progresado bastante bien por lo que le habían quitado ya la férula y había dejado de usar las muletas, y el tercero que consideraba el más importante, era el haber conseguido arreglar las cosas con Taehyung, porque le habría resultado una pena perder al amor de su vida siendo éste ajeno de lo que le habían contado.
―En cuanto terminemos nuestras carreras pienso pedirte matrimonio ―contó Taehyung, interrumpiendo los pensamientos de Yerin, ésta lo miró sorprendida, el chico se posicionó frente a ella― Si tú también te ves conmigo, claro está.
―¿Estás seguro? ―preguntó Yerin con calma, un deje de emoción se asomó en su voz, Taehyung asintió.
―Por supuesto que estoy seguro ―Taehyung acunó la mejilla de Yerin en su mano― Eres la mujer con la que quiero pasar el resto de mis días sin duda alguna.
―Eres el hombre de mi vida, Taehyung ―Yerin le sonrió sintiéndose plena.
Esa promesa debía de ser sellada de una manera especial y ambos lo supieron, ahí uno frente al otro, con sólo mirarse a los ojos.
Taehyung se inclinó hacia Yerin para unirse en un beso, un beso lento que a su vez comenzó a tornarse pesado, agitando las respiraciones de ambos, querían sentirse como hacía tiempo lo habían hecho, Yerin llevó sus brazos atrás del cuello de Taehyung y éste la tomó de la cintura pegándola más a él, retrocedió varios pasos hasta llegar al borde la cama, Yerin interrumpió el beso para empujar a Taehyung al colchón de manera juguetona, dejó salir una fugaz risa que desapareció en cuanto Yerin se subió a su regazo, la chica se colocó el cabello a un lado, permitiéndole a Taehyung el acceso a su cuello.
Volvieron a besarse con más desesperación en cuanto Yerin se deshizo de la playera de Taehyung, el chico comenzó a desabotonar la blusa de su novia lentamente, aunque ya estaba perdiendo el control, quería hacer las cosas de una manera en la que pudiera recordar absolutamente todo muy bien, Yerin se alejó de él para que Taehyung pudiera deslizar la blusa por sus brazos con facilidad, el joven la miró con deseo, le había bastado tenerla lejos una sola vez para saber que la necesitaba aún más que antes, Taehyung se humedeció los labios con la punta de su lengua y volvió a atacar su boca, Yerin sintió el calor en su vientre más intenso que antes cuando Taehyung atrapó su labio inferior entre sus dientes.
―Te amo ―susurró apartándose de él para morder ligeramente el lóbulo de su oreja y trazar besos por su cuello.
Taehyung cerró los ojos, apretando sus manos en la cadera de Yerin.
―Yo también te amo.
Pronto el calor corporal de ambos se reguló con el sudor de sus cuerpos bajo las sábanas, se habían amado por cuatro años, y si las cosas se daban a su favor lo harían por el resto de sus vidas.
fin
