07.

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Luego de que mandaran a Yerin a triage , finalmente le habían dado el pase con un traumatólogo, quien después de hacerle un chequeo la mandó con un radiólogo.

Ahí mismo en urgencias les habían proporcionado una silla de ruedas, aunque la verdad era que Taehyung estaba tan preocupado que ni siquiera sentía el peso de Yerin, la castaña todavía tenía el dolor tan latente pero intentaba mantenerse fuerte y serena ante su ex novio.

Acostada sobre una camilla, pasaron a hacerle una radiografía, fue algo tan sencillo y rápido, que Yerin no se dio cuenta cuando el radiólogo salió de la habitación. Taehyung se acercó a ella.

―¿Cómo fue que te caíste? ―quiso saber.

―Venía cantando con Rowoon ―contó Yerin, después de unos segundos se dio cuenta de que debió de haber omitido aquella parte, pues el semblante de Taehyung se endureció― Y bueno, me resbalé con un líquido que había en el suelo, supongo que alguien derramó su bebida y me caí. Ni siquiera sé cómo fue, sólo ya estaba en el suelo.

―Todo allá estaba hecho un desastre ―Taehyung reprimió el impulso de tomar la mano de la joven― No hubo una buena organización, ya estaban mezclando todas las bebidas y quién sabe que tenían.

Yerin suspiró.

―Yo no quería ir en primer lugar, quizás ya presentía que esto me iba a pasar. Debí de haberme hecho caso.

―Yo tampoco quería ir ―Taehyung miró hacia la puerta, donde entró el radiólogo con un sobre tamaño oficio en sus manos.

Después de la larga explicación de la lesión que había sufrido Yerin y de despejar sus dudas, Taehyung se separó de ella por unos momentos para ir a la tienda ortopédica del frente y poder comprarle una férula y unas muletas. Yerin había sufrido una fisura del peroné, lo que significaba tener la pierna inmovilizada de entre 3 a 6 meses, dependiendo de su sanación y otro montón de factores.

De camino a casa, la chica iba totalmente desanimada, no llevaba ni un día lidiando con esa lesión pero ya la detestaba.

―¿Te sientes mal? ―inquirió Taehyung, mirando a Yerin de reojo.

No lo iba a admitir, pero parecía que a él le dolía más que Yerin estuviera así, que a ella misma, aunque la realidad era que ambos se sentían afligidos de igual manera.

―Tengo que guardar reposo por mucho tiempo ―Yerin torció los labios con preocupación― No sé que pasará con la Universidad.

Aunque Taehyung detestara lo que iba a decir, tenía que sumarle opciones a la chica y no restarle, intentar hacerla sentir mejor al menos. Era una pena que se hubiese caído y sufrido una fisura, pero tampoco era el fin del mundo y ambos lo sabían a la perfección.

―Puedes decirle a Rowoon que te eche una mano con eso ―dijo aclarando su garganta― Si tienes algún otro amigo o compañero de confianza, no creo que los profesores no entiendan tu situación.

―Eso es cierto ―Yerin asintió― Sólo espero no causarle molestias a Rowoon.

―No creo que se sienta molesto con tu presencia, para serte franco.

El tono que Taehyung empleó al decir aquello hizo sonreír a Yerin inconscientemente. Estaba celoso.

―Yo también...

―¿Puedo poner algo de música? ―interrumpió el castaño, molesto.

Yerin volteó su rostro hacia la ventana para suprimir una sonrisa.

―Claro.

El trayecto no había sido incómodo para ninguno de los dos, después de la pequeña muestra de celos de Taehyung, las cosas volvieron a la normalidad con rapidez.

Él cantaba en un tono bajo con su voz ronca y Yerin todo el camino llevó los ojos cerrados, dejándose deleitar por el canto de su ex novio, se sentía adormilada y en paz, como hacía días no se sentía, sabía que era por la compañía de él y porque el antiinflamatorio le había quitado el dolor, pero aún así, quiso permanecer así por un tiempo más largo.

La camioneta se detuvo y Yerin abrió los ojos con pesar.

―¿Llegamos? ―preguntó con un deje de decepción en la voz.

―No ―respondió Taehyung, mirándola a los ojos y sonriéndole como si fuesen buenos amigos― Me detuve a recargar gasolina, puedes dormir otro rato si quieres.

―No dormía ―Yerin se rió, viendo la gasolinera con claridad― Te escuchaba cantar.

Si en ese momento Taehyung no se hubiese bajado del vehículo, Yerin abría visto el sonrojo que le causaron sus palabras.

―Debería odiarte y no amarte ―se dijo, volviendo a cerrar los ojos.

―Estaré bien ―aseguró Yerin a sus padres.

Taehyung estaba parado al costado de su cama después de haberla cargado hasta su habitación para que descansara, tenía sus manos detrás de su espalda y parecía cohibido.

―Gracias por traerla, hijo ―habló el padre de Yerin, el señor le tenía un gran cariño al chico.

Siempre se había comportado a la altura para ser digno de salir con su princesa, la señora Jung también lo apreciaba mucho.

―A propósito de todo esto ―la señora Jung miró a ambos chicos, los dos pasaron saliva― ¿Traías tanto dinero para la consulta, la radiografía, los medicamentos, la férula y las muletas?

Yerin se apresuró a negar todo.

―No ―dijo mirando a Taehyung― Él lo pagó todo, se negó a tomar el dinero que yo traía, incluso le puso gasolina a mi camioneta de su propio bolsillo, que bueno que lo mencionas madre, quizás sí quiera tomar tu dinero.

―Por supuesto que no ―Taehyung se negó sin dejar esa línea de respeto― No tomaré nada. Cuando las cosas se hacen con el corazón, uno nunca espera nada a cambio.

―Lo entendemos, muchacho ―el señor Jung le sonrió, sacando un par de won de su billetera― Pero ha sido mucho dinero, no podemos dejar que tú lo pagues, incluso aunque ustedes todavía fueran novios, no es tu obligación.

―Aprecio mucho a su hija, señor ―el joven no dejó de sostenerle la mirada a su mayor― Sólo quería que estuviera bien, el dinero es lo que menos me importa. Créame.

―Al menos déjanos compensarlo con algo ―suplicó la señora Jung, con ese tono de voz tan dulce que la caracterizaba.

―Prepara una cena mañana, madre ―pidió Yerin, mirando a Taehyung de una manera tan intensa que él jamás había visto― Me debe una charla y quizás con eso puedas compensarlo.

Taehyung se giró para verla.

―Si no te molesta, te pediré un uber ―le dijo la chica― Estoy muy cansada y quiero dormir.

―No hace falta ―acotó― Yo ya me voy, que te recuperes pronto. Buenas noches, señor y señora Jung.

―No te olvides de venir mañana ―recordó Yerin cuando Taehyung se encaminaba hacia la puerta, el chico se detuvo sin reparar en ella― Lo digo en serio. Aquí te espero.

―Nada de uber ―habló el señor Jung, sacando las llaves de su auto― Yo te llevaré a casa, hijo.

Por Perro. 『Kim Taehyung + Jung Yerin』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora