☆GANADORA de los premios Wattys 2020 en la categoría de Ciencia Ficción.
☆DESTACADA en el perfil oficial de CienciaFiccion.
~Selecta para las listas de lectura del perfil oficial de Ciencia Ficción en Español.
En este mundo distópico, donde un viru...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hace unos cincuenta años un virus experimental diezmó la población mundial masculina.
En principio aquella pandemia, que afectó a los varones causando su muerte inmediata, generó caos, seguido de un gran temor por la extinción de la raza humana. Pero, grupos de renombrados científicos, en especial genetistas —convocados por los gobiernos mundiales— impartieron paz al implementar un plan de emergencia para repoblar la tierra.
Los varones sanos, inmunes al virus, fueron reclutados con el fin de convertirse en donantes de esperma, para asegurar de este modo la continuidad de la especie. La fecundación fue controlada. Las candidatas a la maternidad sólo podían ser inseminadas con embriones femeninos, para evitar el contagio, guardando los masculinos como una reserva necesaria.
El tiempo pasó.
La población predominante estaba constituida por mujeres y ¿qué creen? Las cosas no iban tan mal. La sociedad comenzó a tornarse mucho más igualitaria y pacífica. El crimen, violaciones, homicidios, se redujeron de forma considerable. Los femicidios eran nulos y la violencia de género había pasado a la historia.
Las féminas que estaban en el poder, nuestras gobernantes, vislumbraron el cambio como algo positivo y tomaron una decisión radical, un acto extremo en pos de perpetuar la paz, el cual contó con el apoyo del 80% de la población mundial: el exterminio total de la especie masculina, a quienes consideraban una amenaza latente.
Quienes estuvieron en contra de esta determinación constituían una fracción ínfima, ya que mayoría abrazó el cambio por lo que, poco a poco, sus voces de protesta se acallaron.
Así que, en resumen, la sociedad en la que vivimos es exclusivamente femenina, y en este mundo de solo Evas es donde mi historia comienza.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.