mesa para siete.

p r i m e r o.

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— ¡POR LA PUTA MADRE, NIÑOS, BAJEN DE UNA VEZ QUE LOS TAMALES NO VAN A ESTAR CALIENTES POR SIEMPRE!

HoSeok bufa y baja de las escaleras, encontrándose con MinSuk, su mejor amiga de la primaria que, al reencontrarse y verse igual de desamparados, decidieron vivir juntos y apoyarse entre sí como siempre lo hacían de pequeños. le regala una leve sonrisa.

— ¿están despiertos ya? ¿o quieres que les tire la rata de juguete que compré? —MinSuk sonríe amablemente e inocente.

el castaño palmea el hombro de la rubia riendo. — ya están despiertos, solo que demoran demasiado en alistarse. —se cruza de brazos, viendo que la mujer frente a él tampoco estaba lista para el trabajo, niega con la cabeza.— por cierto, perdón por tanto grito.

MinSuk carcajea. — ¡lo dices como si no estuviera acostumbrada! ay Hobi, descuida.

— segundo por cierto, ¿no deberías ya irte al trabajo? sigues en pijama.

— ¿es tan tarde? —la rubia busca con la mirada el reloj de pared.

— tu horario empieza antes de que los niños vayan a la escuela.

HoSeok ríe fuerte por la cara de su amiga, parece que se le salió el alma. — ¡por el bigote de mi abuela, es cierto!

mientras la chica sale corriendo a su habitación, un NamJoon ya listo y bien peinado por su hermano mayor, SeokJin, se presenta ante su madre.

— ya estoy mami. —sonríe mostrando sus bonitos hoyuelos, heredados de HoSeok, obvio, porque del cara de mostro de su padre nunca.

— muy bien hijito, ve a comer rápido, tenemos que irnos.

el pequeño castaño asiente y va corriendo a su sitio en la mesa que ya tenía colgada su mochila en el respaldar.

los segundos en bajar son los mellizos, YoonGi y SeokJin, los dos igual de responsables y protectores, los ejemplares hijos mayores.

— mamá, ya peiné a los niños pero esos babosos tardan en bajar porque JeonGguk no le quiere dar el zapato izquierdo a JiMin. —SeokJin informa y sigue a YoonGi hacia la mesa.

— por un demonio, ¡Jung JeonGguk, llegaremos tarde! —el Jung mayor grita y corre escaleras arriba.

abre la puerta de la habitación de los niños y ve a su Minnie llorando enojado mientras Ggukie está sobre la cama, tiene su pie en el pecho del otro empujándolo para que no suba y no pueda conseguir su zapato.

— ¡JeonGguk! ¡dale su zapato a tu hermano ahora!

al parecer no había escuchado el grito anterior, pero este sí que lo escucha así que asustado le regresa el calzado a su hermano mayor y baja de la cama rápidamente para ponerse los suyos.

— ay señor, Jesús y todos los santos, denme paciencia para no sacarle la cabeza a estos niños. —HoSeok ruega en "voz baja", mientras le limpia las lágrimas a su hijo cachetón quien traga saliva al escuchar lo que dice su madre.

porque si bien HoSeok es la mejor mami del mundo, también es al que más debes tener miedo.

— vamos niños, desayunen rápido. —Hobi ordena y los pequeños corren escaleras abajo.— ¡y una cosa más, Gguk, si vuelves a demorar por hacer tus diabladas, te juro que te lanzo el zapato por la cabeza! ¿entendido?

el de ojos grandes asiente rápidamente y se sienta en su lugar. HoSeok suspira y hace lo mismo.

al terminar de desayunar, la madre manda a los niños a cepillarse los dientes y a despedirse de MinSuk, quien iba horriblemente tarde al trabajo.

el castaño mayor coloca las mochilas correspondientes de cada retoño en sus espaldas y van caminando, casi corriendo, a la escuela.

  🌙.

un galante rubio alto y con hermosas facciones se encuentra algo preocupado el día de hoy.

¿dónde está HoSeok? siempre llega muy puntual al trabajo, sin embargo han pasado casi quince minutos de su hora de entrada y él no ha llegado aún.

¿y si le pasó algo? ¿si se rompió el tobillo? ¿si se quemó su casa o algo peor?

TaeHyung está a punto de tomar una bolsa de papel y empezar a hiperventilar, pero no sucede ya que justo un HoSeok agitado y despeinado entra por las puertas del edificio.

quita su semblante preocupado y lo cambia a uno serio. como buen gerente estricto de la empresa, que no se anda enamorando de cualquier persona con lindas mejillas y esponjoso cabello, que debería ser.

el rubio carraspea su garganta y se acerca al hombre que casi se está muriendo por haber corrido exactamente cuatro cuadras desde la escuela. — señor Jung HoSeok, ¿a qué se debe esta tardanza?

el aludido tose y recupera el aliento. — disculpe jefe, tuve un percance en el colegio de los niños, si no hubiera sido por eso yo hubiera llegado justo en la hora, cuánto lo siento, no volverá a suceder.

y es en serio, tenía media hora para poder ir tranquilamente caminando hasta la empresa (la cual queda no muy lejos de la escuela), tomar un latte en la cafetería del edificio y empezar con la limpieza diaria. pero no, tenía que llegar la vieja horrorosa esa de las cuotas mensuales a cobrarle lo de la junta para comprarle un regalo de cumpleaños al tutor de JiMin, con insultos y todo incluído.

y bueno, los primeros veinte minutos fueron de pelea a jalonazos de cabello e insultos y los otros diez fueron con el guardia de la escuela tratando de calmarles. HoSeok no es un problemático, pero la situación lo ameritaba.

TaeHyung asiente, ablandando su expresión. — es admirable lo que hace por sus hermanos menores a falta de sus padres, señor Jung. empiece con su trabajo y no se preocupe, dejaré pasar esta falta.

Kim se acerca con una sonrisa leve y le palmea el hombro para luego irse a su oficina. HoSeok está confundido, lleva más de dos semanas trabajando y, ¿el señor aún no se entera de que son sus hijos? bueno, qué importa, eso significa que el señor JooHeon cumplió en ser discreto.

arregla su cabello disimuladamente y pasa saludando a la chica de recepción. va hacia el cuarto de conserje y se cambia al uniforme correspondiente, tomando su carrito de limpieza con todo lo que necesita para empezar con su trabajo.

— ★ —

alo, criaturas.
tengo muchas ideas para este fic, so, estaré actualizando casi seguido (creo)
quiero decirles que quizá toque temas algo delicados, por lo que voy poniendo advertencia. ¡!

si ven algún error o incoherencia, háganmelo saber, espero les esté gustando.
nos leemos, xao*°•.