《- Segunda vez.》

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La puerta de la habitación se abrió lentamente, el pequeño rubio no quería saber nada de nadie, así que ni se molestó en mirar quién era.

Sabía que era tarde, habían pasado horas, escuchaba los murmullos que soltaban los mayores fuera de la habitación, sabía que Jungkook lo amaba, pero también necesitaba el respeto y la paciencia que merecía como su novio.

Sus orejas seguían rojas, su nariz aún moqueaba, y aún estaba triste por lo que había pasado ya hace algunas horas.

Tae sintió los pasos cortos y suaves que arrivaban de aquella persona.
Su cuerpo se calentó al notar que era el olor de su amo, que se había acostado a su lado y arropando su espalda con su cuerpo.

Las ganas de llorar en el volvieron, le ardían los ojos, pero estos querían seguir soltando lágrimas.

- ¿Qué haces? - Susurró en un tono triste y con una voz ronca.

- Sólo duermo - Acto seguido besó la oreja del menor y se acomodó en sus pequeña espalda, repartía besos por ella y al rubio le gustaba mucho sentir de nuevo ese afecto.

Subió de nuevo, pero esta vez, Tae se giró y lo vió ahí sobre él; con una mirada dulce acompañada con una sonrisa triste.
Los cabellos del menor se habían hecho hacía atrás y se podía ver su linda frente relucir, sus ojos estaban rojos, pero aún así se veía muy lindo.

- Te amo... - Susurró Jeon. El menor se sonrojó y soltó algunas lágrimas.

- Sabes que nunca te cambiaría, el no me interesa, nunca lo ha hecho - Acarició la frente del chico y este cerró los ojos ronrroneando.

- Está bien, amo. Sé que mis celos son estúpidos, pero no quiero que nadie más te toque... - Alzó una mano y empezó a acariciar la cara de su mayor, tomó su nuca y lo acercó lentamente a su boca, Jeon sonrió antes de besar esos labios que lo volvían tonto. Metía sus manos por dentro de la camisa del menor, haciéndolo jadear y fascinar su oído con los susurros que soltaba.

- Amo... - Gimío en medio de un beso.

Jungkook deslizaba lentamente sus labios con los del opuesto e introducía lentamente su saliva, exploraba la boca de su minino y acariciaba los pezones de este.

El menor pasó de poner sus manos en el cuello de su amo, a masajear lentamente su espalda cada vez que lo hacía gemir, acariciaba su sedoso cabello y abría los ojos de vez en cuando para ver lo guapo que era.

- ¿Podemos? - Preguntó Jungkook masajeando las piernas del menor.

- Esperaba a que lo dijeras. - Siguió con el beso, que se había vuelto aún más intenso, el calor que emanaban los había distraído del frío que estaba haciendo esa noche.

Las luces de los faroles iluminaban insignificantemente la habitación, la luz era la indicada para que ambos vieran sus rostros, colores amarillos y naranjas resaltaban en la cara del pelinegro.

Las manos de Tae se condujeron hacia el principio de la camisa de Jungkook y este no se negó a quitársela. Se detuvo un minuto para ver al hermoso chico con cara inocente que le había pedido tener sexo, disfrutó tanto la vista que su erección le dio una punzada.

- Mmnh... - Se quejó el mayor al ver como Tae se posicionaba al nivel de su pene y lamía el pantalón mirándolo con deseo.

¡Gatito! 🔞 ◇◇◇ KOOKTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora