Decir que no llevaba mucho deseando aquello sería mentir.
Ukai andaba loco por el profesor desde hacía meses, si bien no sabía decir en qué momento exacto había empezado a sentir aquello por él, sí recordaba el momento en que se decidió a lanzarse a por él. Y ahora, ahí lo tenía por fin, bajo su cuerpo, estrecho y caliente, disfrutando de dejarle entrar.
Por su parte, Takeda no se sentía menos emocionado con aquello. Había estado nervioso y desubicado durante las últimas semanas, desde que Ukai había empezado a rondarle como algo más que un amigo, pero ahora en ese preciso instante se sentía deseado, respetado y sobretodo amado, o así lo sentía él.
Aquella era la primera vez de ambos juntos, claro que no por separado, pero aún así Ukai estaba siendo delicado y cariñoso, sobre todo cariñoso. Le había desvestido despacio, como quien, tembloroso, desenvuelve un regalo muy preciado y valioso. Le había llenado la boca, la cara y el cuello de besos, y le había agarrado entre sus brazos envolviéndolo con ternura y haciéndole sentir protegido de todo lo malo que le pudiera ocurrir jamás.
Para Takeda era aquella una emoción tan embriagante que, sin planearlo, de entre sus labios se escaparon, en forma de murmuro, esas palabras que tanto significado habían ido tomado en su interior y ahora se atrevían a salir.
—Keishin, te amo.
Entonces Takeda se aferró a su espalda, gozando de sentirlo dentro, con unas ganas irrefrenables de llevar aquello hasta el final, pero tal cosa no ocurrió.
Tras unos cortos segundos en los que Ukai parecía asimilar lo recién escuchado, su cuerpo se detuvo, bruscamente salió de su cuerpo y se apartó.
Le miró fijamente sin decir nada, tampoco Takeda se atrevía a añadir algo; no sabía cómo interpretar aquella mirada. No había felicidad, ni deseo ya, no sabía lo que era, pero sabía al menos lo que no era.
Acto seguido Ukai se puso en pie, se metió en sus pantalones y, sin abotonoralos siquiera, agarró sus zapatos y salió de la habitación. Takeda se quedó allí tumbado tal y como le había dejado y desde su colchón escuchó la puerta del apartamento dar un portazo.
Se había ido.
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PERDÓN DOS VECES [UKAIXTAKEDA]
FanfictionPedir perdón siempre es difícil UKAI X TAKEDA