La una de la madrugada se dibujaba en el móvil de Natalia,la qual estaba sentada en la cama con la mochila en mano.
Había tenido que hacer acto de presencia en la mesa para cenar, queriendo encerrarse en la habitación.
No quiso probar casi un bocado de esa comida,esa mujer no cocinaba nada bien des de que había entrado por la puerta de esa casa hace muchos años.Sin embargo al padre de Natalia se enamoraba de aquella comida asquerosa y le daba siempre un beso en la mejilla,cosa que a la pelinegra no le gusta nada.
Decidió levantarse de la cama sin hacer ruido y empezar a abrir la puerta de su habitación con pasos muy pequeños y intentando ser silenciosos.
Al bajar las escaleras tuvo q hacer un esfuerzo por no caer,ya que no había luz y costaba enfocar la vista.
Al llegar a bajo no se dió cuenta y pisó algo,que hizo que la chica cayera hacia tras y se escuchara un sonido fuerte por toda la casa.
Natalia se asustó en seguida,sabia que aquellos dos saldrían enseguida de aquella habitación que compartían.
Intentó levantarse,abrir la puerta de su casa y escapar,pero el tobillo le dolía muchísimo por la caída.
Cerró los ojos sabiendo que no tardarian en llegar a donde ella se encontraba.La luz se encendió y quedó descubierta ante aquellos dos.
-¿Que haces ahí eh niñita?-preguntó la mujer en voz alta y con asco.
-Dejadme ya...-pronunció la morena en un hilo de voz sin fuerzas.
-Te querías ir y olvidarte de nuestras caras,no?-ahora preguntó su padre también bajando las escaleras y con un tono de voz no muy amigable.
-Que me dejéis ser libre...-dijo la morena elevando la voz y con lágrimas empezando a salir de sus ojos.
-Ni hablar jovencita-exclamó la mujer de su padre.
Y si,se habían casado hace años sin el consentimiento de Natalia.
-Tienes que aguantarnos la cara hasta que tengas 18 años-estalló a risas su supuesta madre y después la siguió su padre acompañado de unos toquecitos en el hombro de la morena.
La mujer de el padre que se llamaba Matilda se dirigió a casa a cerrar la puerta con llave.
Natalia no sabía porque se comportaban así con ella,el padre ya se comportaba mal antes de empujar a su madre de su casa.
Al ver los dos que Natalia había puesto una mano en el pie derecho apretándolo,Matilda exclamó.
-Ahí te quedas,a la otra intentas escapar,tonta.
Empezaron a subir sin dejar de reírse,mientras apagaban la luz y la morena siguió llorando viendo como supie se iba inchando y tomando un color que no pintaba muy bien.
Empezó a buscar su móvil,sintiendo como sus lágrimas y la oscuridad le impedían ver con claridad e intentar llamar a su amiga María,era tarde pero necesitaba ayuda e ir al médico.
-¿Si?-preguntó la rubia frotándose los ojos y sentandose en la cama.
-Maria,por favor,necesito que me ayudes-susurró la morena para no despertar a aquellas dos fieras.
-Ey,porque estás llorando?-preguntó la rubia preocupada-que pasa?
-He intentado salir de mi casa porque no aguanto más,he caído al bajar las escaleras y mi tobillo tiene muy mala pinta,me duele mucho,necesito ir al médico,no me puedo levantar ni apoyar el pie y me han cerrado la puerta con llave.
-No vas a ir a ninguna parte,a la otra no intentes escapar de casa y no te harás daño-exclamó Matilda con despreció.
-Voy a por ti,intenta levantarte despacio,busca la llave que seguro que está por ahí cerca y luego baja con cuidado-explicó la rubia levantándose de la cama y poniéndose la ropa de calle.
La morena asintió empezando ha hacer lo que había dicho María.
-Que me des el móvil no vas a ir a ninguna parte y no pidas ayuda,ya vale niña-gritó la mujer bajando las ecaleras corriendo.
Natalia intentó arrastrándose por el suelo que no le quitara el móvil.
-Noooo,dejameeee-gritó Natalia llorando a mares.
Matilda le quitó el móvil y le dijo a la rubia.
-Ni se te ocurra venir a por ella-gritó colgando la llamada.
Agarró a su "hija" del brazo y la arrastró hacia su habitación,ignorando los quejidos de Natalia.
Cerró la puerta de su habitación y la dejó allí llorando,con dolor en el tobillo morando y con un dolor en su corazón que no se borraría hasta encontrar de nuevo a su madre.
Echaba de menos sus abrazos,sus buenas noches,sus comidas deliciosas,sus charlas,consejos,todo...
No podía moverse ni para poder salir de allí,ya no tenía fuerzas.
Así que con el corazón en un puño se arrastró por el suelo intentó subir a la cama sin poder apoyar el pie porque le dolía incluso más que antes y con tanto sentimiento y agobio al segundo se durmió con ganas de despertarse y que al día siguiente todo fuera un sueño.
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Sin saber un porqué//Albalia
FanficNatalia una chica rebelde que el pasado le ha pasado factura. Alba se ha tenido que mudar con su madre a Madrid por circunstancias,en el instituto nuevo le va mal. Cómo podrán solucionar sus problemas? Que le hará a Natalia cambiar de actitud? Histo...