Sin saber un porqué//Albalia

16.Agotada

Natalia al llegar al transporte,llamó a Alba para que se quedar tranquila,se subió a la moto y al llegar a casa de su amiga la volvió a llamar.

Le prometió que la llamaría y lo hizo,no quería preocuparla más de lo que estaba.

La pelinegra sabía que Alba seguro se intuía algo de lo que pasó en la tarde,pero veía en sus ojos que no la presionaria y ella se lo agradeció con la mirada.

Llamó al timbre con la espera de no haber despertado a los padres de su amiga,ni que María la asesinara con la mirada.

-¿Pero se puede saber por qué no has venido?me tenias preocupada.

Y ahí estaba,su amiga María con un pijama largo,las manos a la cadera y mirada desafiante.

Natalia acachó la mirada y la otra chica al darse cuenta de que se había pasado relajó sus humos.

-Tia,perdóname por hablarte así,pero es que estaba preocupada.

La pelinegra con la cabeza aún agachada negó.

-¿Estas bien?-preguntó su amiga con preocupación.

-No lo sé Marí.

-Pasa y me cuentas,ven.

María se acercó a su amiga y le abrazó.La pelinegra puso su rostro en el cuello de su la chica dejando escapar unas cuantas lágrimas.

-Shhh tranquila,estoy aquí-susurró la rubia acariciando su espalda de arriba a bajo.

-¿Has cenado?

Natalia negó con la cabeza y se abrazó más a su amiga.

-Vamos dentro y preparamos sopita,mis padres se han tenido que quedar ha trabajar hasta tarde.

La pelinegra se separó de la Mari y la miró con los ojos vidrosos.

-María,no hace falta de ver...

-Anda vamos dentro.

María le dijo que se sentara en el sofá mientras ella hacía la comida ya que era tarde.

Por una parte Natalia se sentía abatida,tristre,sin ganas de nada por lo que pasó con aquella señora,aquel guantazo que le hacía recordar todo lo que pasaba en su casa y por otra, solo tenía ganas de ver a Alba de nuevo y compartir más tardes,más sonrisas,más carcajadas y poder besarla ya de una vez sin ser interrumpidas.

No sabía que haría sin su amiga María,quien le apoyaba día a día,una persona que sabía lo que pasaba en su casa,que sabía cuándo le tenía que dejar su espacio,cuando tenía que abrazarla.

La rubia volvió a sentarse en el sofá y se quedó mirando a la chica que tenía la mirada perdida,se la veía demasiado cansada.

La Marí captó su atención agarrando su mano y dándole un apretón.

Natalia le miró sin ninguna expresión en los ojos,con una frialdad que a su amiga la asustó.

-¿Que te ha pasado?¿Me lo puedes contar?-preguntó con ledilaceza,con cuidado.

-Dejalo Mari.

Natalia hizo un gesto con la mano de que no importaba.

-Seguro que es importante estabas llorando-intentó insistir su amiga para que se desahogara.

-María de verdad déjalo-dijo la pelinegra mientras fruncía el ceño.

No quería preocupar a su amiga de los problemas familiares.

María entendió que no tenía que seguir insistiendo y decidió no seguir con el tema,ya que seguro que se lo contaría otro día.

-Sabes que me tienes para lo que necesites¿no?

Natalia asintió mirando a su amiga y le regaló una sonrisa a lo que María le imitó.

-Perdoname por hablarte así Mari de verdad.

-Tranquila,no te disculpes,entiendo que ahora no te sientes bien,tranquila.

En ese momento a Natalia se le escapó una sonrisa tímida mientras miraba al techo recordado la sonrisa de la rubia o cuando casi se dan un beso.

-¿Oye y esa sonrisita?

Natalia ya no se acordaba de su amiga y se sonrojó.

-Nada.

-¿Has visto por casualidad a esa chica rubia con la que intercambias miraditas?

La pelinegra se sonrojó más si podía,la possible idea de que su amiga le haya visto mirando a la rubia en el instituto la comía la vergüenza.

En este momento estaba,tierra tragame.

-No,dejemos el tema.

-Uy uy la rojita.

-María ya por favor.

Las dos estallaron a una carcajada mientras María se agarraba la tripa de tanta risa.

-Vamos a cenar que la comida echara humo ya y luego dirás qué no te gusta.

Empezaron otra vez a reírse sin poder parar mientras María se dirigía a la cocina para prepararlo todo.

Una vez sentadas en la mesa con ya media sopa ingerida,Natalia había decidido preguntárselo ya y no quedarse con la duda.

-Mari,te puedo preguntar algo-dijo Natalia con inseguridad dejando la chucara descansar en el plato ondo.

-Claro dime-respondió la rubia miestras tambien dejaba la chucara.

-¿Puedo quedarme esta noche a dormir aquí?

Por el tono que había usado su amiga sabía que le pasaba algo con la señora esa,pero no quiria presionarla por qué sabia que se estresaria como antes y no quería que le pasara eso otra vez.

-Pero que pregunta es esa,pues claro que puedes,sabes que a mis padres no les molesta que te quedes a dormir,como si fuera tu casa.

Natalia suspiró de alivio y le regaló una sonrisa que su amiga al segundo imitó.

-Estoy agotada-dijo la morena con un bostezo.

-Vamos a dormir,anda.

Recogieron la mesa y se dirigieron a la habitación de María.

Una vez la rubia le dió un pijama se metieron en la cama.

-Mari.

Natalia llamó a María con los ojos casi cerrados.

-Dime.

-Mañana tengo que pasar por mi casa para recoger la mochila y ponerme ropa,pero no hagas ruido,Matilda no quiere que...

Antes de acabar la frase Natalia cayó en un sueño profundo.

María se preocupó al escuchar el nombre de la madrastra y se intuía que había pasado algo con ella,pero decidió que lo mejor era descansar y mañana ya sería otro día.

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Holaa de nuevo.

Ayer no pude subir cap,lo tenéis hoy.

Puede ser que mañana puede ser que no haya cap,pero haré lo posible.

Espero que os guste🌟🌟🌟