Sin saber un porqué//Albalia

9.Quedate

Natalia ya se encontraba mejor,ya podía caminar un poco y su tobillo tenía mejor aspecto.

Tuvo que abandonar la casa de su amiga una semana después(el lunes),la llevaron a rastras a casa,con ello obligándola ir al instituto el martes,ya que el día que fue al médico la intentaron buscar pero no la encontraron,tenía que hacer cosas en casa y no estar haciendo el "vago" que si hacía eso la llevarían al instituto.

Su amiga María la había cuidado tan bien,se preocupaba por los dolores,le arropaba por las noches,ya la echaba de menos,la quería tanto que no sabía que haría sin ella .

También echaba de menos ver a aquella chica de pelo corto,rubio y aquellos ojos miel grandes,tenía ganas de conocerla y que ella no se alejara tan fácilmente y hoy tenía un presentimiento de que algo iba a cambiar.

Caminando a paso lento el martes a primera hora,se dirigía a música,había elegido aquella asignatura porque de mayor tenía la esperanza de poder dedicarse a ello.

La clase pasó rápida como todas las semanas.

Al terminar al recreo,vio a alguien corriendo y llorando hacia el baño,por aquel pelo sabía quién era,se acercó a paso rápido ignorando los pequeños dolores que aún tenia y fué hacia allí,intentado pararla antes de entrar en algún baño individual.

-Espera-pronunció Natalia agarrandola de la mano con suavidad con la esperanza de que aquella chica no se alejara.

La rubia se giró despacio levantando la mano para secarse las lágrimas pero la pelinegra fué más rápida y le quieto las lágrimas con los pulgares despacio y mirándola a los ojos.

-Quedate,no te marches otra vez-dijo la más altra con el corazón en un puño al ver a aquella chica así-Perdona por lo del otro día,no debí de hablarte así,no llevaba un buen día y sin querer lo descargué contigo-pronunció acariciando el pelo de la rubia despació como si en algún momento se fuera a romper.

-No pasa nada,yo no miraba por donde iba-dijo la más bajita en una hilo de voz sin apartar los ojos de aquella chica que la cautivaba.

-Tranquila,no tienes porqué decir nada,la culpa la tengo yo,soy un poquito impaciente a veces-le intentó bromear Natalia enseñando una pequeña sonrisa.

-Ya lo veo-la rubia imitó la acción de la otra chica.

Al ver que Alba había sonreído,Natalia se le agrandó la sonrisa.

-¿Me puedes decir cómo te llamas?-pregunto Alba un poco avergonzada.

-Me llamo Natalia,tu Alba,¿cierto?-asintió con una sonrisa.

-¿Esas te han echo algo?-preguntó la morena mirándola fijamente a los ojos.

-Bueno...-intentó decir la rubia un poco nerviosa.

-¿Te han echo daño?-preguntó Natalia con la esperanza de que dijera que no.

Alba negó con la cabeza y la otra chica suspiró de alivio.

-Me han quitado un dibujo que estaba terminando y había empezado ayer-proununció la más bajita aguantando las lágrimas.

-Esas se la van a ver conmigo,no soporto ver cómo te hacen sufrir de esa manera-dijo la pelinegra con los puños apretados.

-Dejalo Natalia,no vale la pena y-la más alta la interrumpió dándole un beso en la mejilla.

-Yo me encargo,no va a pasar nada.

Le dedicó una sonrisa y sin dejar que la otra chica le dijera nada más,salió de allí a encontrar a aquellas fieras.