Capítulo. 8: Invitaciones

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• Perspectiva de Tails •

—Todo lo que pasó es sencillo de solucionar, mi amigo; para la próxima solo intenta calmar tus nervios y ya. —Sonic alzó las manos con la mayor despreocupación mientras yo cerraba mi taller.

—¿Y cómo podría hacer eso si a cada rato termino diciendo alguna estupidez cuando estoy con ella? —me alejé caminando y mi compañero siguió mi paso.

—Intenta no hablar mucho, entonces. —el erizo azul sugirió—. Hazte el interesante y misterioso: a las chicas les gusta eso. —me guiñó un ojo.

—Ni que fuera Shadow. —arqueé una ceja divertido consiguiendo un par de carcajadas del otro a las cuales me uní.

—¿Yo qué? —escuché una voz muy distintiva y profunda a mis espaldas.

Ambos saltamos del susto y dejamos de reír en seco. Nos dignamos a voltear para encontramos frente a frente con el mismísimo Shadow, quien venía acompañado de Rouge.

—Tú-ú... —tartamudeé un poco con las orejas caídas—. Sonic quería llevarme a patinar, por eso dije eso. —hablé más rápido de lo normal, sonriendo apenado.

El erizo negro solo entrecerró los ojos estudiando cada rincón de los míos: me hacía sentir muy incómodo. Es obvio que sabe que miento.

—Qué milagro, Shads; hasta que sales de tu cueva. —mi mejor amigo desvió la atención de mí al ver que yo me había quedado petrificado.

—Te he dicho que no me llamaras así. —el mayor ladró enfurecido.

—Tranquilo, enojón. Sabes que es de cariño. —el cobalto le sonrió de lado para después cruzarse de brazos.

—Mejor diles lo que hallamos en tu ventana. —la murciélaga le dio un codazo a su compañero antes de que éste pudiera responder de nuevo.

Shadow la miró con cara de pocos amigos.

—Rouge encontró esto en mi ventana. —el de ojos rubí dejó al descubierto un sobre blanco muy peculiar—. Parece que es una invitación. —repuso sin mucho detalle mientras le tendía el papel a Sonic.

—Y ahí no termina todo, fuimos a otras habitaciones y nos dimos cuenta de que todos tienen una idéntica. —la ladrona mostró las demás cartas.

—Déjame ver. —Sonic abrió el sobre con intriga y yo me le pegué fallando en el intento de leer porque estoy muy chaparro.

[...]

—¿Una fiesta? —Silver inquirió más confundido que sorprendido.

—Eso dice aquí. —Sonic apuntó al papel.

—¿Quién la envió? —Blaze soltó de pronto.

—El presidente. —el azulado respondió con un dejo de desconfianza—. Siendo una fiesta de, cito: "agradecimiento por sus nobles servicios a la comunidad." —terminó.

Ahora, todos nos encontrábamos reunidos en la sala para charlar sobre las misteriosas invitaciones que habían llegado a nuestra casa. Para ser sincero, yo intentaba mantener mi atención en el tema, pero Cream sentada a un lado mío no ayudaba del todo. Basta, debo concentrarme.

—Puede ser una trampa. —Shadow hizo presencia para luego cruzarse de brazos y recargarse en la pared frente a nosotros.

Esas simples palabras habían conseguido la atención de las ocho personas presentes.

—¿Qué insinúas, Shadow? —Amy preguntó intentando ocultar su notable preocupación.

No need to say goodbye | Tails & CreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora