Lo que odio... lo que deseo (1)

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No deseo estos vestidos, ni esas sonrisas hipócritas.

No deseo ésta corona, ni ésta familia.

No deseo este palacio, ni esos enemigos, ni ese pueblo que me ama, ni a todos esos príncipes que vienen a cortejarme.

No deseo que decidan mi destino, ni que elijan sobre mi vida, ni que decidan que debo hacer, ni que debo decir, ni cómo debo decirlo.

No deseo aprender a bailar como una dama, ni cantar como los ángeles.

No deseo ser una princesa.

No deseo estar encerrada en este palacio toda mi vida.

No deseo gobernar este reino, ni acontentar a mi futuro marido, ni mostrar una sonrisa falsa cuando realmente no quiero sonreír, ni tener que actuar como una señorita delante de todos.

No deseo asistir a las fiestas, ni bailar con todos por cortesía.

No deseo mi vida de princesa.

Deseo ser libre, como un pez en el mar, que puede ir a donde quiera, o un ave que puede ver más allá de lo que yo jamás podré ver en mi vida, pues... Por mucho dinero, joyas o prestigio que tengamos, nunca seré libre de las cadenas de mi destino, y siempre viviré atrapada en un mundo hipócrita y lleno de lujo.
Castigada con este cuerpo de princesa y sin poder ver mundo, explorar sin miedo a perderme, y sin tener una casa a la que volver, para así poder llegar más lejos en mi viaje, poder ser totalmente libre y no tener miedo de nada.

Pero la verdad es cruel, el mundo es desgraciado y mi destino está marcado por el tic tac del reloj que cada vez me envejece más y me hace darme cuenta de que en pocos meses tendré la mayoría de edad y estaré obligada a casarme, y si no me caso, gobernaré yo sola este lugar tan grande, sin ayuda de nadie más que mis padres, que me guiarán y harán lo que quieran, porque al no querer seguir yo con mi destino... Serán ellos los que decidan sobre mi, sobre el mandato, sobre mi vida.

- Cariño...- murmuró mi madre entrando en mi habitación- Alístate enseguida, tenemos unos invitados que desean verte.

- no quieren verme, TU quieres que esté presente, no hagas el intento de mentirme y emocionarme porque unos desconocidos quieran verme y tratar de tener sexo conmigo antes del matrimonio... No iré...- todavía con mi camisón, me senté en la cama y crucé las piernas, dándole la espalda a mi madre.

- debes hacerlo, eres una princesa, y las princesas deben comportarse educadamente y hacer lo que les mandan- mencionó con un tono ácido y lleno de rabia, la ignoré- ______, te quiero lista en veinte minutos, en una hora los invitados están aquí, como no estés lista recibirás un castigo.

Cerró de un portazo, me giré hacia la puerta cerrada y chasqueé la lengua, me dirigí a la ventana y la abrí para que me diese un poco de aire fresco, inspiré profundamente y miré hacia abajo, demasiado alto para saltar sin matarme, y los árboles demasiado lejanos para lanzarme. Suspiré y de reojo vi la rejilla de las plantas enredaderas que, por pura decoración, rodea el palacio entero por la parte de atrás y los lados, hasta mi ventana. Sonreí de lado y tomé la madera con la mano, me subí al borde de la ventana salté de lado, aferrándome con los pies descalzos, bajé hasta el suelo miré la ventana abierta, podría llegar tranquilamente luego, me giré hacia el mar, se veía tan puro y azul... Tan limpio... Caminé, sintiendo la hierba húmeda de la noche bajo mis pies, y las raíces de los árboles, además de las piedras que se clavaban en mis pies sin hacer mucho daño. Hasta llegar al camino de arena en el que desembocaba en una pequeña playa, con una roca que finalizaba la arena y continuaba el bosque hacia la derecha, pero la playa estaba totalmente despejada de árboles, a mi espalda se podía ver una de las recamaras del castillo que no tenía ventana, junto a la entrada post-principal, por la entraban los trabajadores y sirvientes que no vivían en el castillo, era una entrada pequeña. Delante de mí, la arena se extendía hacia la playa en forma de anfiteatro semicircular, ósea, romano, donde en los límites el césped se unía con la arena, salvo por el pequeño camino que guiaba hacia esa entrada de agua pequeña. A mi izquierda todo era césped, donde el agua a veces movía la tierra y a mi derecha estaba el bosque, con grandes árboles sanos, fuertes, y altos, robles hermosos.

Caminé hacia el mar, que iba y venía suavemente, tomé la goma de pelo y até mi cabello para que no se enredase mucho y después caminé lo suficiente para que el agua alcanzara mis pies, suspiré con una clara sensación de libertad y miré alrededor, no había nadie. Sonreí y entré, sin importar empapar el camisón y me tiré de cabeza en el primer replano que vi, adentrándome en la libertad del mar, permitiéndome sonreír para mí misma, tomé aire y volví a sumergirme, nadando en apnea con los ojos abiertos, y admirando el mar, el coral, los peces que se atrevía a acercarse a mí, y toqué el suelo arenoso, donde había pequeñas conchas, tomé una y subí impulsándome con los pies en el suelo para tomar aire, me acerqué a la orillas, donde estaba la roca, para dejar la concha color rosa pastel, y después volver a sumergirme tomando una gran cantidad de aire, para después volver a nadar en apnea y llenar al fondo enseguida, tomando otra concha, esta vez de color azul pastel, y otra color salmón. Sonreí. Tomé una color arena y volví a subir para tomar aire y dejar las conchas, en realidad había unos cinco metros de profundidad y era agradable tener el objetivo y la libertad de nada lo que yo quería. Pero al subir la quinta vez, escuché un grito de mi madre con mi nombre, indicándome que los veinte minutos ya habían pasado, tragué saliva nerviosa y tiré las conchas al mar de nuevo, para después correr como alma que llega el diablo hacía la reja, subir, vestirme y fingir que no estaba en el exterior, fingir...
Fingir como siempre había hecho.

(Los siento por las faltas de ortografía, es el problema de escribir por teléfono, ya que te lo corrige todo automáticamente. lo siento una vez más por las faltas de ortografía, gramática, etc...)

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Pues aquí tenéis vuestro primer capítulo.

Lo prometido es deuda y para que no se sientan engañados he publicado esta parte solo para ustedes :3

Para que o se queden con el hype xd

Pero ya está

Ahora si que se acabó hasta mañana xd

pero por ahora...

Espero que os haya gustado y nos vemos en el siguiente capítulo

Bye~

By ecchisforlife

[1138 Palabras]



123.- Matrimonio (Kenny x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora