Hoy es el día... (16)

113 13 0
                                    

Los días pasaron rápidos, ambos no nos veíamos mucho, aunque Craig hacia de mediador de palabras, debido a que la familia, por petición y súplica de Craig, decidieron quedarse un poco más, al menos hasta la celebración. Iba de un lado para otro, calmando los nervios, y de vez en cuando escribiéndole cartas al joven príncipe Tweek, posteriormente seguía calmando las preguntas de última hora por culpa de la inseguridad, en mi caso al menos, darme todos los abrazados necesarios para que me calmase del todo, y con voz tranquilizante mencionar que todo iba a salir bien, que me diría que si, que me amaba; pero es que nunca había sentido ese martilleo en el pecho por estar enamorada de alguien, porque JAMÁS me ha gustado nadie como ahora me gusta Kenneth, él es perfecto, perfecto para mí, perfecto como príncipe, es encantador, amable, agradable... Es simplemente un chico especial del cual se tenía que tener mucho cuidado con el vestuario, y aprovechando los poderes de ocultación de Craig habían logrado ocultar sus aletas laterales, provocándole muchas veces sangrado de nariz por el esfuerzo de concentración de que debía hacer. Suspiró profundamente con un pañuelo en la nariz, otro, si, otro pañuelo en la nariz, era muy laborioso hacer mangas anchas al parecer. Rogó porque en ese día acabasen las malditas mangas. Y por suerte lo hicieron.

Realmente ambos teníamos la única pista de que nuestros colores en la ropa estaban combinados, pero no sabíamos nada más que eso, según los "spoiler" de Craig, ambos teníamos en común el naranja, pero eso solo nos ponía más nerviosos porque teníamos más ganas de vernos mutuamente, y por una vez en mi vida tenía muchas ganas de casarme, y quería hacerlo solo por verle el traje puesto. Los nervios eran algo que todas las damas de compañía, incluida mi madre me decían que eran normales. A pesar de estar emocionada con casarme con quién yo quería, admitía bqur odiaba la falsa emoción de mi madre, por lo que mis palabras bordes, ignorarla y fingir que no está, no se hacen de rogar. Porque es lo que hago, y lo que sin ninguna duda no voy a dejar de hacer.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

POV: Omnisciente

Era jueves, el día de la víspera a la boda, donde los primeros invitados como la familia comenzaban a llegar, la madre de Kenneth los informó de que la boda submarina también estaba lista para el día siguiente, y eso los emocionó todavía más. Ambos se mantenían callados conforme a los trajes humanos, pero Kenneth informó a Silvia sobre el vestido submarino, lo cual puso muy nerviosa a la rubia, pues no esperaba que realmente también la vestiría y maquillarían bajo el agua, debía tener el doble de nervios, porque tenía dos vestidos que mostrar ante su amado rubio.

La muchacha estaba lista, aquella noche no fue capaz de dormir bien, mirando el techo todo el rato, escuchando a los visitantes llegar poco a poco, nadie dormiría aquella noche, y eso era lo que más la cohibía, no quería parecer un zombie al día siguiente, pero tampoco era capaz de dormir con el corazón acelerándose de esa manera, sintiendo que el corazón se le iba a salir del pecho, sintiendo la garganta seca, con un nudo en la misma, una sensación horrible de nervios, tan solo quería hacerlo ya, tranquilizarse, y no estar perdiendo peso por el estrés, porque literalmente había perdido ya tres kilos por los nervios, sentía que perdería más si seguía así...

Por fin, después de muchas y agoniosas horas mirando el techo sin poder dormir, amaneció, con un sol hermoso y brillante, deslumbrante. La madre entró, despertando a su hija y comenzando a prepararla para el vestido, ésta suspiró profundamente. Era un vestido naranja y estaba orgulloso de él, pues eran colores que se veían a gran distancia, colores sumamente agradables, era el color atardecer. Combinaba a la perfección con su piel y sus ojos, por fin un vestido que le gustaba, un vestido que era ideal para ella, un vestido perfecto, para la boda perfecta, para la pareja perfecta...

Una boda en la que subían sin saberlo un reino marino, y un reino terrestre... Y cuando los padres se dieran cuenta de la verdad, ambos tendrían el mando, y ya no podrían lanzarse a pelear contra ellos, porque el reino ya no les pertenecerá, y no tendrán autoridad sobre mis adolescentes.

- ¿Estas nerviosa?- preguntó Craig sonriente, ella lo asesinó con la mirada- Kenneth está igual, no ha dormido en toda la noche...- suspiró cansado- la verdad es que me ha estado molestando toda la noche, preguntándome si estaría bien, si habría posibilidades de que le dijeras que no, etc...

- acabaste diciéndole que se callara, no?

- casi lo tiro por la ventana- confesó encogiéndose de hombros- es muy pesado cuando quiere- tomó un sorbo del vaso de agua.- pero lo entiendo, está nervioso.

- ¿Tendré que ayudarte cuando vayas a casarte con ya sabes tú quien?- alzó una ceja haciendo que el azabache apartase la mirada con sus mejillas rojas.

- No creo que lleguemos a casarnos...- apartó la mirada- dudo que lo acepten moralmente...- suspiró.

- Craig, si tú lo quieres, y él te quiere a ti, ¿Qué problema hay?

- Que no sabe lo que soy- la sirvienta alzó una ceja mientras acababa de colocar las flores del recogido del pelo de la chica- no lo sabe, y tengo miedo a que lo descubra...- Miró su mano, la que sostenía el vaso de agua y tenía el guante blanco puesto.

- Yo creo que te dirá que si...

El padre de la princesa entró en la habitación advirtiendo de que ya estaba todo listo. La elogió por lo hermosa que estaba y cuando la mujer acabó con el vestido, el pelo y el maquillaje le entregó un ramo de flores blancas. Flores marinas que podían sobrevivir en tierra, detalle de Craig.

Estaban todos en posición, solo faltaba que la puerta se abriera, que ella empezará a caminar con el pie derecho, tal y como mostraba el protocolo y la tradición, y que no se tropezase. ¿Seria tan torpe como para tropezarse? Seguramente sí, podría llegar a hacerlo, era muy torpe cuando estaba nerviosa.

Las puertas se abrieron.

(Si en algún momento ven alguna falta lamento las molestias, es que el auto-corrector me lo traduce todo automáticamente, es posible que algo que yo haya escrito lo traduzca como otra palabra, lamento las molestias una vez más).

______________________________________

SUPER HYPE!!!!!!!!

Perdón, pero era necesario para la trama y la duración de la historia jeje

:3

En fin... Tampoco podía empezar la boda ahora en este capítulo y terminarla en el siguiente, prefiero que vean todo al completo desde el principio hasta el final :3

En fin... Poco más que pueda decir en realidad... Duh~

Espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Ecchisforlife

[1150 Palabras]

123.- Matrimonio (Kenny x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora