Él... (3)

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Me quité el vestido, quedándome con el camisón y me lancé al agua de cabeza, aprovechando para llegar al fondo en apnea y recoger alguna que otra concha más: conquillas, conchas, caracoles de mar; o lo que me encontrase, pues los colores del océano eran hermosos y daba igual los tonos o la suciedad que tuviesen, todas eran preciosas. Subí a la superficie y tomé aire calmadamente, podría haber permanecido más tiempo bajo el agua, pero ya estaba llegando la hora de comer, y debía prepararme para la comida, en la que seguramente llegaría un invitado por casualidad, siempre era lo mismo. Miré el mar y me despedí con la mirada, tomando las conchas entre mis manos.
Al llegar a mi habitación las coloqué en una bolsa de tela que oculté bajo mi cama.

POV: cambio de narrador

¿Porque lo habría hecho? No tengo ni la menor idea, por compasión no podía ser, porque después de todo no es más que una humana, pero me causaba curiosidad y quería saber qué quería hacer con esas conchas, así que las tomé todas las que anteriormente ella tomó del fondo, aunque sigo sin entender porque las tiró si tanto le costó conseguirlas, pero bueno, y las subí a la superficie, dejándolas sobre la roca, sonreí de lado, me parecía agradable salir a la superficie, la brisa marina, las voces en la lejanía, y la hermosa vista de palacio a pocos metros, me causaba curiosidad todo ese mundo de los humanos, así que supongo que le podría hacer ese regalo de ahorrarle el trabajo de bajar tan abajo solo para recoger las conchas, me causaba curiosidad su extraño comportamiento. Además, puedo ayudarlas con las conchas sin necesidad de tener que mantener la respiración. Así que, tarareando una canción muy conocida por los alrededores, fui recogiendo las conchas y subiendo a la superficie, donde la vista a palacio se hacía cada vez más oscura, llegando a un punto clave en el que comenzaba a llegar el atardecer, el hermoso atardecer de cielos naranjas, pero no quiero centrarme en perder el tiempo viendo el cielo, así que continúe dejándolas sobre la piedra, hasta que vi que ya eran suficientes. Iba a recoger una más, pero la vi venir por el camino de arena, por lo que entré en pánico y salí nadando lo más rápido que podía, nosotros no podemos ser vistos por los humanos, nos cazan, y nos sacan del agua para después convertirnos en una atracción de feria, no por dios... Me niego a ello...

La vi mirar las conchas con sorpresa, mirar al mar profundo y acariciar una de ellas, después se quitó si frondoso vestido color rosa pastel y se lanzó de cabeza al océano, tan atlética y preciosa que me sorprendió y me impidió dejar de mirarla. Finalmente se sumergió hacia el fondo, donde iba removiendo la arena buscando más conchas, no se porque las querría, pero me parecía curioso que le gustasen las cosas del mar, después de todo ella es la princesa, tendría que estar preocupada por otras cosas más importantes que no por simples conchas, conquillas, navajas o caracolas marinas. Además de tener una buena capacidad pulmonar y fuerza para moverse tan libre, tanto que podría parecer una de los nuestros.

Subí a la superficie cuando ella lo hizo y ella misma salió del agua, quitando el exceso de su cabello, tomó las conchas y las abrazó como si fuese un preciado tesoro para ella. Después caminó hacia el palacio, con el vestido cubriendo las conchas, es posible que a su familia ni le guste que salga al mar, o quién sabe...

Me arrastré por la arena utilizando una fuerza de brazos aturdidora y sofocante, teniendo que parar por culpa de las escamas, las cuales, al arrastrarme se desprendían por si solas y ardían como el infierno mismo. El ambiente estaba frío, mucho más frío que al sacar solo la cabeza del agua, miré las aletas recubiertas de escamas de mis brazos, y las membranas de mis manos, manchadas de arena. Después me llevé la mayor sorpresa al mirar abajo, pues no era una aleta, no, mejor dicho, MI aleta de tritón, sino dos piernas humanas, y me asusté, puesto que nunca nadie nos había mencionado nada de eso, pero bueno; al menos ya se "con que" se distinguen los varones de las mujeres.

En serio estos humanos son raros, ¿Para que demonios necesitaran esa cosa?

En fin, sostenerse en pie también era un reto en el que estuve varias horas intentándolo, pues no solo era jodidamente complicado, sino que el terreno lo dificultaba, y menos mal que iba tanteando entre los árboles, porque sino no quisiera saber lo complicado que sería en un prado desnudo y sin nada en lo que ayudarme. Hasta que vi a la princesa, preciosa y elegante, asomarse a su ventana, con un vestido púrpura puesto y mirar el océano con tanto anhelo, miró con asco su ropa, sin yo comprenderlo, pues estaba preciosa así vestida solo que ese color no le favorecía tanto, al menos no ese tono, quizás se fuese uno más claro o más pálido quizás haría bonita combinación con sus ojos. Se giró impulsiva y un grito me sorprendió, supe que no estaba sola en su cuarto, que se encontraba con alguien más.
Me comenzó a faltar un poco el aire, pero ignoré ese hecho, ya que técnicamente no solo tenía branquias, sino que también tenía pulmones con los que poder estar en el exterior, aunque seguramente nadie sepa más que yo esto de volverse humanos al salir a la superficie. Sentí un leve mareo, por lo que jadeé aguantándome fuertemente al árbol, pero eso no calmaba nada, así que me desprendí de él, acabando en el suelo tirado, me encogí, hacia frío, esa masa suave y verde estaba helada, no era agradable cuando tenía tanto frío...

POV: Cambio de narrador

Odiaba mi vida, odiaba a la gente, odiaba mi mundo, mi familia, mis vestidos, mis ropas,me odiaba a mí misma por no poder enfrentarme a nadie. Me sentía culpable delas cosas que no me atrevía a hacer o enfrentar. Me odiaba a mí misma por sertan sumisa al no decir lo que pensaba, lo que deseaba o lo que anhelaba: "ver el mar con total libertad". Así que, cuando mi madre se fuedespués de exigirme que al día siguiente fuese vestida formalmente porquetendría otro pretendiente que venía a intentar cortejarme, yo me quité ese horrible vestido y me quedé en camisón, para después salir del palacio a través de la rejilla de las plantas. Le di una patada a una piedra, que impactó contra el tronco de un árbol, y rebotó contra mi pierna, dándome un fuerte golpe, mequejé llevándome una mano a la espinilla, molesta, eché a andar hacia la playa,encontrándome con una no muy grata sorpresa, ya que era sumamente desagradable encontrarse a un chico, totalmente desnudo, tirado en el suelo.

(Si en algún momento ven alguna falta lamento las molestias, es que el auto-corrector me lo traduce todo automáticamente, es posible que algo que yo haya escrito lo traduzca como otra palabra, lamento las molestias una vez más).

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Vaya, vaya, vaya, vaya...

El primer encuentro con... ÉL...

Intrigante, ¿verdad? 7u7

¿Qué pasará ahora?

MAÑANA LO SABRAN <3

Por ahora espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Ecchisforlife

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123.- Matrimonio (Kenny x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora