Le di una patada a una piedra, que impactó contra el tronco de un árbol, y rebotó contra mi pierna, dándome un fuerte golpe, me quejé llevándome una mano a la espinilla, molesta, eché a andar hacia la playa, encontrándome con una no muy grata sorpresa, ya que era sumamente desagradable encontrarse a un chico, totalmente desnudo, tirado en el suelo.
Literalmente, no era tan agradable como pudiera parecer, me acerqué un par de pasos, viendo que temblaba de frío, a pesar de que el ambiente estuviera bastante cálido, aunque la brisa era un poco molesta. Me agaché y lo moví ligeramente, él se quejó con un hilo de voz y se abrazó a su mismo, en ese proceso, vi su mano, unidos sus dedos por una membrana semi-transparente color anaranjada. Lo miré asombrada, después vi su brazo, tenía una aleta pequeña, rodeada de pequeñas escamas. Sus piernas también tenían algunas escamas, pero destacaba principalmente su mano y el avambrazo. Luego en su cuello podía ver unas pequeñas oberturas, supuse que serían las branquias, que se movían un tanto desesperadas, supuse que buscando agua, aunque también respiraba por la boca con algo de dificultad, alternante la boca y las branquias. No sabía que hacer pero la solución más veloz sería tomarlo en brazos y cargarlo hasta el mar.
Así que lo levanté, él se vio aterrado, pero incapaz de moverse, tan solo mirarme con sumo cuidado, con sus ojos entre abiertos, con miedo en su rostro. Caminé a paso veloz hacia la playa, tenía suerte de que no pesaba mucho, era un peso considerablemente bajo para ser varón de aparentemente mí misma edad. Entré un par de pasos en el agua y lo recosté sobre la arena submarina, inmediatamente sus piernas se volvieron una cola de pez, creciendo casi un metro de largo y él jadeó como si le estuviese faltando el aire antes de entrar en el agua, después se alejó de mi, se miró a sí mismo, y pude ver una mirada de agradecimiento en el fondo de sus ojos cuando volvió a mirarme, finalmente, cuando di un paso hacia él, se marchó hundiéndose en el agua, jadeé y cuando iba a ir tras él, ya había desaparecido de mi vista, era rápido ese tritón al parecer. Pero también me había causado curiosidad, pues no sabía sobre la existencia de esos seres marinos, pero sabía que ya no lo volvería a ver nunca más... Desgraciadamente... O... Quién sabe?
Al paso de varios días, volví a tener un avistamiento de ese mismo tritón en la misma playa mientras recogía caracolas de mar, ambos tomamos la misma, rozando nuestras manos, y fui tan inteligente de jadear bajo el agua, teniendo que recurrir a lo de nadar como una desesperada hacia arriba, y una vez allí comenzar a toser desesperadamente, escupiendo el agua que había tragado, pocos segundos después él asomó su cabeza varios centímetros lejos de mí, mirándome sin decir nada ni mostrar ninguna clase de sentimiento hacia mi persona. Tan solo se acercó un poco para extender su mano con la concha que ambos habíamos tomado al mismo tiempo y se alejó inmediatamente por precaución.
- ¿C-cual es tu nombre?- me atreví a preguntarle, sin saber si podría hablar o comunicarse conmigo, pues no sabía si ellos eran como los delfines que se comunican por ondas, o realmente pueden hablar como nosotros. Si, puede parecer estúpido, pero tengo esa duda.
- Kenneth...- susurró en bajo, muy rápido, quizás estaba cohibido igual que yo, pues, era una especie nueva, en ambos casos irónicamente- Kenneth McCormick...- murmuró.
Escuché los pasos de alguien acercándose a la playa, y él entró en pánico, retirándose de la roca.
- ¡Espera...!- le dije.
Pero ya fue demasiado tarde, se había sumergido en el agua pero por suerte fui lo suficientemente veloz para tomarlo de los hombros, pero no llegué a tomar el suficiente aire, y se me escapó el poco que tenía, me tapé la boca y la nariz, pero sentía que en cualquier momento mis pulmones exigían aire, y de hecho ya lo estaban haciendo, y ardía una barbaridad por culpa de la sal del agua. Me miró con algo de temor, miró la superficie, y después sujetó fuertemente mi cintura contra él para dirigirse hacia allí de nuevo, me soltó inmediatamente poco antes de llegar al exterior y me dio un último empujón cuando llegamos cerca del aire, para no salir él y poder huír antes de que lo viesen, tosí hasta escupir el agua, e inmediatamente sentí como tiraban de mi brazo, gritando mi nombre, sacándome del agua, y me temí lo peor, que mi madre me había descubierto. Y en efecto, era mi madre quién me miraba con sumo asco al verme mojada, con el pelo enredado y tosiendo intentando liberar todo el agua de mis pulmones. Me llevó a rastras a palacio, donde me echó una bronca bastante larga y pesada y después me dejó en la habitación haciendo cerrado la ventana con una llave en especial que solo tenía ella, imposibilitando que pudiera salir por ahí. Seguidamente entró mi padre, echándome también la bronca por haberme escapado y casi ahogado por, según ellos, no saber nadar. Aunque tengo una bolsa de conchas que prueba justo lo contrario, y hablando de la concha, la perdí en el forcejeo de mi madre para sacarme del agua.
Conforme pasaban los días me quedaba encerrada en palacio, en constante vigilancia cuando venían los príncipes, yo seguía comportándome rebelde, y me harté de eso, me harté de que no me permitieran cumplir mis metas, mis sueños y mi destino y salí del palacio a escondidas, inmediatamente corrí hacía la playa, y, aprovechando la piedra salté de cabeza sumergiéndome en aquella agua tan pura y limpia, suspiré calmada a subir a la superficie, y me subí en la piedra, dejando las piernas en el agua, en mi mano izquierda sentí algo con una textura diferente al musgo, la hierba o la piedra, miré, era la caracola de aquel día, la que él y yo tomamos al mismo tiempo. La acaricié ligeramente entre mis manos y sonreí ligeramente. Era una caracola azul cielo y morado pálido realmente hermosa.
- princesa...- se escuchó con un tono dulce y melodioso, giré mi cabeza encontrándome con él, con el tritón, en forma humana, sentado sobre la orilla, se sumergió y subió delante de mi, para después tomar un impulso y sentarse sobre la roca a mi lado, con una distancia prudencial, claramente.- la olvidaste la última vez con el forcejeo- murmuró refiriéndose a la caracola, la miré- ¿Podría decirme usted su nombre?- vaya, ese día si estaba hablador, quizás se había mentalizado de que no tenía intenciones de hacerle daño. O quizás confiaba lo suficiente como para hablar conmigo.
(Si en algún momento ven alguna falta lamento las molestias, es que el auto-corrector me lo traduce todo automáticamente, es posible que algo que yo haya escrito lo traduzca como otra palabra, lamento las molestias una vez más).
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Las "primeras" palabras <3
Simplemente me encanta, pero es que en realidad me gustaría saber vuestra opinión, sé que leen está historia pero ni la votan, ni la comentan, y eso en serio sienta muy mal :")
Así que, por favor, dejen aquí sus comentarios sobre la opinión de la historia hasta ahora ---------------->
Y por ahora...
Espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Ecchisforlife
[1240 Palabras]
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123.- Matrimonio (Kenny x Lectora)
Hayran Kurgu> créditos a: - Trey Parker - Matt Stone - Creador/a del Au de las sirenas - creador/escritor/director de la película o saga de la sirenita - a mí por la portada :3 ok no xd Avisos: ~Southpark~ ~Amor~ ~realidad~ ~reino~ ~príncipe~ ~princesa~ ~pareja...