Una visita de color de rosa al palacio marino (11)

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Salté al agua de bomba, solo por cambiar la rutina y solté el aire para hundirme en apnea y sentarme en el fondo del mar. A los pocos minutos llegó Kenneth nadando relajado utilizando sus brazos para guiarse y se sentó a mi lado en la arena y las piedras. Dejo un beso en mi mejilla, y después sonrió ante el enrojecimiento de mis mejillas, di una mueca y me impulsé en el suelo para subir a la superficie, mis pulmones comenzaban a demandar o más bien exigir aire. Ambos salimos del agua.

- Aguantas bastante bajo el agua- mencionó sin darle importancia, como si fuese normal eso de irme dando besos en la mejilla así porque si. Y él sonrió ante mi expresión. Por cierto...

- ¿Al final contaste los minutos?- alcé una ceja curiosa seguramente no lo hizo, o quien sabe, a lo mejor si.

- fueron 963 minutos sin ti...- alcé las dos cejas con sorpresa, ¿En serio ese loco tritón estaba tan perdidamente (Y supuestamente) "enamorado" como para no haber dormido nada de nada y poder contar los minutos que quedaban, solo por mi?

- ¿Acaso dormiste?- negó con la cabeza sonriendo infantil.- genial...- rodé los ojos.

(N/A: Fueron 16 horas y 3 minutos exactamente).

- Por cierto... Quería enseñarte un par de lugares el día de hoy, por eso pregunté si tenías algo que hacer, ya que ocuparía todo tu día con esto- negué con la cabeza, indicando que no tenía nada que hacer, sonrió- perfecto, pero antes... no te asustes con lo que vaya a pasar, por mucho que parezca... no te haré nada malo, ni permitiré que te ahogues...- prometió.

Alcé una ceja: "No permitiré que te ahogues", eso no me aspiraba mucha confianza.

- ¿Lista?

- Creo... ¿No me vas a ahogar?- rio un poco y negó con la cabeza.

Ambos nos sumergimos, tomé una inspiración antes de eso, él tan solo juntó su frente con la mía enredando su cola con mis piernas, tomando mis mejillas con sus manos y bajar suavemente hacia el cuello, donde cerró los ojos juntándome a su cuerpo, poco después me quejé con un gemido retenido, pues sentí como si me hicieran cortes en el cuelo, en total cuatro, dos a cada lado. Él abrió los ojos soltándome y bajó los brazos a mi cintura, pero, uno lo llevó a su nariz, indicándome como si... respirase, o quizás era si tenía que subir a respirar, no sé, no entiendo bien a que se refiera con ese gesto. Alcé una ceja, rodó los ojos y juntó su frente con la mía.

- "Que respires por la nariz"- escuché su voz melodiosa, dulce, aterciopelada y carismática, como si me susurrase en el oído, literalmente escuché su voz, en mi mente, pero no pude evitar "desobedecer" y jadear por la sorpresa, por lo tanto tragar una gran cantidad de agua, él me subió de nuevo a la superficie y empecé a toser para liberar el agua de mis pulmones, apoyando una mano en su hombro, el otro brazo en la roca, y la frente sobre el brazo que estaba sobre la roca, jadeé y suspiré respirando agitadamente.- dije por la nariz...- sonrió con humor ante la reacción que había tenido por aquella voz mental. Lo miré sarcásticamente.

Cuando calmé la respiración lo suficiente me separé de la piedra y tomé una última respiración profunda, para después darme cuenta de que al separarme de tierra, me había abrazado a él con las piernas rodeando su cintura, él soltó una risilla ligera. Me solté apartando la mirada avergonzada.

- Recuerda, por la nariz...- señaló tal punto.

- ¿Qué ha sido esa voz mental?- cuestioné antes de volver a entrar en el agua.

- La forma con la que podemos comunicarnos bajo el agua entre nosotros, pero como tu no tienes esa capacidad de transmitirlo al no ser una criatura marina, debo tener contacto contigo...- explicó.

Había muchas cosas que no sabía sobre las nereidas y los tritones, y me sorprendía cada día con algo nuevo, ya sea alguna concha, o alguna capacidad que ellos tengan, como ahora... Sin más, nos sumergimos, y él pareció esperar a que respirara, lo hice, dudando en un momento, pero en efecto, podía respirar tranquilamente a pesar que fuese agua lo que respiraba, sonrió. Nos dirigimos a zonas profundas del mar, nadando cada uno separado, de vez en cuando dando alguna espiral, llegamos a un montón de coral rosado, naranja y morado, que brillaba por el destello del sol, pasamos por la migración de las mantas rayas, descubrí especies de peces que jamás me imaginé, con colores sorprendentes, y plantas marinas realmente lindas. Finalmente me guió al palacio submarino, entrando por su ventana, por la parte de atrás, tras asegurarnos que no había nadie allí y me sonrió explicándome mentalmente un par de cosas de su familia, enseñándome en un espejo roto que había caído por la borde da palacio como había hecho que respirase bajo el agua, lo cual me quedé en shock al ver que se trataban de branquias en mi cuello, me explicó lo que tenía que hacer para impedir que se vieran ante los demás, todo sumamente relajado, para no exaltarme ni asustarme, explicando las precauciones que debía tener y si era posible, evitar estar en contacto del agua cerca de alguien. Finalmente, cuando estaba a punto de anochecer, ambos emergimos a la superficie, estando cerca de palacio. Al llegar a la playa el murmuró un: "Buenas noches" con un tono dulce, relajado y aterciopelado. También se las deseé, y mencioné que durmiera, que no se quedase despierto contando los minutos, él soltó una carcajada, después murmuró que lo pensaría. Le sonreí y él se acercó a dejar un beso en mi mejilla. Yo dejé uno también, tiñendo sus mejillas de rojo, un rojo un poco profundo, no se lo había esperado al parecer.

- Duerme...- susurré cerca de su oído y lo abracé antes de soltarme y salir del agua, viendo mis manos, era como una pasa, tenía muchas arrugas en mi piel, sonreí por ello.

- Por ti despierto me quedo, si tu deseas que duerma, yo solo por ti descanso, pues no es más que tu presencia la que me desvela.- canturreó con una voz suave, fue un tono melodioso, un cántico celestial, una agradable caricia mis oídos, me giré en tal que acabó esa pequeña cancioncita y el me sonrió, con un brilló en sus ojos en los que la luna se reflejaba, mis mejillas se tiñeron de rojo, o al menos así las sentí, pues me sentía algo acalorada, y seguramente sería porque mis mejillas estaban ultra rojas.- Dulces sueños, princesa...

(Si en algún momento ven alguna falta lamento las molestias, es que el auto-corrector me lo traduce todo automáticamente, es posible que algo que yo haya escrito lo traduzca como otra palabra, lamento las molestias una vez más).

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Me saqué unas ruinas bien chidas :3

Por cierto, si no publico tan seguido, ósea que si publico todos los días pero a horas desiguales es porque tengo restricciones de horas con el celular y desde el ordenador no me va tan bien publicar, además de que llevo como dos semanas sin tocar el ordenador porque no tengo tiempo suficiente, y porque prefiero gastar el tiempo jugando a la play :")

Okey no xd

Espero que os haya gustado y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Ecchisforlife

[1232 Palabras]

123.- Matrimonio (Kenny x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora