Capítulo 10: Viaje al West Blue y unos descubrimientos inesperados

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Los días siguiente a la partida de Hina, Kaito a pesar de sentirse triste intento distraerse con el entrenamiento. Sengoku le dijo que partirían en una semana así que hasta ese momento Kaito continuó entrenando. Su dominio en la esgrima estaba al nivel de un capitán de la marina, en palabras de Sengoku, él había visto a muchos espadachines, pero Kaito tenía mucho talento. Al creer que su técnica ya era buena dejo de centrarse en ella, y se volvió a centra en el estilo rokushiki. No dejo de entrenar esgrima, pero pasaba más tiempo entrenando el geppo, el tekkai y el soru. Los cuales eran los estilos del rokushiki en los cuales Kaito destacaba. También continuo con su entrenamiento en el haki.

Pasaron los días de esa forma y pronto llego el momento del viaje con su abuelo. Sengoku le explico que este viaje duraría varios meses y incluso podría superar el año de viaje, durante este tiempo visitaría los cuatro mares; el North Blue, South Blue, East Blue y West Blue. Sengoku había pospuesto este viaje desde hace varios años, al ser nombrado nuevo almirante de la flota, Sengoku tendría que haber hecho este viaje para hacer inspección en las bases de la marina repartidas por todo el mundo y a su vez, Sengoku se reunirá con varios reyes y reinas.

El viaje comenzaría primero yendo al West Blue. Sengoku esperaba que Kaito continuase su entrenamiento durante el viaje y además que empezara a adquirir experiencia en la navegación.

La mañana del día de la partida, Kaito se encontraba en la cubierta del barco. La expedición estaría formada por 5 acorazados. Y junto a Sengoku, les acompañaba el almirante Kuzan.

Kuzan – que miras Kaito? –

Kaito – estaba observando Marineford. No sé cuánto tiempo estaré viajando y siento un poco de tristeza el abandonar mi hogar –

Kuzan – no tienes que preocuparte por eso, seguro que volverás en algún momento. Además, si piensas ser un marine tendrás que prepararte para estar largas temporadas alejado de tu hogar –

Kaito – si, tienes razón –

Sengoku – de que estáis hablando? –

Kaito – oh, hola ojichan, no hablábamos de nada importante –

Sengoku – oh –

Kaito – por cierto, ojichan, si tu dejas la base quien estará a cargo –

Sengoku – he dejado a cargo a Garp junto a Borsalino y Sakazuki. De todos modos, si llega a pasar algo, me informaran inmediatamente y yo volveré inmediatamente a la base –

Kaito – oh –

Los tres continuaron hablando por unos minutos hasta que un oficial vino y comunico que todo estaba listo para zarpar. Después de eso tanto Sengoku como Kuzan se dirigieron a sus puestos. Kaito continúo mirando hacia Marineford.

Kaito vio como cada vez le costaba ver la isla. Cuando paso las puertas de la justicia y estas se cerraron Kaito dejo de mirar y se dirigió hacia su habitación en el barco.

Después de comer al mediodía, Kaito continúo entrenando en el gimnasio y en la cubierta del barco. En algunos momentos libres, Sengoku lo observaba entrenar y le corregía cuando se equivocaba en algo. Kaito continúo entrenando durante los días siguientes.

Al cabo de unos días llegaron a la Red Line, en la parte media de la Grand Line. Desde ahí pasarían por encima atravesando la tierra santa de Mary Geoise.

Kaito – ojichan podremos visitar Mary Geoise –

Sengoku – no, tenemos que atravesar la Red Lina rápidamente ya que nos esperan al otro lado, y el clima en el nuevo mundo es impredecible. Prefiero llegar antes al nuevo mundo y luego dirigirnos directamente al Calm Belt para llegar al West Blue –

Mi nueva vida en One PieceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora