Capítulo Once

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—¡¿Qué diablos les sucede?!—Grito Allison molesta al oír lo que Scott le contó.

—¿Tuviste suerte con tu padre?—Pregunto Scott sentado en el sofá de la pequeña habitación del hotel donde se estaban hospedando.

—Se ha mudado y ha cambiado el número de teléfono—Murmuro la morocha negando—No está en la vieja casa en la que vivíamos al principio, ni tampoco en el departamento, le pregunte a los actuales dueños y ellos dijeron que hace un año estaban en ese lugar, que los antiguos dueños eran una pareja de ancianos, mi padre debió venderlo unos meses después de que nos hayamos escapado, ¿Qué tal tu?.

—Nada—Murmuro negando—Mamá vendió la casa, dejo el hospital, y le pregunté a sus compañeras de trabajo, solo dijeron que la despidieron, al parecer descubrieron algo sobrenatural en las zonas prohibidas y la despidieron, algunas dicen que la cruzan en el pueblo debes en cuando, pero no saben dónde viven.

Ambos se quedaron en silencio, Allison negando con la cabeza y sentándose a un lado de su esposo.

—Tres años lo cambian todo—Murmuro Allison apoyando la cabeza contra el respaldo del sofá en cuanto oyó el llanto de su pequeño de dos años.

—Debemos hablar con el Sheriff—Murmuro Scott levantándose y yendo a buscar a su hijo.

—Cambialo y nos vamos—Murmuro la morena mirando a su hijo.

Un hijo no estaba planeado en su huida, pero de un día al otro, se encontraron con un pequeño en brazos, huyendo de cazadores y lobos, luchando y siendo ahuyentados de territorios que ni siquiera sabían que tenían dueño.

Fueron echados de su antiguo hogar en el norte de California, porque era territorio de lobos, una manada de California que era manejada desde Beacon Hills.

Fueron desterrados de los pueblos cercanos a esos porque de alguna forma la historia de la cazadora y el alfa verdadero huyendo como amantes llegó a los oídos de los alfas de las demás manadas.

La traición que ambos cometieron dejando sus respectivas parejas llegó a los oídos de todo ser sobrenatural y todo aquel que esté enterado de esas extrañas pero maravillosas criaturas.

Las ninfas no los dejaban estar en los bosques, los alfas no los dejaban parar más que un día en sus tierras, y los cazadores habían atacado a Scott más de una vez.

Tres años de persecución los llevo de nuevo a la casilla de salida.

Y ambos saben que su esfuerzo fue por nada, porque su relación no es nada más que tóxica, y el hijo no planeado se las arruinó aún más, pero ninguno lo admitiría.

Hay gente que no nace sabiendo aceptar sus errores y busca la forma de culpar a otros con tal de parecer perfectos a los ojos de todos.

Only In Beacon HillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora