¡Pí, pí, pí!, ¡pí, pí, pí!- el despertador me arrancó de mi profundo sueño. Me apetecía seguir durmiendo un ratito más, no tenía ganas de levantarme. Harta de él, le di un manotazo, cayó al suelo y por fin se apagó. Aparté las sábanas a un lado y me incorporé. Me dolía la cabeza. Un dolor punzante, intenso y muy molesto. No recordaba apenas nada de lo ocurrido esa noche, pero según estaba la habitación-llena de ropa- no podía barajar muchas alternativas. <<Oh, no. Evan. Pizza. Vodka. Besos. Cama.>> pensé abrumada cuando empecé a recordar lo que pasó. Y encima, parecía que me iba a explotar la cabeza. Eso es lo que tiene la resaca. Repentinamente mil recuerdos se agolparon en mi cabeza, ya empezaba a tener las ideas más "claras", sí se podía llamar de alguna forma. Decidí despejarme un poco más dándome una ducha, además de suponer que no olería precisamente a rosas. Cogí mi toalla y miré por la puerta como una especie de espía para comprobar que no había nadie en el pasillo, y tras comprobar que así era y caminar a hurtadillas por él, conseguí llegar al baño, orgullosa de mi valentía. Abrí la puerta y entré dando un fuerte portazo, pero lo que no me esperaba era que la ducha ya estuviera ocupada. De repente, una cabeza con una cara medio dormida y el cabello oscuro y mojado asomó por la cortina.
- ¿Qué haces aquí? ¿Es que a tí no te han enseñado que cuando estás en casa ajena se llama antes de entrar?- me espetó con una voz ronca y malhumorada.
Joder. Cagada. Cagada, cagada brutal. Evan se estaba duchando y yo como una estúpida había entrado al baño.
- Eh... yo... lo siento...
- No te preocupes, si te ibas a duchar, aquí hay hueco- dijo abriendo más la cortina y señalando el espacio que quedaba en la ducha. Por suerte, no dejó ver más allá de sus abdominales, aunque me reprimí de mirarlos. <<¿Y ahora qué le contesto? ¿Le digo que cierre su estúpida boca y que se dedique a vacilar a otra, o salgo corriendo?>>. Y como no reuní el valor suficiente para decirle eso más todos los insultos que pasaron por mi mente, opté por salir corriendo de ahí cuanto antes. Cuando llegué a mi habitación estaba bastante agotada, pues pegarte un spring a las siete de la mañana no era muy normal. Y mi dolor de cabeza había aumentado. <<La que te espera hoy, querida Elena>> me dije a mí misma. Pero, a pesar de eso, decidí tres cosas:
1- Por el momento, decidí no salir durante un rato de ahí. 2- Llamar antes de entrar a cualquier sitio de esta casa. 3- Y por último, evitar a Evan por encima de todo. Este asunto no me gustaba nada.
Cuando decidí salir de mi "refugio" e ir a desayunar, lo hice. Bajé ya sin importarme si alguien me vería, entré en la cocina, saqué la leche y me la bebí directamente a morro. Puf, mi dolor de cabeza no cesaba. Es más, aumentaba cada vez más. No sería bueno ir hoy a la Accademia. Así que me desplomé en el sillón del salón y me tumbé sin hacer nada. Ni tele, ni música, ni pensar. Bueno, pensar a lo mejor sí, eso es inevitable. <<¿Qué hora será?>>. Miré el reloj de mi móvil, que misteriosamente estaba en la mesita del salón. No sabía por qué estaba allí, pero ahora lo que me importaba era saber qué hora era, pues mi tutor vendría a recogerme a las ocho. Ocho menos cinco, indicaba mi móvil. <<Joder, en cinco minutos Marcos está aquí. ¿Cómo le digo que hoy no voy a salir de casa? Mira, Marcos, verás, ayer por la noche Evan casi me viola. O mejor, ayer por la noche estaba yo tan tranquila tomándome una deliciosa pizza que Evan me había preparado con un delantal, que para qué mentir, le quedaba muy sexy, cuando, de repente, se me lanza y empieza a besarme, por poco me deja desnuda, y por menos me viola. Y para conseguir todo eso me emborrachó dándome vodka, y ahora tengo un dolor de cabeza que lo flipas. Oh, no, no hace falta que pongas esa cara de casi-desmayo, aunque yo también lo haría. Ahora vete y déjame a solas con mis estúpidos pensamientos. Adiós.>> <<Elena, relájate.>> pensó mi otra parte del cerebro.
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Jugar puede ser peligroso (Cancelada)
RomanceCuando un amor es imposible, es imposible. Pero no siempre muere en el olvido. Algunas veces se cumple, cuando las personas involucradas luchan por él, por mantenerlo. Cuando el atractivo italiano, creído y arrogante Evan ve aparecer por la puerta...