II

342 29 0
                                    

—¡Ah! Hola, Videl —saludó Krilin con una sonrisa jovial, sosteniendo en un brazo a su hija Marron.

De acuerdo, quizás él había venido a visitar al señor Goku.

—Buenos días —saludé con una sonrisa educada. A pesar de qué me sentía demasiado nerviosa—. ¿Está Gohan?

—Por supuesto que sí, de hecho estábamos esperándote.

—¿Perdón?

—¡Adelante! Pasa, no te quedes afuera.

Creí que el gesto había sido para que pudiese esperarlo en la sala, se me ocurrió que habría estado entrenando con su padre y Goten... pero...

—¡Oh, mi futura hija!

—Señora Chi-Chi, buenos días —incliné la cabeza con respeto mientras veía que en la sala no sólo estaba la señora y Krilin... sino literalmente todos los demás.

Desde la señora Bulma y la señora Número Dieciocho. Hasta Goten y Trunks atacando bolsas de frituras frente a la televisión; lo que sin duda me sacó de circulación, fue ver al Maestro Roshi y otros presentes que no pude reconocer.

—Buenos días a todos —saludé imaginando que por azares del destino, una reunión familiar se estaría llevando a cabo.

—¡Perfecto, aquí estás! —se abrió paso un hombre vestido de anaranjado, justo como era el traje del señor Goku y el señor Krilin—. No sé si nos hemos presentado antes pero no importa, soy Yamcha... y el de allá es Puar —señaló con su pulgar atrás de él donde hubo un simpático gatito color azul que volaba... y también hablaba.

Más tarde se presentaron todos los demás que yo no conocía. La señora Chi-Chi me quitó la canasta con la comida y me hizo sentar en la sala junto a la señora Bulma. Yo con una mirada de extrañeza en mi rostro que me era imposible ocultar.

—Estoy muy feliz de que estés aquí —susurró la señora Bulma entre medio del tema relacionado a lo efusivo que era el señor Vegeta con su entrenamiento—. Cuando Gohan dijo que vendrías para comer, Chi-Chi se emocionó mucho. Luego yo, por teléfono, llamé a todos para que te presentásemos oficialmente a los amigos que todavía no te conocían y por suerte, todos pudieron venir. Costó mucho arreglarlo todo pero, al final acá estamos. ¿Qué te parece?

Sentí que mi cabeza estaba dando vueltas.

—Genial —respondí sonriendo de forma mecánica—, entonces... todos vinieron... ¿por mí?

—En parte —la señora Bulma bebió jugo de su vaso—. Chi-Chi cumple años mañana y la convencí de que lo celebrásemos hoy —me guiñó el ojo con complicidad—, ella no quería hacerlo porque sentía que esta era la oportunidad perfecta para que Gohan y tú pudiesen estar solos... pero insistí en que seguramente ustedes querrían ir un poco más lento y henos aquí. Podrías aprovechar para acercarte un poco —dijo en un tono sugerente.

Si tan solo supiese...

Francamente no supe qué responder. No sabía que el cumpleaños de la señora Chi-Chi fuese hoy, ¿por qué Gohan no me lo dijo? De haberlo sabido, habría traído al menos un regalo y... y de cierto modo, la señora Bulma acababa de derrumbar mi cita convirtiéndola en una reunión familiar; en un festejo. Pero no podía quejarme porque apreciaba demasiado a la mamá de Gohan, pues en el fondo no me costó nada verla a ella como a una segunda madre. No me sentía con el derecho de enojarme o sentirse mal por esto... y menos no viendo, lo bien que se la estaban pasando todos.

Me quise abofetear a mí misma por no haberme dado cuenta antes, pero la señora Chi-Chi no estaba luciendo como siempre ni tampoco estaba cocinando, eran robots creados por Capsule Corp. Quienes lo hacían; y ella lucía fantástica con ese qipao* color azul con un chal blanco transparente que se sostenía por sus antebrazos. El cabello lo tenía recogido en un chongo con dos palillos y su maquillaje la hacía ver más joven.

𝑬𝒍 𝑺𝒐𝒍𝒐𝒅𝒐𝒎𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora