Si tengo que ser honesta no recuerdo mucho más de lo que ocurrió ese día; fue como si mi cerebro se hubiese apagado y todo ocurriese a mí alrededor sin yo percatarme de nada.
Traté de eludir a Gohan durante todo lo que quedó de la tarde mientras nos encontrábamos con el señor Goku en un punto casi exiliado donde él ya tenía lista una enorme fogata y una (muy larga) mesa de madera con todo lo que íbamos a necesitar encima de ella.
Mientras Gohan mantenía viva la fogata y persuadía al señor Piccolo para que le ayudase a cortar los jitomates, yo apoyé al señor Goku a limpiar al enorme pescado, a preparar el gigantesco plato hecho de plata (¿dónde lo habrá conseguido?) con verduras y al final volví casa de los Son con Gohan para bañarnos; esta vez usando la puerta trasera para no levantar sospechas de nada lo planeado.
Sin embargo, apenas pusimos los pies sobre la tierra, Gohan me tomó del hombro para detener mis pasos.
»Videl... yo... no tienes idea de lo mucho que te agradezco por haberme ayudado —dijo con un cierto toque de nerviosismo que me hizo hiperventilar.
Cabe decir que yo todavía no encontraba las palabras para responderle, aunque hice mi mejor intento.
»Por nada —musité con las mejillas aún rojas.
Por suerte cuando él me soltó, yo pude desviarme tomando mi playera seca del tendedero antes de pasar a la casa, Gohan me permitió ir primero a la ducha donde me vestí de vuelta con mi ropa inicial. Al salir de vuelta, lavé la ropa que me había prestado la señora Chi-Chi mientras esperaba pacientemente a que Gohan terminase de alistarse; para entonces, aguardar hasta la noche donde la señora Bulma, con ayuda de sus robots nos hicieron salir al jardín donde habían algunos postes de luz enterrados en la tierra iluminando perfectamente un área grande, donde ya se estaba preparado una enorme mesa con aperitivos y bebidas.
A la señora Chi-Chi casi le dio un paro cardiaco cuando la señora Bulma le confesó que no había cena para esa noche. Yo por supuesto, vi la mentira en esas palabras pero la señora Chi-Chi tardó un poco más en darse cuenta de ello. Hasta que todos, excepto ella, pudimos observar que el señor Goku con ayuda del señor Piccolo (quien tenía una cara larga) descendían del cielo con la enorme charola en sus manos.
»Chi-Chi, voltea y cállate. Tu cena está atrás de ti —pidió la señora Bulma con una enorme sonrisa burlona en la boca.
»¡No voltearé a ninguna parte! ¡No puede ser, Bulma! ¡Tú prometiste me...!
»Hola, Chi-Chi —la interrumpió el señor Goku a sus espaldas—. ¡Feliz cumpleaños!
»¡Y tú, pedazo de... ¿Dónde has...?! —pero pronto su molestia se evaporó para abrir paso a la sorpresa—, ¿pero qué es...?
Escuché a Gohan reír levemente a mis espaldas ocasionándome un ligero temblor.
Yo, con una sonrisa, bajé la mirada a mis pies sintiéndome extraordinariamente bien al lado de Gohan, con Trunks y Goten revoloteando por todos lados porque querían ser los primeros en morder el solodomí que desprendía un aroma exquisito... y con todos los amigos y familiares de los Son aplaudiendo para celebrar a la esposa más feliz de esa noche.
Cuando Gohan puso una mano sobre mi hombro para incitarme a tomar asiento junto a él, yo no me negué ni pregunté por qué no me había soltado hasta que la comida llegó a nosotros. Hasta que quizás, él pudo asegurarse de que todos los presentes estuviesen entretenidos en lo suyo para acercar sus labios a mí oreja y susurrar:
»¿Quisieras ir al cine conmigo mañana?
Sin voltear para verlo a los ojos, porque supe que si lo hacía iba a desmayarme, tomé el tenedor que estaba al lado de mi plato con tanta emoción adentro de mí que pensé que era sorprendente que no estuviese temblando.
Al final asentí con la cabeza.
»Sí —le dije con más dicha de la que quería mostrar, pero me resultó imposible contener mi alegría. Eso significaba que nuestra primera cita, todavía estaba pendiente.
»Me alegro —respondió Gohan en el mismo tono—, y esta vez... yo paso por ti.
Entonces se alejó para recibir con alegría a su madre quien, para sorpresa de nadie, volvió a preguntarnos con mucha insistencia cuándo íbamos a darle la noticia de que nos casaríamos.
Con suerte, quizás ese día llegase pronto.
Incluso yo, lo espero con ansias.
—FIN—
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Definiciones:
Qipao: es un tipo de vestido utilizado en China. De él deriva otro tipo de vestimenta conocida como cheongsam. Los tibetanos y vietnamitas usan trajes similares.
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𝑬𝒍 𝑺𝒐𝒍𝒐𝒅𝒐𝒎𝒊
Fanfiction『Gohan x Videl』Cuando Gohan puso una mano sobre mi hombro para incitarme a tomar asiento junto a él, yo no me negué ni pregunté por qué no me había soltado hasta que la comida llegó a nosotros. Hasta que quizás, él pudo asegurarse de que todos los p...