05 de septiembre del 2013

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Querido diario:
Mi cita con la Doc es mañana, espero que no se decepcione cuando te lea, el gobierno le está pagando por esto por que juro que ella no lo haría voluntariamente, es su trabajo escuchar y tratar de quitarle la loquera a los bichos raros como yo.
Todo normal en la mañana, la misma aburrida rutina de siempre, despierto, me ducho, me visto y me voy.
Me pregunto si algún día cambiará mi rutina, en la preparatoria imagine que seria diferente a la secundaria pero es lo mismo, SIEMPRE ES LO MISMO, lo único nuevo era Maggie, la gata callejera que vive en el lote valdio tras mi casa, un día llegó coja y sus maullidos me despertaron a la madrugada, estaba rasguñando mi ventana tratando de entrar, quise hecharla pero se me rompió el corazón al verla, tan pequeña e indefensa, herida, indefensa implorando un poco de compasión, la deje entrar y llamé al veterinario el siguiente día, mi madre nunca fue de gatos, y me dijo que veremos que este bien siempre y cuando no entre a la casa, por eso destruí las casa de los pájaros que había en el patio de los niños y "construí" una casa para la gata, es negra de ojos verdes, no muy grande, la llamé Maggie por que estaba viendo TWD mientras le buscaba nombre, mi madre le compra comida y yo me encargo del resto, todas las noches entra y duerme conmigo y el resto del día se la pasa afuera, mi madre ya me prohibió meterla pero ella se va al romper el alba y nadie se entera de nada.
Había llegado 1 mes antes de entrar a clases, maullaba cuando me iba y maullaba cuando volvía, yo la miraba desde mi puerta y le giñaba un ojo, por muy estúpido que suene esa gata era lo único que evitó que escapara de casa, por que me daba un motivo para volver.
"Aquí te espero William, para maullarte, frotarme contigo y ronronear a tu lado recordandote que aquí estoy esperando a que vuelvas por que dependo de ti y te necesito y te quiero"
Eso me gustaba pensar que me quería decir con su maullido.
Al llegar al colegio vi a Roxana y a Erick riéndose a carcajadas de quién sabe que, me senté en mi puesto al final del salón y hoy llegó una nueva profesora de Historia y un nuevo profesor de Arte, pareciera que la profesora  tuviera no más de 30 años, castaña, morena, lentes grandes como faros, cuerpo plano y un labial morado fosforescente que iba con toda su ropa que era morada, el profesor llevaba una larga barba canosa y la cabeza completamente calva, arrugas en los ojos, un ojo verde y otro celeste curiosamente, cogeaba y tenia voz de haber fumado toda su vida.
Cada profesor de cada materia nos hizo presentarnos de forma pública, Roxana dijo que venía de Brooklyn y que tenía 15 años, tenía 2 hermanos menores, su padre había muerto hace 3 años y su madre trabajaba en bienes raíces, no recuerdo nada más pero quisiera hacerlo para saberlo todo sobre ella, aunque no tuviera oportunidad de acercarme lo quería saber, Erick dijo lo mismo que todos los 3 años que lo llevaba conociendo, 17 años, 1 hermano menor obsesionado con ser como él, padre abogado, madre ama de casa, toda su vida la pasó en California, era buen tipo, a pesar de no ser muy listo era amable, simpático, y eso tal parece que a Roxana le encantaba por que siempre estaban juntos.
Cuando tuve que levantarme y hablar Roxana me miró, eso me puso mas nervioso que Linsday Lohan en las terapias de rehabilitación
M...m...mi nombre es William (no podía hablar sin tartamudear), tengo una hermana menor (Roxana seguía viéndome y me ponía cada vez mas nervioso) s...soy de a...aquí (Roxana deja de mirarme!!) y....eso es todo.
Me sente y la sangre no me bajaba de la cara, Roxana me vio con cara de "este idiota no tiene oportunidad conmigo" o al menos así lo vi yo, después de aquel vergonzoso momento no le preste atención al resto del día pensando en que diría Roxana y me le acerco, ¿y si es novia de Erick a pesar de que llevan 2 días de conocerse?, no sería ni la primera ni la última en estar con Erick después de recién conocerse.
Llegue a mi casa, Maggie no estaba así que pase de largo su "casa" y entré a la mía, ni mis padres ni Judith estaban así que comí el pollo que había en el refrigerador, tenía la salsa favorita de mi padrasto y disfruté comermelo por que el desgraciado se habia comido mi comida la semana pasada y no tendría derecho a reclamarle nada, y mucho menos fingiendo que la herida que le hice lo dejó "indispuesto" aunque los doctores ya dijeron que puede seguir con su vida normal, subí a mi cuarto y había una nota que decía:

         "William, fuimos a la             casa de la abuela           volveremos en 2 días"

Fueron con la abuela y no me llevaron, era la primera vez que me hacían esto, detrás de la nota habían 20 dólares y un cupón del 30% de descuento en herramientas de jardinería.
Después de comer me acosté a jugar en la computadora y ahí se acabó mi día.
Esto ya no me parece tan estúpido.

Diario de un chico absolutamente anormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora