Diario de un chico absolutamente anormal

11 de septiembre del 2013:

Querido Newt:
No sé en qué punto de la noche Judith y yo nos quedamos dormidos o cuando el ruido de mi padrastro golpeando a mi madre cesó
Solo sé que al despertar no estaban ni mi madre ni el desgraciado, había un poco de sangre en el suelo y todo el cuarto estaba desordenado, no podía ir al colegio y dejar a Judith sola así que no fui a clases, Maggie pudo estar dentro de la casa sin ningún problema, me puse a jugar ajedrez en línea e increíblemente la burbuja de messenger apareció en la pantalla y decía:
Hola soy Collette, por que no viniste hoy al colegio?
Ni siquiera sabía que tenia mi perfil de Facebook o donde lo consiguió si nadie sabe que tengo redes sociales, no se lo pude haber dado yo por que siempre que hablaba conmigo veía a Roxana e imaginaba que me hablaba ella
-Hola, ¿cómo es que tienes mi perfil de facebook?
-Fue fácil, dejaste tu celular en el asiento
Maldita sea, yo nunca había hecho eso antes
-Pues no creo que te interese el por que de mi ausencia, soy irrelevante
-Eres mi amigo, me preocupas
No se por que pensó eso
-No somos amigos, ni siquiera nos conocemos bien
-Bueno pues seamos amigos
-En realidad no quieres ser mi amiga, soy el tipo con el que no debes juntarte
Bloquee a Collette y seguí en mi partida, no había cronómetro lo cual era bueno, iba a mover a mi alfil para dejar en jaque al rey comiendome su caballo pero sonó la puerta, las sorpresas no acababan
Tome la jeringa y salí a ver quien era aunque en el fondo lo sabía, mi madre entraba con la cara llena de puntos y un brazo enyesado, detrás, mi padrastro con una bolsa llena de medicamentos y gasas gruñó al verme y gritó
-¿¡Que estas haciendo aquí!?, deberías estar en el colegio mocoso
-Pues Judith no se cuidará sola- respondí agarrando mi pantalón con ira
-¡Silencio!, ¿o quieres quedar como tu madre?
-Ya deja de contradecir a tu padre- interrumpió mi madre con voz baja
Al verla así, demacrada, me llenó la cabeza una rabia demasiado grande como para cerrar la boca, en ese momento fue suficiente y después de tanto tiempo, con la jeringa en mano yo tenía el poder
-¡Eres una zorra estúpida!, ¡¿después de lo que te hizo lo vas a defender?!, estas loca
-Cuidado con como le hablas a tu madre niño- dijo mi padrastro
-¡Tú cuidado de golpearla más fuerte la próxima vez!
-Te pedí no hablarle así a tu padre--volvió a decir mi madre
-¡Él no es mi padre!- respondí encolerizado
-¡Tu padre nos abandonó!
-Pues no será el primero
Mi padrastro se había acercado para golpearme, pero al aventar el golpe me agaché haciendo que golpee su mano con la mesa, tome la jeringa y se la clavé en el cuello y vacíe su contenido en su cuello, la saque y la volví a clavar y cuando cayó al suelo sangrando y me madre quizo ayudarlo, lo patee en las costillas y me abalance sobre su cuerpo, apuñalado su cuello una y otra y otra vez, hasta que no me sentí cansado y lleno de sudor no paré, estaba en el suelo, inerte, y mi madre lloraba en un rincón
-!¿Por qué él?!- pregunté
-Tu no lo entenderías
-¡Hazme entender entonces!, escogiste al hombre que desgracio más nuestras vidas y no hiciste nada mientras el se quedaba en el sofá mientras trabajabas, ¡explícamelo!
-Después de que lo apuñalaste, íbamos al hospital pero nos accidentamos, sufrió una fractura en la espalda que le genera espasmos en los brazos y piernas, por eso no pudo trabajar y empezó a beber para dejar de sentir dolor
Esa noticia no logró calmarme como ella esperaba, logró enfurecerme más, debido a que su mentira me costó demasiado tiempo de ira, y si antes de apuñalarlo era un completo hijo de puta, después fue peor aún, y mi madre tampoco se salvaría
-Madre, me mentiste, ¿por qué no decirme la verdad?
-No quería que sufrieras sabiendo que fue tu culpa que nos accidentamos por haber apuñalado a tu pa...padrastro- dijo con lagrimas falsas
-El no es mi padre, y tu no eres mi madre
La tome del cuello y la azote contra la pared hasta que dejó de luchar, después me aseguré de que murió poniendo una almohada en su cabeza por 15 minutos
Fui a mi cuarto con Judith jugando con su sonaja y Maggie en mi cama, de entre todos ellas no tenían nada de culpa
-Las quiero mucho a ambas, son lo único por lo que haré esto
Tome mi teléfono y llame al 911
-911, ¿cuál es su emergencia?
-Hubo un asesinato, yo los maté