14 de septiembre de 2013

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Querido Newt:
Por fin te recuperé, tengo que actualizarte sobre los sucesos de estos últimos 3 días
Llame al 911 y la policía llegó a casa tirando la puerta, yo estaba en mi cuarto viendo mi celular, cubierto de sangre con Maggie acostada junto a Judith, al llegar la policía no me sorprendió escuchar el típico "levante las manos", sabía que lo más favorable era no resistirme, por que aparte de contradictorio sería estúpido considerando que entregarme voluntariamente sería un atenuante de mi condena, me azotaron contra la pared y pusieron las esposas
-Tienes derecho a guardar silencio todo lo que digas puede y será usado en tu contra en un tribunal de justicia, tiene derecho a un abogado, sino posee uno se le otorgará uno, ¿entiende los derechos que le acabo de nombrar?- dictó el oficial
-Sí, que quede claro que me entrego sin poner resistencia
Entonces vi con el rabillo del ojo que un policía cargaba a Judith y otro metía a Maggie en una jaula
-Sean amables con ellas
30 minutos en auto y llegamos a la prisión antes de la prisión, mi celda estaba vacía afortunadamente, pero la de al lado estaba llena de pandilleros tatuados con mal gusto de la moda
-Oye, ¿quieres drogas?- susurró uno acercándose a mi
-Dudo que no te las hayan confiscado- respondí sin mirarlo a los ojos
-Podría darte algunas cuando salgamos de aquí
-Tu saldrás yo no
-¿Y tú a quien mataste??
Se debía notar que maté a alguien por mi ropa llena de sangre
-A mi madre y padrastro
-Que curioso yo también
-Pero no estas aquí por eso, ¿verdad?
En sus muñecas se notaba el enrojecimiento de las esposas, debía venir de lejos o quizo escapar, una parte de sus bermudas estaba rasgada, su camiseta sin mangas no tenía sangre pero tenía lodo así que lo más probable es que haya querido escapar y se haya tropezado con una cerca que rasgo sus bermudas e hizo que cayera en un charco cuando los policías lo acorralaron
-Pues no la verdad no, estaba vendiendo mi mercancía en una secundaria y alguien dio la alerta
-Y te esposaron, quisiste huir pero no pudiste al tropezar y caer
-Casi, me esposaron y cuando quise huir me tropecé cayendo en un charco y al levantarme me jalo de las bermudas la cerca
Casi acierto, me quedé callado esperando que no me hablara, sino había hecho amigos antes no los haría ahora
-¿Oye y cuanto tiempo vas a estar aquí?
Parecía que mi silencio no le dejó claro que no quería hablarle
-El necesario
-Te daré un consejo, eres joven, sal de esta vida de crimen, cumple tu condena y se alguien de bien, no seas como yo y mi banda
-Sabias palabras viniendo de alguien como tú
-En serio niño, no es burla
-Yo tampoco me burlo
Me llamaron y un abogado me recibió en una sala de interrogatorios
-Hola Will, soy Alfred tu abogado- me dijo levantándose y extendiendo su mano
Levante las manos esposadas y le devolví el saludo
-Yo no importo, salve a Judith y a mi gata
-Tu hermana y tu gata están bien, ahora lo que me preocupa eres tú, servicios infantiles ya esta buscando un familiar legal para que tome la tutoria de ambos, mañana te trasladarán al Central Juvenile Hall para esperar tu juicio, podríamos apelar a el testimonio de tu psicóloga para reducir tu condena
-Tienen mi diario, estaba conmigo cuando me arrestaron
-Esta confiscado, lo leí y podría servirnos
-¿Estuvo leyendo mi diario?
-Lo siento pero era necesario, mi deber aquí es que tú y Judith tengan un mejor futuro con el o la tutora legal que servicios infantiles encuentre, por ahora no declares nada y espera a mi visita
Se levantó conmigo y nos despedimos, salí de la sala de interrogatorios y regrese a mi celda, después de media hora de sermón del vándalo optimista me llevaron al Central Juvenile Hall
El autobús fue el clásico autobús vacío conmigo sentado al fondo con dos guardias a los lados, llegamos junto a otros dos buses, nos desnudaron y revisaron que no traigamos drogas, no sentí la más mínima humillación, él sólo hecho de estar ahí era algo hermoso en cierta manera, por que el estar ahí significaba que logré vengarme
El color naranja del uniforme era demasiado chillón, en mi celda habían un chico pelirrojo con cara de asustado y otro negro con cara de no haber dormido en días
-Hola- me saludo el pelirrojo
Lo ignoré y me acosté en la parte de abajo de la litera vacía
-Soy Calvin, ¿tú por qué estás aquí?
-Si lo digo te callas, ese será el trato- respondí esperando dejar de escuchar su irritante voz
-Todos se hacen los duros el primer día- intercedió el negro
-Estoy aquí por homicidio
-Yo estoy aquí por robo, tráfico de estupefacientes y homicidio- dijo el negro
No recordaba haberle preguntado
-Yo estoy aquí por violacion y homicidio- añadió Calvin
-Excelente aquí hay tres homicidas-dije sarcásticamente
-Y apuesto a que el primero morirá asesinado- bromeó Calvin
Y el negro río, y yo también, me reí con ellos aunque fuera un chiste estúpido, quizá el estar con inadaptados de la sociedad era lo mejor para mí
Después de haber hecho justicia me encerraron 4 días dictando la fecha de mi juicio y buscando familiares cercanos que pudieran hacerse responsables de mí y de Judith, llegó una tal Lisa diciendo que era la hermana de mi madre y fue a la prisión en donde seguía esperando el juicio
El horario es de la 1:00pm hasta las 4:00pm sábados y domingos, así que la vi un sábado, era una mujer alta, rubia y se notaba que estaba operada los senos, vestía un uniforme formal como si fuera a pedir trabajo
-Hola Will
-Hola, supongo eres mi familiar más cercano
-Sí, Alfred debió decirte que vendría hoy
-Lo hizo pero creí que no vendrías
-Quize venir a verte antes del juicio, lo más probable es que me quede a Judith y tu te quedes aquí pero con mi tutoria legal
-Ya lo sabia, Alfred me dijo todo
Alfred había ido verme el segundo día de mi estancia en prisión, dijo que el juicio sería en una semana y me contó de Lisa
-Leí tu diario, y me autorizaron a traertelo
Y te sacó de su bolso y sentí que se me estremeció el estómago
-La doctora Dumond ya sacó copias de él, fue astuto darle un diario falso
Te puso en la mesa y te tome con rapidez y revisé que estuvieran bien todas tus páginas
-No justifico a mi hermana por todo lo que sufrieron tú y Judith, pero no debiste hacer lo que hiciste
-¿Cómo están Judith y Maggie?
-Están en mi casa, están bien, la trabajadora social irá a visitarnos de vez en cuando para darme la tutoria
-Cuidalas bien, solo eso te pido
-Lo haré mejor de cómo mi hermana lo hizo
Se levantó y se fue, regresé a mi celda y Calvin y Marlon (por que así se llama el negro) me preguntaron por ti, creo que mi mirada asesina los calló para que no pregunten estupideces o se les ocurra tocarte
Y eso ha sido todo en estos días, la única diferencia a el resto de mi vida es que ahora la rutina va de acuerdo al horario de una prisión física y no de lo prisión mental

Diario de un chico absolutamente anormalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora