Viviendo Entre Secretos. Taeyong y Tú.

3. - Seúl, Corea Del Sur.

Me despedí de mis padres, me dolió que mamá no haya querido despedirse de mí, pero la entiendo.

Papá quería acompañarme al aeropuerto, pero me negué, quería hacerlo todo yo misma.

-Nos mandas fotos, nos mandas muchas fotos.- Mi padre tenia la voz quebrada, él casi nunca lloraba, era muy fuerte.

-Te amo papá, y amo a mamá, así que dile eso, y no te preocupes, te mandare muchas fotos, y estaré publicando muchas de ellas en mis redes sociales.- Dije sonriéndole, pues sabia que a él le encantaba que tomara fotos "buenas", pues a él le hubiera gustado ser fotógrafo y yo saque un poco eso de él, pues amaba tomar fotos.

-Espera te tengo un regalo.- Fue a su habitación y saco un regalo, era un gran regalo, se veía por el tamaño de la caja.- Ábrelo, te gustara y te será de mucho provecho.
Lo abrí y me sorprendí mucho de lo que había, era una cámara Canon Réflex Digital 80d, y dinero.

Empecé a llorar, no me contuve y papá me abrazo fuerte, me despedí una ultima vez y salí de ahí con mis maletas.
Un taxi ya estaba esperándome afuera de la casa, metí mis maletas en la cajuela y me metí en el taxi, nos dirigimos directo al aeropuerto.

2:12 am

Hice mi chequeo y papeleo, pues me quedaría allá como mínimo un año, así que hice mi cheek-in y espere a que diera la hora de tomar el avión, las 3 am y yo ya estaba abordó.
Fue un viaje largo de doce horas, no dormí nada, pues tenia mucho sentimientos encontrados, así que decidí abrir el sobre de mi hermano.

-Valla sorpresa, un libro, "Fantasmas y samuráis" cuentos modernos del viejo Japón. Ojee el libro y vi que tenia dinero adentro.- Les dije a todos que tenia el suficiente dinero.

4:10 pm.

Iba yo pisando por primera vez las tierras que mi muy querido abuelo tantas veces me hablaba, de su hermosa arquitectura, su cultura y haciendo énfasis en los hombres, en especial en el hijo del señor Lee.

Busque el supuesto cartel con mi nombre, y ahí en la multitud de gente había un hombre con el cartel que decía en letras grandes "WEN ZHANG".

El muchacho que lo sostenía tenia puesto un abrigo enorme color negro, una bufanda roja, un cubrebocas color negro y una gorra negra que tapaba toda su cara. Me acerque a él y de inmediato tomo mi maleta con la mano derecha y con la izquierda mi mano, me miro muy minuciosamente y me llevo con él hasta el estacionamiento donde nos esperaba una van color negro, me soltó la mano y metió mis maletas en la parte trasera de la van, luego camino hacia mi y se poso justo al frente de mi, quedando cara a ¿cara?, pues gracias a todo lo que traía no lo podía ver.

Y como si leyera mentes, se quito la gorra, y el tapabocas, como si estuviera modelando, su cabello castaño y sedoso se movió con el arrebate de la gorra, y su cara era como de porcelana, era muy blanco, casi como la nieve, su barbilla era muy pronunciada, y sus ojos eran moderadamente grandes, su mirada me intimido, lo admito.

El me observo con detenimiento, es algo tonto mencionarlo, pero parecía como si los dos estuviéramos vestidos como couples de esas que solo se ven en Pinterest, pues yo llevaba un abrigo de la misma marca que él, solo que él mío era blanco, bufanda rosa palo y un gorro a juego con el abrigo, el detenimiento con el que me miraba hizo que las mejillas tomaran un color carmín.

-Soy Lee Taeyong.- Dijo en ingles.

-Hola, soy Wen Zhang, puedes hablarme en coreano, entiendo perfectamente el idioma.- Le conteste justamente en coreano, y dado a esto el abrió mucho los ojos diciendo muchas veces "OMO" se veía tan cómico.

-Lo siento creí que todo lo que mi padre decía de ti era falso, al igual que el señor Liu, ¿Cómo esta él Wen?.- Su pregunta me sorprendió, ¿Acaso no sabia?, a mi ya no me dolía tanto hablar del tema, pero me preocupa que a él sí, por lo que el abuelo me contaba, eran muy cercanos.

-E..Él esta bien, se quedo en México, con la familia.- Dije forzando demasiado mi sonrisa.

-¿Él esta bien?, desde hace como 5 o 6 años que no recibo ni un hola de su parte, ¿estará enojado conmigo?.- Dijo caminando hacia la puerta del copiloto de la van.- Sube.- Y abrió la puerta para mí.- Que caballeroso, pensé.

Camine hacia él para meterme a la van me senté y lo mire desde ahí.- Sí, esta bien, solo que tiene mucho trabajo, ya sabes es viejo, pero es muy trabajador.

-Lo entiendo.- Dijo cerrando la puerta y dirigiéndose a su lugar, yo lo observaba pensando "lo acabo de conocer y ya le he mentido", que asco de persona que soy yo.

-Perfecto entonces vamos a casa.- Dijo mirándome, yo palmee en el asiento esperando a que avanzara pero no lo hacia así que voltee a verlo confundida.

-¿Su-secede algo Taeyong?.- Dios odiaba tartamudear, y era la primera vez que lo hacia después de mucho tiempo, desde que mi abuelo me regañaba diciendo que no debía de hacerlo porque me veía como una chica débil, ¿Por qué flaqueaba con Taeyong si apenas lo acabo de conocer?, exacto, él es nuevo para mí, un espécimen totalmente diferente a los estúpidos hombres que viven en mi ciudad.

-Eres distraída, ¿He?.- Dijo con un poco de burla.

-¿Distra..- No complete la frase pues Taeyong se había acercado demasiado, extremadamente a mí, tanto que sentí que nuestros alientos tuvieron una pequeña lucha.

-El cinturón.- Dijo casi sobre mis labios para después abrochar mi cinturón y encender la van. Lo observe y él tenia una sonrisa arrogante en su rostro.

-Gracias.- Dije.- Inepto.- Pensé. Pues él en un abrir y cerrar de ojos hizo que mi corazón se alocara completamente.