Cuando escribí este libro estaba consciente desde las primeras letras, que iba a estar dirigido a un público joven, pues yo soy un joven y sabía que personas de mi edad entenderían perfectamente cada una de las páginas de esta historia. Adictos al Fuego, es un tributo a la juventud, a los errores, a la experimentación; es un tributo total a esa etapa por la que todos vivimos y tiramos al olvido, que incluso a muchos avergüenza, cuando en realidad, todas aquellas experiencias vividas terminan convirtiéndonos en lo que luego somos. Adictos al Fuego, no les da cabida a los tabúes y habla abiertamente del sexo, de la homosexualidad, de las experimentaciones con las drogas, de todo aquello que cuando se llega a la edad adulta normalmente, encerramos con llave en aquel cuarto denominado "olvido", porque no somos capaces de aceptar que también vivimos esa etapa y que cometimos los mismos errores. En Alba, Matías, Nani, Petardo, "Zz", Anna, Jero, Lucia, Gema, Júpiter, Mono, Tito, Pilar, y en muchos de los otros personajes que forman parte de esta historia, están reflejadas las vivas realidades de la juventud hoy en día.
Entre estas páginas plasme mis más emotivos recuerdos, mis más dolorosas experiencias, también algunos pasajes muy divertidos de mi época de estudiante, mis pensamientos sobre el universo de la juventud, mi visión subjetiva de muchas cosas de la vida, extraídas desde las profundidades de mi subconsciente, tantas noches frente a mi ordenador, junto con una taza de café, mi más eficaz combustible. Quien se tome la tarea de sumergirse entre las historias que forman esta novela, os pediré un favor: ¡no se molesten en preguntarme si lo escrito allí, es todo real o es todo mentira! Que quede la interrogante en el aire como una moneda que consiguió levitar eternamente, sin mostrarnos si fue cara, o fue sello.
Yosman Alfonso Guerrero
"Todos somos adictos, a lo que nos hace daño".
Dedicatoria
Para:
Mi padre, el Guerrero, quien desde el cielo observa cada uno de mis pasos; Mi madre
Rosa a quien le debo el extraordinario hecho de existir; mis hermanos Keyla, Kender,
Carlos y Mónica; Giccel Rubio, cómplice y motivadora imprescindible de esta historia;
Víctor Aguilar, a quien por más que pasen los años sigo llamando mi mejor amigo; y para todos los adictos al fuego del mundo."Ella estaba loca, se despertaba por las noches de luna llena, en la azotea guardaba pequeñas piedras, y las lanzaba con la ilógica e imposible intención de golpear la luna, argumentando que esa luna no la escuchaba y que la odiaba, sin duda ella estaba loca, pero aun así yo ya empezaba a enamorarme de aquella locura, yo muchas veces le dije, que si estaba consciente que nunca golpearía a la luna, y me respondía que sí, que lo estaba, pero que no le importaba, porque en sus pensamientos las piedras siempre la alcanzaban, entonces entendí el mensaje de aquella chica sin cordura".
El Imperio del Amor
El día que lo conocí compre un libro de páginas en blanco, sabía que allí escribiría nuestra historia, esta historia que aún no termina, más que un diario, era un lugar en el cual plasmaba lo que sucedía cada día, ¡con lujo de detalles!, sabía que todo lo que sucediera con él lo recordaría, pero necesitaba escribirlo, necesitaba que el mundo conociera esta historia, cuando el amor te sorprende y no lo quieres aceptar, pero después de todo, ¡el amor siempre gana cualquier batalla!
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ADICTOS AL FUEGO
General FictionAdictos al Fuego: es una saga juvenil que refleja las realidades de las relaciones a temprana edad, el sexo, las amistades, las drogas, las decisiones erradas, el amor, el peligro, los riesgos, la experimentación en la juventud y sobre todo el masoq...