Capitulo X

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   La Chica Universitaria

        Mi nombre es Alba María Alarcón Hurueza, soy de Madrid, tengo 17 años, bueno en pocos días cumpliré 18, quiero estudiar enfermería, porque siempre he tenido la vocación de ayudar a quienes tienen dificultades de salud, me gusta ayudar a los demás, siento que esta es una carrera muy útil. Todos los días lamentablamente ocurren accidentes, todos los días muchas mujeres traen bebes al mundo, todos los días alguien necesita de un enfermero. Desde muy pequeñita he tenido claro mi carrera y ésta sin dudas es la mía.

        Ese fue mi micro discurso en la universidad cuando nos presentabamos. El primer día de universidad siempre es muy interesante, conoces gente nueva, mucha gente nueva, chicas que quizas se conviertan en tus amigas hasta la muerte, chicos que llegan el primer día a pediros vuestro número móvil porque desde el principio andan de cacería a ver a quien ligar, otros algo tímidos que van a la uni a cumplir su deber de hijos complacientes. Y porsupuesto las personas como yo, que venímos a estudiar de verdad, aunque de todas formas igual con las ansias de conocer amistades, después de todo eso es sencillamente inevitable. 

        Empecé a estudiar en la misma universidad en que estudiaba Matías habían pasado  dos meses desde que había regresado con él y las cosas marchaban bien, comencé en la Uni, se acercaba mi cumple numero 18, el habia empezado el ultimo año de  su carrera de letras. Y él  también comenzaba en un nuevo trabajo.
     
          Los primeros días en la universidad eran estupendos, mis padres estaban felices conmigo porque notaban mi entusiasmo,  conocí a dos chicas que de ha poco se fueron convirtiendo  en casi hermanas para mí. En esos días ya habia perdido mucho contacto con mi mejor amiga Anna, pues ella seguía trabajando en mi antiguo cole, y yo a duras penas encontraba ratos libres para ver a Matías.

          Él  en ese tiempo era tranquilo como siempre, me apoyaba mucho en el estudio y todo lo que necesitaba él lo conseguía mucho antes que mis padres,  quienes en esa época pasaban dificultades económicas. A mi padre lo habían despedido del College donde trabajó por más de 30 años y comenzó a tener problemas con el alcohol. Algo que poco a poco empezó a causar más y más problemas en nuestra familia, mis padres discutían con más frecuencia de lo normal, mi hermano hacía oídos sordos y ojos ciegos a todo lo que sucedía; y yo trataba con todas mis fuerzas de que todo ese entorno no me afectara. 

          Mi padre era un gran Psicólogo, durante mucho tiempo impartió clases en uno de los Cóllege mas importantes de Madrid, y a la par durante muchos años también trabajó en el ayuntamiento. Antes de casarse con mi madre tuvo un matrimonio de 20 años que no funcionó. Mi madre de la misma forma tuvo un matrimonio antes de casarse con mi padre y de igual manera tampoco habia funcionado y lo unico que le había dejado, eran mis dos hermanastros que ya eran adultos, quienes cuando yo nací ya tenían la edad que tengo ahora.

          Mi madre tenía 45 años cuando yo nací, así que era una señora bastante mayor y no estaba en misma capacidad para criarme a mi y a mi hermano, a esa edad no posees la misma tolerancia a las travesuras de tus hijos, por eso la entendía cuando teníamos nuestras diferencias.

         En la época de la universidad esas diferencias entre ella y yo se acrecentaron, porque los problemas que tenía con mi padre los drenaba conmigo. De pronto, el amor que tenía por Matías se fue disipando hasta el punto de prohibirle la entrada a nuestra casa y eso me afectó bastante. Y mis conflictos con ella crecieron aún más, no era aceptable que en la época de las dificultades económicas, él pagara los platos rotos, siendo él el unico que me ayudaba literalmente.

        Él seguía con su tranquilidad característica, decía lo de siempre, "esas cosas pasan", me decía siempre eso y yo intentaba calmarme. Después de todo él nunca fue el mejor amigo de mis padres, los respetaba por meras formalidades, el era el novio de la niña de papá y mamá. Cuando le contaba los problemas que sucedían en casa decía que me llevaría a vivir con él, que rentaría un piso para los dos, y eso me hacía sentir bien, me demostraba que me amaba y que estaba dispuesto a todo por mí.

       Eso era lindo, pero ambos sabíamos que era más complicado que decirlo,  aunque ya era mayor de edad y podía hacerlo, eso si traería problemas de niveles altos con mis padres, así que decidí por intentar esperar a que las cosas con mis padres mejoraran, era la opción más saludable para todos.
     
  
          

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