Despertó pasada la media mañana, llevaba su pijama favorito y una taza de café se posicionaba entre sus manos. Era sábado, un sábado horriblemente lluvioso, bueno, toda la semana fue de esa manera. Revisó sus apuntes mientras terminaba de desayunar, llevaba sus clases bastante bien, apenas fue la primera semana; pero sin duda el cambio de ciudad y horarios le había ocasionado un revuelo en todo el cuerpo. Ha tenido un poco de dolor muscular, un poco de estrés por la histeria en las calles y cree que está a punto de pescar un resfriado, espera que no, no puede darse el lujo de faltar a clases y perder el hilo desde los primeros días.
Siempre ha sido así, muy ordenado, muy correcto en todo, bueno, o eso creía. Se puede decir que eso creía porque ha comenzado a mensajearse con un florista que: No conoce, al menos no demasiado, tiene siete años más que él y le obsequia flores a cambio de un dato suyo. Eso, sin duda alguna es raro, pero él decidió seguirle el juego.
No tiene demasiado por hacer un sábado y JaeBeom le ha dicho que si tenía tiempo libre se pasara por la tienda, quizá luego de terminar su turno vayan por un café. >Quizá< ha dicho él, pero la verdad es que quiere que eso pase, quiere tener una cita o tal vez solo quiere tenerlo para él por una hora o un poco más.
Cambió su ropa por algo no demasiado elegante, casual, pantalones negros y un suéter beige claro, se plantó sus tenis y salió disparado abrazando su paraguas. El pronóstico no mencionó nada de lluvias por la tarde, pero esas nubes le daban bastante mala vibra y prefería prevenir a curar un posible resfriado. Llegó a la florería, bonita y alegre como siempre, pero había algo distinto, mejor dicho, alguien.
–Hola, ¿Puedo ayudarte en algo? –Un muchacho de no más edad que JaeBeom se encontraba del otro lado del mostrador, llevaba el cabello un poco más largo de lo común y una barba de unos días. –¿Buscas algo en especial? –Se quedó un momento en silencio y musitó un pequeño: Solo estoy viendo.
No es que él estuviera esperando que JaeBeom siempre lo recibiera con una enorme sonrisa, el hombre tenía una vida, pero al menos quería que ÉL estuviera allí. Ojeó el gafete de aquel hombre, YoungJae, quizás él era el chico que le prestó su uniforme a JaeBeom la primera vez que se encontraron, era eso o aquel chico YoungJae amaba compartir su ropa. Suspiró pesadamente, listo para retirarse, comprar algo para el almuerzo y seguramente pasar toda su tarde enredado en sus cobijas. Se despidió bajito del tal YoungJae, abrió la puerta del lugar y chocó contra una superficie blandita y cálida, como un bollo de canela.
–Lo siento mucho, no vi...Por dónde iba. –Tragó en seco y casi que su paraguas se le cae de las manos por arreglar sus gafas, las cuales fueron movidas por el impacto. –JaeBeom...
–Jin, hola, ¿Ya te ibas? –Sería muy vergonzoso volver a entrar y comprar algo, sería muy vergonzoso porque estuvo como veinte minutos viendo una planta ahí dentro y no le compró nada a YoungJae .
–Yo, bueno, estuve viendo algunas cosas y... eso.
–¿No llevas nada?
–No me apetecía nada.
–Espera aquí, iré por mis cosas y podremos ir por un café, ¿Si? –El azabache sonrió sin fijarse en la respuesta contraria, solo entró y lo dejó esperando un buen rato.
Comenzó a llover bastante fuerte, a pesar de que el pronóstico dijo que no lo haría, así que abrió su paraguas porque el pequeño techo de la tienda no estaba siendo de ninguna ayuda. Vio su teléfono y solo habían pasado cinco minutos desde que JaeBeom había ingresado en la tienda, una eternidad para él. –¡Lamento mucho haberte hecho esperar! Toma, hoy te verás muy bien con jazmines. –
Jazmines.
El jazmín es una flor que, en cualquiera de sus colores, simboliza la amabilidad, la modestia y la sencillez, todo debido a que se trata de una planta hermosa pero al mismo tiempo muy simple. Por eso podemos regalarla a alguien que reúna estas características.
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Libro de flores [Bnior] (Adaptación)
FanfictionJinYoung es un joven estudiante de literatura que se ha mudado a una nueva ciudad, lejos de su familia y con las calles repletas de personas que pasan de él, decide entrar en una bonita florería... ¿Qué encuentra ahí que llama tanto su atención? Es...