"Partida por un sueño" (1/2)

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Un año y medio atrás...

Residencia Loud. 9:37 a.m.

¿Cómo debería iniciar? ¿Fingo que no los he visto o simplemente lo hago de la manera normal? Bueno, supongo que es igual —Lincoln acomodaba una maleta donde metía ropa, materiales de dibujo y muchos comics—. ¡Oh, hola! No los había visto, ha pasado un tiempo desde la última vez que les dirigí la palabra —cerró la maleta y sonrió hacia la cuarta pared—. Luego de un arduo esfuerzo ayudando a mis hermanas el día de ayer, me topé con este cartel —sacó un cartel de color rojo con globos de mensaje muy llamativos que dictaban: “Curso de verano gratuito. ¡Único e irrepetible! Desarrolle sus capacidades para la elaboración de comics, ¡no se lo pierda!”. También venía un número telefónico junto el nombre de los encargados de dicho curso. Quizá fue mera coincidencia, ¡o el mismo destino! Quien sabe, pero parece que por fin la vida me ha escuchado y podré desarrollar mi pasión por los comics. Si me lo propongo, ¡podré realizar uno propio! Y tal vez pueda ser reconocido por algo en esta enorme familia llena de talentos. ¡Piénsenlo! ¡Lincoln Loud: dibujante y escritor de comics! ¡No suena tan mal!  En fin, el autobús llegará a las diez, no tarda. Debo estar listo para cuando esté aquí.

Soltó un suspiro. Antes de salir por la puerta de su habitación, fue sorprendido por varias de sus hermanas.

—¡Lincoln! ¡No te vayas!

—¿Quién me apoyará en el partido?

—¿Quién disfrutará de mi show especial?

Todas soltaban sus quejas y disgustos acerca de su ida. Sin embargo, Lincoln las detuvo en seco.

—Chicas, chicas. Tranquilas… no va a pasar nada, ¿qué son dos meses sin mí? Además, ya les ayudé en todo lo que pude y estoy seguro de que estaré orgulloso de cada una de ustedes cuando vuelva… y bueno, para entonces, espero que ustedes también puedan estar orgullosas de mí. Las quiero a todas.

—Oww —todas lo vieron con ternura y se dieron un abrazo grupal.

—Cuidate, Linky, superate —animó Leni con una sonrisa.

—Ve con todo, bro.

—Anda, haznos sentir orgullosas, hermanito —dijo Lori cruzada de brazos mientras sonreía.

—Gracias, chicas —sonrió.

—Parece que el autobús ya está llegando —comentó Lynn, quien veía por la ventana.

—Bueno, llegó la hora de decir adiós —el albino suspiró.

Todos bajaron a la planta baja y salieron de la casa. Toda la familia Loud se despedía de su único hijo y hermano, aunque faltaba alguien ahí. El señor Quejón observaba todo esto a través de su ventana.

El autobús había llegado, tal y como había mencionado Lynn. Era de color rojo, casualmente del mismo color del cartel. De él salió un hombre alto, con ojos entre verde y azul. Sonreía maliciosamente mientras se acercaba hacia la casa. Vio la maleta del joven Loud.

—Buenos días, tú debes ser Lincoln Loud. Vaya que tienes una inmensa familia, es sorprendete. Estoy seguro que te serán de inspiración en los comics —miró al albino y luego a su familia.

—Sí —Lincoln rio nervioso—. Estoy emocionado por tomar este curso.

—Puedo prometerte que cuando salgas de ahí, sabrás con totalidad que los comics son tu futuro… a menos, claro, que alguien llegue a interrumpirte.

—¿Qué quiere decir?

—En el curso te explicaremos como funciona, tus padres ya están enterados y estuvieron de acuerdo.

The Loud House: Save them... save him...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora