¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La policía llegó esta noche cerca a Bukchon Hanok, para ver a un chico con la cabeza destrozada contra el pavimento y un gigante charco de sangre seca. La necropsia previa a la autopista reveló incisiones en la Unión de la médula con el cráneo. Y la autopsia, dio a luz, la total falta del líquido cefalorraquídeo.
----Oh Dios mío, eso tiene que ser...
---Es uno de los nuestros, tiene que serlo. --- SeungHyun estaba parado frente a la televisión plasma, con todos los músculos tensos.
Hyunsu, se mantenía enfundada en una manta celeste en el sofá de cuero negro de la Sala de casa. Jiyong acariciaba suavemente el cabello de la chiquilla, pegandola a su pecho.
---Pudieron matarla, Seunghyun, ¿Eres consiente de eso no es así? ¡Es tu hija! La tratas como otro de tus hombres, maldita sea, ella no es uno de esos tipos, no es como tú, no es como yo.--- Jiyong parecía demasiado furioso, sus ojos brillaban de enojo.
Hyunsu intentó obviar lo que se venía, era imposible hacerlo, pero habiendo crecido junto a ambos adultos, el hacerse de la vista gorda en las peleas de ambos, era un don bien desarrollado.
Seunghyun se paseó por la estancia con desesperación, estaba arto de las peleas con Jiyong, siempre sacando algo para discutir, siempre interrumpiendo en su trabajo, quejándose, era un dolor en el culo, siempre entrometido y haciendo enojar al mayor. Jiyong no estaba muerto de milagro.
---Jiyong, es mi hija, yo decido como criarla, por favor, mantén silencio.--- La reacción de Jiyong no fué "la mejor" Intentó pararse y encarar al mayor pero fué detenido por Hyunsu que lo miraba expectante.
Suspiró tratando de tranquilizarse, mientras no apartaba la mirada del mayor. Estaba vestido de traje, su mandíbula estaba fuertemente tensa y el ceño estaba fruncido. Seunghyun se volteó en dirección a Jiyong, chocando con la chispeante mirada del menor, ignorándolo se dirigió hacia Hyunsu con un paso calmado y firme.
Estando de cunclillas junto a Hyunsu, conectó la mirada con ella, Se le escapó un suspiro de preocupación, haciendo que la menor dejara sus manos en su rostro.
Seunghyun podría ser ese padre ausente que se describe en mil y una historias, pero Seunghyun amaba a su hija. El trabajo lo consumía y no había tenido tiempo de conocer bien los pasajes de ser un padre, aun así, todo por lo que se esforzaba tanto, era por mantenerla y darle todo lo que quisiera. Tal vez cometía errores (como el de esa noche) pero estaba fiel a que lo hacía porque quería que ella se valiera por sí misma.
---Papá, está bien, fué un error, todos lo cometen... --- Seunghyun tenía esa sonrisa satisfecha al oir las palabras de la menor. Dejando caricias en las manos de ella, se alejó y buscó la manera de cargarla.
Con cuidado la quitó del sofá sosteniéndola en sus brazos como princesa, dirigiéndose al cuarto de Hyunsu seguido de Jiyong. La menor reía dulce, mirando a su padre, que le devolvía aquella mirada llena de amor y confianza.
La dejó en su cama y la arropó, como cuando ella era niña y lo esperaba en el sofá hasta tarde, ansiosa a que volviera del trabajo para mostrarle sus dibujos, o alguna que otra cosa que aprendía, pero su cuerpo no aguantaba lo tarde de la noche y quedaba dormida en profundidad, siendo cargada por su padre hasta la cama, quién ya ahí se quedaba largos minutos, viendo el rostro de su hija con anhelo.
Cuando ambos adultos salieron del cuarto de Hyunsu el silencio los abrumó, ninguno tenía algo que decir en esos instantes. Jiyong tenía en el pecho esa sensación de calidez, que tenía cuando Hyunsu era niña y Seunghyun tenía esos gestos tan dulces con ella.
---Lo siento, Sé--- Quedó en silencio buscando las palabras correctas--- Sé que cometí un error, mandaré a investigar que pasó, hasta entonces, Hyunsu no hará nada fuera de la facultad. --- despeinandose Seung se apoyó en la puerta de su hija, todo lo tenía superado.
Jiyong le sonrió, lejos de irse y dejar que el mayor se quedara solo, para embrigarse y terminar desaliñado en el sofá, le tomó la corbata, desanudándola con movimientos sutiles, sin dejarle de mirar a los ojos igual de potentes que los de Hyunsu.
Quitó todo lo que se interponía entre él y el pecho desnudo del mayor. Seunghyun lo tomó por el cuello, fundiendo sus dedos en la piel dulce del menor, besándo los labios que tanto lo seducían en tiempos de guerra.
---No volverá a pasar esto--- dijo con una amenaza latente en las palabras refiriéndose a lo que pasaba en ese momento--- Si mañana no comes con nosotros, hablo en serio Seunghyun. --- el mayor le sonrió, tomándolo de las caderas y levantándolo en dirección a su cuarto.
---Tu mandas amor.
Que asco Hyunsu, no quiero volver a ver esto jamás.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
