Inside Demons [Ashton Irwin]

Prólogo

Actualmente la humanidad convive con el mayor temor del ser humano: las pesadillas. Las pesadillas pueden ser reales, ficticias e incluso pueden destruir las mentes más privilegiadas. Tienen el poder de tomar control sobre tus sentimientos, tus emociones, tu vida. Lo que la humanidad no se imagina es que las pesadillas, tal y como las conocemos, se han hecho realidad.

Por el mundo vagan dos especies de lo que llamamos "demonios interiores". Estos demonios pertenecen a dos familias pilares en el mundo demoníaco: Los Dariel y los Barlam. La familia Dariel se caracteriza por ser pacifistas, llevan una vida normal siempre y cuando no se metan con ellos. Apenas se meten en líos, es más, los llegan a evitar cuando pueden y sus ojos son blancos como el alba.

Por otra parte, los Barlam. La rebeldía es su forma de vida. Se saltan las normas, no les gusta la convivencia y, en tiempos antiguos, han matado y creado auténticas sangrías. Sus ojos por lo general son negros como el azabache aunque puede haber excepciones ya que algunos que han matado repetidamente se les cambia el color a rojos o amarillos.

Todos los demonios en su forma humana tienen la capacidad de poder cambiar sus ojos por unos ojos exactamente iguales a los de cualquier humano para pasar desapercibidos entre la multitud y garantizar su seguridad en este mundo.

También ha ocurrido que demonios de la familia Dariel por sus fechorías han llegado s pasar a ser demonios Barlam con ojos negros pero no viceversa. Una vez que te conviertes en un Barlam no hay vuelta atrás.

Nadie sabe cómo han salido de la prisión en la que estaban confinados pero ahora están sueltos y eso es bastante peligroso ya que para los humanos estas criaturas antropomórficas son como cualquier ser humano pero más deseables y destacan por encima de los demás.

En Chicago, Estados Unidos, en el instituto local West High School conviven con estas criaturas, en concreto con cuatro. Siembran el caos, nos les gusta que les dirigan la palabra y menos que les llamen por sus nombres de pila. Se podría decir que su vida como adolescentes de penúltimo curso está yendo sobre ruedas y si sumamos el hecho de que estas criaturas de apariencia humana no envejecen sería ya la guinda sobre el pastel. 

Pero es posible que no estén solos. Sólo les hace falta fijarse a su alrededor...