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Se sentía cansado de tanto correr, sudaba a mares y parecía desmayarse en cualquier momento.

Sus piernas estaban cansadas y no tenía muchas fuerzas para huir de nuevo.

Y si, podían decirle cobarde pero quien en su sano juicio racionaría bien ante comprometerse forzadamente?

Ya lejos de los extensos jardines del palacio, corrió a toda velocidad hacia el bosque afuera de la cuidad de Altea; un tanto desesperado, dio varias vueltas y trató de no dejar rastro por si su padre se le ocurría buscarlo cerca.

Cuando sintió que ya estaba lo suficientemente lejos paró (además de sentir sus piernas desfallecer), se sentó recargado en un tronco recuperado energías. Después de unos minutos en silencio, más tranquilo, rompió el llanto silenciosamente, está condenado.

Tal vez en un pasado Lotor y él habían estado profundamente enamorados y se amaban más que a nada pero aun así la presión sobre sus hombros y la despedida que afrontó antes le hizo cuestionarse realmente; había que si le quedaba claro, todavía sentía algo por él y eso le aterraba.
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Flashback...
Hace 4 años atrás...
Desde el romance que tenía con Lotor, Lance se había vuelto experto en escaparse del castillo.

Su padre estaba tan ocupado enseñándole el pueblo Allura que ni notaba que su hijo faltaba a cenar; en parte Lance se sentía aliviado de que no lo notara y a la vez triste por que cuando lo necesitaba nunca estaba.

Cuando esquivo exitosamente los guardias nocturnos de los jardines no pudo evitar sonreír bobamente. Ya afuera, Lance sacó el pequeño dibujo mal hecho de Lotor sobre donde se encontrarían, camino tranquilo hasta darse cuenta a donde se dirigía; su madre alguna vez le había dicho que nunca debía ir a los bosques fuera del reino, que era muy engañoso y peligroso, y ojalá hubiera hecho caso.

Ya adentro, Lance sonrió encantado por los pequeños insectos brillantes que iluminaban el bosque.

-No es encantador?- preguntó una voz muy conocida detrás de él, tan pronto volteó se abalanzo hacia él mayor abrazándole por el cuello.

-No más que tu- murmuro el menor sonriente, Lotor lo beso suavemente riendo entre el beso.

-Listo?- preguntó el mayor con emoción, Lance mostró su bolso y sonrió encantado.

-Más que nada- respondió confiado tomando la mano del otro, Lotor le guió aun más profundo del bosque sonriendo coqueto -Dolera?- preguntó en voz baja, Lotor paró la andada volteando.

-Claro que no cariño- acarició la mejilla del menor trasmitiéndole confianza -Solo será unas gotas de sangre- dijo confiado, Lance sonrió en respuesta acercándose para besarle de nuevo.

Volvieron a tomar camino esta vez más juntos. Después de unos minutos, ambos llegaron a un llano con un pequeño estanque, Lance emocionado se aproximó a él y agitó con sus manos el agua para ver cómo el agua brillaba por el movimiento.

-Este lugar es hermoso- dijo ilusionado, Lotor sonrió enternecido, ayudó a Lance a levantarse.

-Debemos empezar- susurró suave al menor, Lance asintió decidido mientras quitaba su camiseta y pantalón dejándole solo en ropa interior y con un gran sonrojo. Lotor prosiguió a lo mismo dejando ver su cuerpo mucho más madurado y grande que él del otro; Lance se sonrojó aún más viendo el cuerpo de Lotor -Algún día tu también crecerás- dijo el mayor riendo un poco.

-Que debemos hacer ahora?- trato de evadir el tema, Lotor sacó de entre sus ropas una pequeña daga que a simple vista podrías deducir que era demasiado filosa, Lance trago saliva con solo verla.

Mis ojos en ti //Lancelot//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora