the secret dimension (Terminada)

Capitulo 18

Han pasado varias semanas, creo que dos o tres, no sé exactamente, aquí el tiempo pasa de manera tan imperceptible, simplemente nos fijamos la hora pero no en que día estamos; supongo que es mejor no saberlo si resulta que eres una chica del futuro. 

Enjuago mi rostro con agua y luego lo seco, intentando fallidamente peinar mi cabello, se levantó con rebeldía y no quiere ponerse en su lugar. Mientras lo hago, la pequeña Victoire cubre su boca con una pequeña mano y ríe, observando como de pérdida estoy con esto de crear un peinado. Es estúpido, porque por lo general llevo mi cabello rizado suelto sin importancia o trenzado o en una coleta, pero últimamente algo ha cambiado en mi y no sé por qué; como que siento ganas de arreglarme más, de verme más guapa. Si es que alguna vez lo fui, claro. Alguien diría que ser rubia es sinónimo de ser perfecta, pero soy todo lo contrario, mi imagen es desalineada y un espanto para amantes de la moda y la buena presentación. ¿Bonita? No lo pienso, tal vez mis ojos, pero es lo único que me agrada en este instante. Suelto un gruñido de exasperación y desisto de peinarme, no es justo que simplemente porque ahora tengo ganas de arreglarme más, deba perder tiempo en ello, iré así de horrible y no importa que vuelva a cruzarme con él y me vea de este modo… Oh, no, no, no, no. Yo no puedo estar queriéndome arreglar para él, ¿cierto? Es decir, ¡vamos! Eso es casi una broma de mal gusto. El punto es que no, yo no puedo estar queriendo arreglarme para alguien, esa no es Chloe; no soy yo. ¿Qué si las demás chicas lo hacen todo el tiempo? Seré la excepción y así será para siempre.

—Tía Chloe, ¿Por qué haces esas caras? –pregunto Vic a mi lado, observándome con curiosidad.

No me había dado cuenta de que estuve mirándome acusadoramente frente al espejo todo este tiempo, tratando de avistar el cambio en mi y la respuesta del porque, me sentí avergonzada por actuar como una tonta frente a una niña pequeña que aun no comprende la adolescencia. Me aleje del lavado y tome su mano entre la mía.

—Porque tu tía Chloe está loca –le sonreí, ella soltó una risita dulce y toque su nariz con la punta de mi dedo–. Anda, vamos a vestirnos.

Victoire se quedo a dormir el día de ayer, estuvimos pasando tiempo juntas, jugando con sus juegos de té mágico y muñecas, finalmente ella no quiso dejarme ir y Molly le pidió a Fleur que la dejara quedarse. La pequeña durmió en mi habitación, en mi cama, conmigo. Me sentí un poco incomoda al principio, porque no la conocía, pero debo admitir que me recordó a la pequeña Kenzie, los mismos risos que rebotan cada vez que ella camina, los grandes ojos claros y esa sonrisa juguetona. Extraño a mi hermana y está mal buscar reemplazos aquí, pero honestamente, Vic es lo más cercano que tengo a una hermana pequeña en este momento y de todos modos, se supone que todos creen que soy su tía; necesitamos procrear un vinculo afectuoso.

Entramos en mi recamara y nos vestimos para bajar a desayunar, ella tiene un vestido rosa pálido con listones y bordados de flores blancas, sus zapatillas son del mismo color y en el cabello le coloco una cinta de color rosa formándole un moño en la parte de la corona. Cepillo su sedoso cabello ondulado y me regala una sonrisa.

—Cuando crezca, quiero ser tan bonita como tu –sus palabras me sorprenden y apuesto a que mi rostro luce gracioso.

—No hace falta, cariño, ya lo eres –le aseguro.

Me coloco un vestido con mangas cortas que tiene un lazo negro muy pequeño rodeando la cintura, es color blanco y de la falda hacia abajo es ondeado, me llega hasta un poco más arriba de la rodilla y tiene lunares negros por todos lados, es suelto y fresco por lo tanto me encanta. Mis zapatillas son muy estilo bailarinas del mismo estampado que el de mi vestido. Alguien entra por la puerta justo cuando estamos por marcharnos y me giro para ver a Hermione contemplándonos.