𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐦𝐢𝐠𝐨 ⥄ 윤민 (𝐌-𝐩𝐫𝐞𝐠) [Libro I]

Parte 15.

"Capítulo 15: ¿Cercanía?"

Ni Jimin, ni YoonGi, sabían qué tipo de relación tenían en ese momento, pero desde ese día su cercanía y posiblemente "amistad" había mejorado un poco, eran más cercanos, cosa a la que aún le tenían recelo o un poco de vergüenza, más cuando el tipo de cosas como atarse los cordones de los zapatos era un lío completo para Jimin.

Para YoonGi no era ningún problema ayudarlo, a este paso de su existir le era la cosa más adorable, pero para Jimin era la situación más bochornosa de todas, tanto que a veces prefería usar sus pantuflas.

En esa ocasión había querido salir con Jin, según el peli rosa, quería informarle sobre algo, lo cual sólo en él podía confiar, por tanto Jimin estaba muy emocionado, Jin era la imagen maternal que en esos momentos no podía tener, pero también, salir con él se le hacía un poco incómodo.

El doctor anteriormente le había dicho que tenía que hacer un poco de ejercicio, claro, si es que su cuerpo podía soportar el movimiento, pero no en exceso.

Jimin tomó muy en cuenta las palabras del médico y por eso lo había aceptado, para luego cancelarlo, si, cancelarlo. Ya no tenía las ganas tan elevadas de salir en lo absoluto, cuando se estaba cambiando, se dio cuenta de que su pequeño cuerpo había cambiado completamente.

Sus caderas estaban cada día más anchas, si antes su bebé no se notaba, ahora parecía querer con ansias que el mundo se entere de que viene en camino, la piel de su vientre donde albergaba su bebé estaba muy estirada y con algunas pequeñas estrías muy notorias a los costados.

Había recordado que hace un mes, en su cita de su quinto mes, el doctor le había mencionado que en cualquier etapa de su embarazo vendrían fuertes cambios hormonales, en donde se vería feo, horrible y gordo, más claro, estaría insoportable.

Y eso era lo que sucedía en el muy seguido, en ese último mes, cada que se miraba en el espejo luego de tomar un baño. Se veía obeso, cachetón, incluso todo esto había llegado al punto en el que pensaba cosas que no debía pero luego recordaba a su pequeño, en lo hermoso que sería, en lo feliz que estaba en ser él quien lo cuidaba en su interior, en cómo se ira su carita, sus diminutas manitos y cómo era muy sensible, terminaba llorando sobre la taza del baño, disculpándose con su bebé, quedándole en claro que por él, todo valía la pena.

Sin embargo, las ganas de salir se le quitaban, viéndose en la obligación de quedarse en casa.

No era una "obligación", más bien, para Jimin era lo mejor del mundo quedarse en casa con pijama junto a Taehyung y Jungkook comiendo palomitas de mantequilla, las cuales en este último mes, se habían convertido en su adicción.

Suspirando profundo tomó una camisa larga color rosa que Jin le había regalado el mismo día en que le dio el brazalete, un pantalón de chándal y sin más se cambió. Ahora, el cambiarse de ropa sin dificultades se estaba volviendo un reto, aún podía hacerlo sólo pero se cansaba mucho.

Finalmente de tiró sobre la cama con los pies tocando el suelo provocando que su camisa se levantara un poco, dejando a la vista una pequeña parte de su barriguita.

Cerró un poco los ojos hasta que de pronto sintió una mirada atacándolo fijamente haciendo que abriera sus ojos de inmediato.

Ahí estaba él, YoonGi, quien ya desde hace varios días, era dueño de sus pequeñas y vergonzosas sonrisas.
El entró con cautela en la habitación y se coló por alrededor de la cama para observar a Jimin.

Lo detalló atentamente como si estuviera pidiéndole permiso para poder acercarse y poder acostarse a su lado, a lo que Jimin rápidamente afirmó con la cabeza.