𝐒𝐨𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐦𝐢𝐠𝐨 ⥄ 윤민 (𝐌-𝐩𝐫𝐞𝐠) [Libro I]

Parte 19.

"Capítulo 19: A sus pies."

Y de la nada había llegado el día más difícil de todos.

Debía invitar a Jimin a cenar con él, sin embargo sentía que no iba a poder, sin tan sólo con acercarse sentía vergüenza y se arrepentía de querer hacerlo.

Pero tenía y quería hacerlo, de lo contrario moriría y posiblemente el amigo de Jimin, Jin, lo mataría.

Él había salido a comprar unas cosas que SeokJin le pidió al día siguiente de haber aceptado ayudarlo en su plan y en realidad, le urgía llegar ya que dejó a Jimin solo, cosa que le aterraba.

Yoongi no sabía con qué cara debía mirar a Jimin, aunque si bien lo pensaba, sus nervios eran completamente absurdos, ellos ya tenían compartido varios momentos de pareja, así que creía que los nervios estaban demás, claro, esto no hacía que ellos se esfumaran.

Al llegar a la casa Yoongi fue hasta la habitación de Jimin en busca de su adorable persona, para su suerte, el lugar de su búsqueda estaba vació.

Yoongi lo buscó en el baño pero tampoco estaba, así que segundos después tuvo una pequeña idea de donde estaba su cachetón, nuevo apodo que internamente le había otorgado.

Lenta y sigilosamente bajó las escaleras con dirección a la sala de estar, sonriendo al instante cuando echó un vistazo en ella.

Jimin estaba sentado frente al televisor con las piernas levemente cruzadas, envuelto en mantas con el cabello aún sin arreglar mientras veía Bob Esponja.

El menor reía viendo la serie, disfrutando gustoso de unas galletas de sal con mermelada de fresa y un vaso de Yogurt de moras. Como en los últimos meses, mezclando sabores.

Yoongi aclaró su garganta obteniendo la atención de Jimin inmediatamente. El mayor sonrió, aun estando ridículamente nervioso observando de igual manera la pequeña sonrisa que se plantó en el rostro del chico de cabellos rubios y vientre abultado.

─── Hola. ─Yoongi caminó hacia él y se sentó a su lado.

Por alguna razón, el rostro de Jimin adquirió un tono rosita carmín pronunciándose justo en sus mejillas.

─── Hola~ ─Jimin le sonrió llevando otra de las dulces galletas a su boca.

Para Jimin, ahora la mayoría de cosas eran diferentes, ya no sentía cosas raras al estar junto a Yoongi, su cercanía ya no le molestaba, al contrario, podía sentirse más seguro.

── ¿Cómo estás? ─Jimin mostró su pequeña paletita chueca en una media sonrisa hacia su mayor, cautivándolo completamente, atreviéndose por primera vez a tomarle la mano a Yoongi.

─── Muy bien. ¿Y tú?

La dulce voz de Jimin hizo circuito en las neuronas de Yoongi, haciéndolo que se sintiera nervioso nuevamente

───Estoy bien. Eh, yo venía a hablar contigo un momento Jimin. ─el menor sonrió y asintió hacia él, como si fuesen amigos desde siempre y la confianza sobrara en ellos.

Jimin se acomodó mejor en cojín observando a Yoongi, quien moría de ternura al verlo. Sus mejillas rosadas, sus labios carnosos y su notable pancita dentro de una floja camisa blanca.

Yoongi meditó varios segundos hasta que finalmente decidió soltarlo de una buena vez antes de perder las esperanzas.

─── ¿Querrías cenar mañana conmigo?

Un leve sonrojo y la sorpresa se hicieron presentes en el rostro del menos. Su piel se erizó y no pudo evitar sonreírle.

En realidad no tardó mucho en pensar su respuesta y dejándose llevar por el impulso en su pecho y las emociones de su embarazo, abrazó como pudo a Yoongi.