-¿Que si conozco a este idiota? -Dijo Harry sin apartar la mirada en él. Rió. - Por supuesto que si.
Ambos se quedaron mirando mutuamente y realmente serios. Una pizca de rivalidad inquetiaba el ambiente. Me quedé parada allí sin entender la situación, hasta que sin aviso alguno, ambos sonrieron y se dieron un gran abrazo. Como si fuesen amigos se toda la vida.
-No comprendo. -Dije aún confundida. Ambos reían y comenzaron a conversar, dejandome de lado. ¿Es en serio?
-¡Mierda! - Mis nervios hicieron que inconcientemente levantara la voz, lo cual hizo que mi insulto se haya escuchado bastante, percatando la mirada de algunos alumnos que pasaban cerca. Por suerte tambien los dos muchachos de en frente mío, tambien se dieron cuenta.
Me crucé de brazos pidiendo prácticamente una explicación.
No tiene sentido que Harry conozca al mismo chico que he conocido yo recientemente y nunca me haya enterado. O tal vez sí, tantas amistades que él ha hecho últimamente, maldito popular.
-Oh, Hely. Bueno verás, Scott y yo nos conocemos desde un encuentro intercolegial de beisbol. Tu sabes, eramos prácticamente enemigos en aquellos tiempos.
-Pero luego nos conocimos bien, y bueno, creció una gran amistad eh. - Terminó de explicar Scott.
-¿Cuándo jugaste beisbol, Harry? -Dije algo pensativa.
- Oh, hace bastante. ¿Nunca te lo he dicho?
-¿Qué no le has dicho, amor? -Interrumpió una insoportable y familiar voz.
TE ENCANTA INTERRUMPIR, ¿NO?
Harry giró en sí mísmo quedando con ella y besó levemente sus labios.
-¡Lucy, amor! Nada, nada.
Malditos.
Harry con un gesto se despidió de nosotros y se fue camino a una mesa con su novia.
Antes con Harry nos sentábamos juntos, en nuestra mesa cerca de una ventana, en donde compartíamos el lugar con nuestros viejos amigos. Ahora él ocupa lugar en una mesa en la que nunca pensamos haber que uno de los dos vaya a ocupar. Siempre ambos fuimos de bajo perfil pasando desapersebidos. Nos teníamos uno al otro y eso era lo único que importaba.
Pero la el tiempo lo cambia todo. Ambos crecimos, cambiamos, nos alejamos y nos volvimos como dos polos distintos. Dios, Te amo Harry Styles.
Junto a Scott caminamos buscando algún lugar disponible para sentarnos.
Scott era llamado por muchas chicas para acompañarlas pero él sólo las ignoró por estar conmigo, algo que me conmovió.
Oh Harry, debo segui adelante. Debo superarte.
-Helena...-Me llamó Scott mientras nos sentábamos en unas mesas cercanas que justamente estaban vacías.
-¿Mh?
Pensándolo un tiempo preguntó rápidamente- Tu.. has estado en algo con Harry, ¿Verdad?
-¿Que dices? ¿Qué? Nunca, no, él tiene su novia, su vida, nosotros somos grandes amigos, prácticamente como hermanos, jamás digas eso, es decir, bueno, pero- Cálmate. - Me interrumpió Scott riendo. Algo avergonzada callé rápidamente.-Ya he entendido. Pero dime...
-No, no quiero hablar del tema, basta.- Él simplemente asintió comprendiendo.