Una larga tarde

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Era una mañana soleada, preciosa como todas las mañanas de verano en esa época.  Extrañamente me sentía solo, aún no abría los ojos.

-Buenos días amor.

No obtuve respuesta, volteé y Madeleine no estaba. Comencé a buscarla por toda la casa, hasta que veo una nota en la mesa, tenía su perfume, olía delicioso.

"Amor, salí a hacer unos asuntos importantes que tenía pendientes, tu sabes… el trabajo me tiene agotada, vuelvo en la noche para hacerte el lonche que te encanta. Te ama, Madeleine."

Me quedé despreocupado y esperando ansioso a la noche, era mi día libre así que no tenía mucho que hacer. Salí a manejar bicicleta en la plaza para librarme del estrés, como siempre.

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Narra: Madeleine

-¿Aló?

-¿Dónde estás?

-Ya estoy llegando... creo.

-James, eres un gilipollas.

-Así me quieres, preciosa.

-Vaah.

-¿Sí o no?

-Sísísí, apúrate.                                                                                             

-Ya, estoy en la esquina, camina.

-Vale. 

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Madeleine avanzó hasta el carro donde se sube a saludar a su amante, James Miller. Este hombre, aparte de adicto al sexo, es un apostador profesional, con lo que se gana la vida.

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-Mad, ¿ya está todo listo?

-No aún no, debo hacer que se enamore perdidamente de mí.

Vibra el celular.

-Aló, ¿mi amor?

-Amor, ya son las 9, quiero mi lonchesito. ¿Todo bien?

-Sí mi amor, lo que pasa es que tuve un percance y la reunión se alargó un poco más. Debo colgar, la reunión sigue. Te llamo cuando esté llegando, será en unos 20 minutos, te amo.

-Te amo.

-¿Cuánto tiempo lo tendrás así?

-Lo que sea necesario, James, no me jodas.

-Trátame bien, perrita.

-¿A quién mierda le llamas perrita?, imbécil –le lanza una bofetada-.

-Ya, sal de mi vista.

Sale del carro.

 

Llega al departamento.

-¿Amor..?

-Ah… lo siento, me quedé dormido.

-Aw, lo siento bebé, la reunión era importante. ¿Aún quieres que te prepare tu lonchesito?

-Uhm, no. Mejor recuéstate conmigo.

-Vale, espera que me cambio el uniforme.

Se saca el pantalón y se recuesta a su lado.

-Amor, ¿tú crees que nuestra relación pueda formalizarse? Ya vamos  tres años conviviendo y hemos compartido mucho de nosotros, nos hemos entregado completamente.

-¿Quieres que nos casemos?

-Sería una buena opción.

-Ya estaremos viendo todo eso, amor.

 

Sentirse asíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora