El sueño

213 21 1
                                    

Estaba tomándome un cafe tranquilamente, mientras miraba caer las gotas de lluvia por la ventana, este ambiente así me hace sentir triste.

-Aquí tiene su postre- dijo una chica acercándose a mi haciendo que me sobresaltara porque estaba muy distraída viendo la lluvia- Lo siento- dijo la chica.

-No te preocupes, estaba muy distraída- le dije a la chica antes de mirarla, pero cuando la mire me pareció conocido su rostro, pero no sabía en donde la había visto- ¿Te conozco?- le pregunte tratando de recordar donde la había visto.

-No lo creo señorita, soy nueva en la cuidad- dijo encogiéndose de hombros.

-Claro, disculpa creí conocerte- dije dedicándole una sonrisa.

-No se preocupe, me retiro- dijo antes de irse. 

Le di una pequeña mordida a mi Cheese Cake y estaba bastante delicioso, volví a tomar otro sorbo al café y seguí viendo la lluvia, no sabía porque me había hipnotizado tanto porque no podía dejar de verla, y al mismo tiempo me transmitía una sensación de tristeza

De repente sentí como una oleada de frío me invadió todo el cuerpo que me hizo temblar, empece a abrazarme a mi misma tratando de calentarme, pero no me ayudaba demasiado, empece a acomodar mi bufanda para luchar contra el frió. 

-¿Tienes frió?- pregunto una voz familiar y como si de la nada el frio que tenía desapareció.

-¿Zack?- dije sorprendida.

-¿Puedo sentarme?- preguntó y rápidamente asentí.

-¿Pero como estas aquí si tu estas...- me interrumpió.

-¿Te acuerdas de ella?- dijo señalando a la mesera que anteriormente me dijo el postre.

-No, se me hace muy familiar, pero no se porque.

-Ella fue la que te dio el café y el té de manzanilla... El cual nunca pude probar- dijo cabizbajo- ¿Te importa si lo pido ahora?- pregunto y yo negué con la cabeza- ¡Un té de manzanilla por favor!- le dijo a la misma mesera y ella asintió.

-Zack, tu no deberías de estar aquí.

-Tú tampoco, deberías de estar en hawaii con tus amigos, pero estas aquí- dijo encogiéndose de hombros.

-Aquí esta el té- dijo la mesera dándome el té, yo lo tome para dárselo a Zack, y al darselo nuestras pieles rozaron y él estaba muy helado, era como tocar el hielo.

-Estas muy helado- dije tocándolo.

-He estado mucho tiempo afuera- dijo mientras le daba un sorbo al té.

Seguimos tomando nuestras respectivas bebidas mientras que yo no podía quitar mi mirada de la ventana.

-¿Que es lo que miras?- me pregunto Zack frunciendo el ceño.

-No lo sé- dije mirandolo a él.

-Eres rara- dijo riendo, le di un pequeño golpe en el hombro y ambos empezamos a reír.

En ese momento mire a la mesera que llevaba las mismas bebidas que nosotros pedimos, pero esta vez las llevaba a una mesa que estaba afuera del local, las llevo a la mesa de una chica que estaba sola.

-Qué día más helado como para estar allí afuera ¿No crees?- dijo Zack mirando a la misma dirección que yo.

-¿Por qué no entra esa chica? Se esta congelando allí afuera- dije frunciendo el ceño.

-Tal vez espera a alguien- dijo Zack dándole el ultimo sorbo a su té.

-Me alegro de que las chicas y tu hayan resuelto sus problemas- dijo Zack.

-¿Cómo lo supiste?- pregunte sorprendida, ya que no se lo había contado.

-Solo lo sé- dijo encogiéndose de hombros.

-Y después yo soy la rara- dije riendo haciendo que él empezara a reir también.

-Extrañaba escuchar tu risa- dijo Zack mientras arreglaba mi cabello y lo ponía detrás de mi oreja.

-Deberíamos de hablar más seguido- le dije sintiendo como la tristeza me invadía ya que no hablaba con Zack desde hace mucho tiempo.

-Yo siempre soy el que te busca- dijo Zack triste.

-Te buscaré pronto, lo prometo- dije antes de abrazarlo.

-No prometas cosas que luego no harás- dijo Zack serio.

-Lo haré, lo prometo- dije sonriendole, Zack beso la punta de mi nariz antes de abrazarme. Nos quedamos así por un largo tiempo hasta que escuchamos gritar a alguien desde afuera.

-¿Qué fue eso?- pregunte separándome de Zack.

Zack se levanto y empezó a caminar yo lo seguí, al salir nos dimos cuenta de que había sucedido un accidente, mire hacia el fondo de la carretera y vi al coche responsable desaparecer rápidamente.

-Pobre chica- dije mirándola con tristeza.

-¡Zack despierta!- decía la chica llorando encima del cuerpo.

-Creo que no se ha dado cuenta de que ha muerto- dije acercándome un poco. A la par mía paso corriendo un hombre hacia el cuerpo que se encontraba tirado en la calle y le dijo a la chica que era doctor, pero a los pocos minutos se dio cuenta que todo era inútil.

-Lo siento...- el hombre fue interrumpido.

-¡No esta muerto!- dijo la chica en llantos.

A lo pocos minutos se escucho el sonido de las sirenas de la ambulancia para tratar de ayudar a la chica quien todavía permanecía en el suelo junto al cuerpo.

-Creo que ya casi te vas- dijo Zack tomándome de la mano.

-¿Por qué?- pregunte confundida

-Hasta aquí llega nuestra tarde de café- dijo dándome un beso en la frente.

-Niña se ha ido- le dijo un enfermero a la chica mientras intentaba de alejarla del cuerpo, pero ella lo ignoro empujándolo.

-No me busques, lo haré yo- dijo Zack mirandome un poco triste.

-¿Por qué?.

-Es mejor tener una breve visita, además todavía tienes muchas cosas que hacer- dijo dandome una media sonrisa.

-¡Sueltame él no esta muerto!- dijo llorando.

-¿Por qué esa cara de tristeza?- le pregunte, en ese momento él soltó mi mano.

-Algún día te lo contaré, pero no ahora- dijo mientras sentía como cada vez estaba más lejos de mi.

-Pónganle un sedante- dijo el doctor.

-¡SUELTENME! ¡SON UNOS ESTUPIDOS EL NO ESTA MUERTO!- decía la chica tratando de soltarse del agarre de los enfermeros.

-Tranquila estarás bien- Dijo él enfermero que le inyectaba un sedante a la chica.

-Te amo Demi- me dijo Zack antes de irse.

-¡ZACK NO ME DEJES! ¡NO ME DEJES TU TAMBIEN!- dijo la chica antes de cerrar los ojos y caer al suelo por el sedante.

-Yo también te amo Zack- dije.

***

-¡Zack!- grite despertando de asustada. 

Mire a mi alrededor y estaba en la habitación durmiendo, rápidamente tome una libreta que estaba en la mesa de noche y empece a escribir todo lo que había visto en mi sueño porque sabía que después de unos minutos lo olvidaría.

Cuando había terminado de escribir lo leí y empece a llorar.

Nunca pude decirle a Zack lo mucho que lo amaba.

Trate de dormir de nuevo, pero no pude, no después de ese sueño que había tenido.

Different PathsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora