Capítulo 9.

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Había pasado ya un mes desde que estaba con Can y aún a Iris le costaba creer que fuese verdad, en ese tiempo había sido muy feliz con el y hacían muchas cosas juntos, iban al cine, a cenar, a la playa, incluso hacían escapada con sus amigos a la montaña o ah cualquier sitio que pudiesen estar juntos. Pero aún había algo en ella que le daba miedo darle el cien por cien de su confianza y amor a Can.

Solo faltaba un día para empezar la universidad y Iris estaba nerviosa, por fin empezaría a realizar su sueño, ese sueño que le había costado mucho conseguirlo y por el que había tenido que renunciar a muchas cosas. Ya lo tenía todo listo empezaría al día siguiente sus clases, esas clases que le abrirían la puerta del futuro que ella tanto deseaba.

Estaba distraída en casa mientras Leyla le hablaba, hasta que Leyla le tiro un cojín para que le prestase atención.


-Amiga cada día me gusta más Samy, nos entendemos muy bien y somos muy parecidos en muchas cosas, me gusta mucho estar con el, cuando salimos, cuando me sonríe o me coge de la mano es todo tan bonito. Amiga me escuchas, Iris? Amiga.

-Leyla por que me tiras ese cojín?

-Amiga llevo un rato hablándote y no me haces caso, estás en otro mundo estas bien, te pasa algo con Can?

-Si bueno las cosas con Can van bien o eso quiero creer. Ya sabes que yo no tengo experiencia en estas cosas y me da miedo que se vaya con otra chica, ahora que entre a la universidad ya no nos veremos tanto como ahora, no tendré tanto tiempo como ahora con el trabajo y los estudios.

-Iris, si el de verdad te quiere no se irá con nadie, aunque solo os veáis 1 minuto al día, además vas a ir a la misma universidad que el lo verás por los pasillos.


Iris la miro extrañada, ella no sabía que Can iba a su misma universidad, por que Can no le dijo que estaba en esa universidad cuando ella se lo contó, ahora se sentía más confusa y eso no le ayudaría mucho a dormir, sería mejor que se fuera ya a la cama pues mañana sería un día largo.

-tienes razón Leyla, me iré a dormir ya, hasta mañana amiga, no te acuestes tarde.


Ya había amanecido y Iris ya estaba casi lista para su primer día de universidad, esperaba tener un mensaje de apoyo de Can, pero no tenía nada ni un Buenos días y eso le extrañaba mucho. Salió de su cuarto ya lista y aviso a Leyla que se iba antes quería pasar por secretaría para coger sus horarios y algunas cosas más.

Iris iba tan emocionada que no vio lo que estaba pasando delante suya, algo que le rompería el corazón en mil pedazos y le dolería más que nada en el mundo. Levantó la vista y vio a Can besándose con una rubia alta y delgada y el parecía no poner resistencia, ellos no se dieron cuenta que ella estaba ahí y hablaron de algo que ella desconocía totalmente.


-Can cariño, hasta cuando piensas estar con la farsa de ser novio con esa niña?, no ves que eso no hay quien lo crea, tu sabes que ella note puede hacer feliz como yo cariño.

-Sanem, no te metas, sabes que quiero conseguir que la niña engreída caiga completamente enamorada de mí, es como un propósito que me puse desde que supe que era mi vecina.

-Can, sabes que esto no va a durar para siempre, sabes que tarde o temprano alguien se dará cuenta o nos verá, estoy cansada de esconderme para poder besarte o para verte aún sin ser nada.

-Sanem, no te lo voy a repetir más esto es lo que hay, si no estás conforme ya sabes lo que hay, pero de que consigo a la niña de papa la consigo.


Ellos ajenos a todo, no sabían que había alguien escuchado todo y no cualquier persona si no la misma persona de la que hablaban.   

Iris estaba que le faltaba el aire, no podía creer que lo que acababa de 0b10escuchar fuese verdad, estaba llorando y no sabía en qué momento había empezado, estaba en shock, pero lo que si ella tenía claro es que no dejaría que se saliera con la suya, sería la persona más fría que nunca nadie había conocido, no dejaría que el se saliese con la suya.


Habían pasado veinte minutos y ya estaba más repuesta, se levantó del suelo, se puso sus lentes para que nadie viese que había llorado y salió a los pasillo donde ya había algo de gente y donde lo vio a él, que cuando la vio le sonrió como si fuera la cosa más hermosa del mundo, pero eso ya no causaría efecto en ella o eso 
quería aparentar, ya que paso por su lado como si fuera un total desconocido al que nunca había visto en su vida, pero cuando quería seguir andando algo o más bien alguien la detuvo.

-Hola cariño, ¿ Que pasa?, ¿por que pasas de largo? No me as visto.

-Déjame tranquila Can, de ahora en adelante no existo para ti, piensa que solo fui un mal sueño, que no me conoces, quiero que de ahora en adelante te alejes de mí.

-¿De que hablar Iris?,¿Que te pasa?,¿A qué viene todo esto?,¿Que te hice?, explícamelo por qué no lo entiendo, si hace tan solo unos días estábamos genial y ahora me tratas así no lo entiendo.

-No tienes que entender nada, solo haz lo que te pido, déjame tranquila y no te vuelvas ah acercar a mí nunca más.

Can no entendía nada, iris lo dejo ahí tan confuso que no sabía a que había venido todo eso, por un momento pensó que lo podría saber todo, pero no, no podía ser posible que ella supiera de sus intenciones si eso solo lo sabían Sanem y él.

Iris seguía su camino hasta su primera clase, pese a todo lo que había pasado hace un rato no dejaría que nada ni nadie le empañase su primer día de clases y por lo que había luchado durante años.

Se sentó en la segunda fila, pues aunque fuese una chica lista, no le gustaba eso de llamar la atención. Estaba tan distraída que no se dio cuenta que se había sentado alguien a su lado y la estaba saludando.

-Hola me llamo, Yaman y tu?

-Hola, yo soy Iris encantada. Es tu primer año también?

-Si, estoy algo nervioso la verdad.

-Tranquilo, no eres el único que está nervioso, digamos que mi día no empezó como debería.

-Algún problema con las clases?

-No, cosas mías.

-Espero que podamos ser buenos compañeros y amigos ya que nos esperan muchas clases juntos.

-Seguro que si Yaman, nos llevaremos bien.

Iris sabía que su día había empezado mal, pero esperaba que todo mejorase con el pasar de las horas, y así fue Yaman era muy gracioso y muy guapo aunque ella solo tenía ojos para Can, pero no podía negar que era guapo. Yaman era alto, delgado pero fuerte, moreno y ojos chocolate, tenía barba y vestía muy bien, era todo lo contrario a Can, pero ella solo lo podía ver como un posible amigo, ya que su corazón le pertenecía a Can y no lo sacaría de ahí tan fácilmente.

 Yaman era alto, delgado pero fuerte, moreno y ojos chocolate, tenía barba y vestía muy bien, era todo lo contrario a Can, pero ella solo lo podía ver como un posible amigo, ya que su corazón le pertenecía a Can y no lo sacaría de ahí tan fácilmente

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