Iris

Capítulo 12.

Era una semana complicada para Iris, serían sus últimos exámenes finales del trimestre y se le estaba haciendo complicado compaginar la universidad con sus últimos días en el trabajo y sobre todo con la mudanza a Londres sin que Leyla se enterase.

Mientras estaba en su cocina preparando su desayuno apareció Leyla tan sonriente como siempre.

-Amiga, que bueno que al fin te veo. Desde el día de la boda no te pude ver, no sabía nada de ti, como estas?

-No exageres Leyla, solo estoy liada con el trabajo y con la universidad

-Iris, a mí no me puedes mentir, entiendo que estés mal, que la boda de Can te haya echo daño y que te aferres al trabajo y a los estudios, pero recuerda que yo soy tu mejor amiga y puedes contar conmigo cariño no estas sola.

-Gracias Leyla, pero estoy bien ya no duele tanto como antes, solo aprendí a vivir sin esa persona y listo. Me olvide que alguna vez esa persona existió y así vivo mejor.

-Si así me quieres intentar engañar perfecto, solo te diré que el día que te decidas a hablar conmigo y decirme la verdad aquí voy a estar.

-Vale, ahora si no te importa me voy a clases a hacer un examen y después me iré a trabajar y mirar cosas para mi viaje.

-Aún no me puedo creer que te vayas de viaje con Yaman a Londres y no me hayas dicho a mí de ir contigo, enserio Iris últimamente no te entiendo.

Iris veía como su amiga de verdad estaba preocupada por ella, pero no podía decirle la verdad, no podía flaquear ahora, si no le haría de cambiar de opinión con su huida a Londres a terminar sus estudios allí.

-Salió de imprevisto Leyla no fue nada planeado, además quiero conocer algo de mundo y no estar encerrada aquí en esas fechas.

-Si tu lo dices, bueno te dejo que te vayas a clases, espero que nos veamos más amiga.

Iris salió de su casa pensando que hacía lo correcto en no decirle nada a su amiga, que no entendía sus motivos y le diría que quería huir, era verdad quería huir de todo lo que le recordase a él y si para eso se tenía que alejar de todos y de todo lo que conocía lo haría sin dudarlo por un segundo.

Iris iba distraída entrando en la universidad cuando chocó con alguien, que la hizo caer al suelo.

-Podrías mirar por donde vas hombre.

Iris al ver que no contestaba, alzó la vista y vio de quien se trataba, era Can, la miraba como si fuese la persona más hermosa del mundo, pero a ella eso no le afectaba o eso quería aparentar.

-Lo siento Iris iba distraído.

-Da igual, para la próxima intenta no chocar conmigo por favor.

-Sería difícil no hacerlo, cuando me muero por no separarme de ti, y me mata no poder hacerlo, por todo lo que nos separa.

-Can no me importan tus motivos, ni me importa nada, solo mantente aún más alejado de mí.

Iris que para ese momento ya estaba de pie, siguió su camino a clases sin mirar atrás, sabía que si lo hacía correría a sus brazos y no podía hacerlo el ya no era suyo y si lo pensaba bien nunca lo había sido, ya que todo fue un engaño con la que ahora es su esposa.

La semana había terminado y con ellos los exámenes, ya era viernes yeso significa que su vuelo saldría el lunes hacía Londres y tenía que ultimar los detalles para cuando regrese no tener que hacer muchos trámites para su mudanza, solo le faltaban unas semanas para irse de Turquía y eso la alegraba pero la entristeció a la misma vez, iba a dejar ahí todos lo que conocía, su trabajo, sus amigos, su familia, su amor, lo iba a dejar todo, pero ella sabía que es y sería la mejor decisión que podía tomar en esos momentos, que se iría y acabaría sus estudios y en un futuro cuando no doliera tanto podría regresar a la que un día fue su ciudad.

Ya era lunes, Iris iba mirando por la ventanilla del avión aunque era de noche y no se veía mucho.

Iba tan distraída que no se dio cuenta de que Yaman que estaba al lado suya le estaba hablando.

-Iris, estas bien, te noto nerviosa desde que nos subimos al avión.

-Lo siento Yaman, estaba pensando en todo lo que veremos en Londres, solo me emocione un poco.

-Ya verás Iris será un viaje que nunca podrás olvidar, este viaje va a cambiar tu vida, o eso me decían mis padres cada vez que viajaba a un país nuevo.

Iris lo miro con cariño, pues no podía sentir por el algo más que no fuera eso y mientras miraba por la ventana se durmió pensando en la nueva vida que le esperas en Londres.

-Iris despierta ya casi llegamos, deberías comer algo

Iris se despertó y miro por la ventana y vio ese cielo tan azul con nubes que parecía el mar era tan hermoso lo que estaba viendo en ese momento que no pensó en comer solo en perderse en esa inmensidad de cielo.

Cuando bajaron del avión le chocó un aire frío aunque ella ya estaba acostumbrada, en Turquía el invierno era muy frío también, así que no le supondría un problema acostumbrarse a ese clima, pero tenía que disimular y buscar una escusa para poder escaparse para hacer la entrevista con el decano de la universidad y sabía que no le sería nada fácil.

Habían llegado, Iris empezaría su nueva vida, aunque antes tendría que volver por última vez a Turquía. Nadie sabía lo que planeaba Iris, pero lo que Iris no sabía es que Can no se daría por vencido al saber que ella ya no estaba en Turquía y que la buscaría por todos lados hasta encontrarla.