Mi primer amor ✔️

Capítulo 22: Cumpleaños.

Pov Anneley.

Los meses han pasados y hasta ahora las cosas han ido de maravilla, Lucas y Angie blanquearon su relación y luego de ese día han tenido más citas que Zack y yo. Las clases como siempre aburridas, los nerd de mi curso no nos volvieron a dirigir la palabra, aunque Enzo a veces intentaba hablarle a Angie pero ella lo ignoraba. Sofía cuando se enteró de la relación lo gritó por todo el campu ya que Angie nos contó lo que pasó en el horario de gimnasia, y Juli escuchaba atentamente mientras se devoraba sus papas, la profesora la retó y la mandó a dirección.

Las cosas con Zack hasta ahora iban bien, aunque hubo momentos en el que mi hermano casi nos descubre, se que ya es momento de decirselo pero nose como lo tomará, Hoy será el día, hoy intentaré hablar con él.

—Anne—dijo Sofi tocándome el hombro, me giré a verla ya que estábamos en clases—éste fin de semana es tu cumpleaños,

—Es cierto—dijo Angie—¿Qué planeas hacer?

—Mi cumpleaños es el mismo día que el de mi abuela, seguramente lo festeje con ella—dije.

—Si, pero son tus dieciocho, tienes que hacer algo grande—dijo Sofi.

—No se, no creo que mamá me deje hacer una fiesta—contesté.

—Es tu cumpleaños, seguro que sí—dijo Angie.

—Dejalo en mis manos—dijo Sofi.

—No, mejor no, estará bien con una simple fiesta en la casa de campo de mi abuela—le dije a Sofi.

—¿Casa de campo?—preguntó Sofi—eso suena bien—dijo Sofía con una mala intención.

—Ni se te ocurra planear nada—respondí.

—No te preocupes, será algo sencillo—dijo mi amiga.

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—Hola cariño—dijo mi mamá mientras entraba a la casa—¿Cómo ha estado el colegio?

—Hola mamá, aburrido como siempre—respondí.

—Hola hermanita, ya se acerca tu cumpleaños—dijo Matías mientras pellizcaba mis cachetes.

—¡Ay!¡Suéltame!—exclame.

—¡Jamás!—respondió mi hermano.

—¿Qué planeas hacer?—preguntó mi madre.

—Quiero festejarlo con la abuela en la casa de campo—respondí.

—Está bien, hablaré con ella—dijo mi mamá—¿Que quieren de cenar esta noche?

—¡Pizza!—gritamos con mi hermano.

—Ten Matías, irás a comprar los ingredientes—dijo mi mamá dándole dinero.

—¿No pediremos delivery?—pregunté.

—No, esta vez la cocinaremos nosotros—respondió—como en los viejos tiempo.

Cuando era chica amaba cocinar con mamá, mi hermano decía que ayudaba pero en realidad sólo comía.

Mientras mi hermano hacía los mandados y mi mamá hablaba por teléfono con mi abuela yo me dirigía a mi habitación para sacarme el uniforme y ponerme más cómoda. Me puse un short de jean y una remera de mi hermano, me gustaba ponerme las remeras de Matías porque eran más cómodas que las mías.

—¡Listo!—dije mientras me acercaba a la cocina y levantaba mis brazos.

—¡Oye! Esa es mi remera—dijo mi hermano entrando a la cocina y le tiré la lengua como respuesta—si la manchas me comprarás una nueva.