Capítulo XVII: Recuento

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–¿Tres meses? Que decepción, creí que duraría más. –hizo un puchero fingido, mientras bajaba las escaleras de madera.

–Quítate eso. –dijo autoritario, con los puños cerrados, realmente quería destruir esa cosa. Aunque debía controlarse, su instinto se desesperaba por arrancar eso de su cuello.

–¿Ni un hola? –hablo sarcástico el omega pelinegro, con un tono de burla en su voz.

–No te compete meterte en eso. –respondió Thor de manera sería.

–No puedo olerte, quítate eso. –repitió el alfa de América furioso llenando el lugar de feromonas de territorialidad.

–Ese es el plan genio, duh. –replico con completa burla y cháchara.

–Eres un... maldito inconsciente.

–Sí, sí y un egocéntrico también ya me lo han dicho, pero... lenguaje Cap. –ese comentario estaba por terminar con la paciencia del que todos creían era un alfa incapaz de dañar o dejar ver su falsa naturaleza.

–Disculpe que lo interrumpa Capitán, pero si va venir a tomar una actitud agresiva en propiedad ajena no me importara traer al otro sujeto. –amenazó el Dr. Banner en modo de defensa cuando este insulto a Tony.

–Tranquilo amigo no queremos peleas. –hablo Thor en señal de tratar de aligerar las cosas. –El amigo Steve solo viene por su omega y yo por mi hermano.

–¿No creen que si ellos se fueron de sus respectivos hogares es porque no querían estar allí? –intervino el pequeño Peter a favor de los omegas. Rápidamente pudo divisar a una María con los ojos llorosos, quien salió a abrazarlo en una escena reconfortante.

–No queremos incomodar, pero la altura no nos ayudó mucho para encontrarte Tones. –dijo con alegría para instantáneamente abrazar a su mejor amigo, aunque se ganó un gruñido de advertencia del alfa no fue suficiente para soltarse y ahí pudo darse cuenta de un pequeño bulto en su estómago. –¿Cero ejercicios?

–Je... algo así. –respondió evadiendo al otro, mientras se tapaba aflojaba más la blusa que estaba metida por dentro del ajustado pantalón. Cuando le llego una mezcla de aromas y un sexto sentido de movimientos del transporte de donde habían bajado los primeros alfas. –¿No me digan que trajeron todo el circo completo?

–Nosotros también te queremos, Stark. –conversaba una pelirroja al momento que descendía del JET. –No es nuestra culpa que un enano y una diva se perdieran y tengamos que estar buscándolo porque ciertos alfas hormonales no podían quedarse tranquilos.

–Puedo preguntar es que momento dijimos "Estamos perdidas". No, en ninguno, agradezco las molestias ya se pueden retirar. –agregaba el castaño antes de ser tomado fuertemente por una de sus muñecas chillando en el proceso.

–Tranquilo, Steve, así no vas a lograr absolutamente nada. –gritaba desde la puerta del transporte un alfa con brazo metálico. Cuando chocaron miradas con el asesino de sus padres, Tony, en vez de reaccionar con un destile de ira, solo pudo reaccionar con dolor y pena.

–¿No nos vas a invitar a pasar? Tuvimos un viaje muy largo para poder venir, ¿Enserio tenías que venir para tan lejos? –preguntaba Clint quien desde que llego solo se había quedado analizando toda la situación, ahora era su turno de actuar. –Somos pocos el resto tuvo que quedarse para las misiones y no nos dieron mucho tiempo, Fury dijo "Vayan y tráiganlo, tuvo suficientes vacaciones" –platicaba con voz gruesa tratando de imitarlo.

–No es como si quisiera tomarse más días, pero quería disfrutar con tranquilidad este último. –participó el hechicero al ver que el castaño solo se había quedado en blanco viendo a Bucky.

El límite de una persona (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora