Capítulo XVIII: Abrazame

764 80 3
                                    

 –¿Será que ya podemos charlar?

–Te dije todo lo que necesitas saber. –desviaba la mirada en cada oportunidad que tenía, nunca desde que llego a ese lugar se había dignado ni alzar un plato, pero ahora los estaba lavando torpemente.

–¿Por qué nunca supe qué era tu hija? –directo y sin sutileza lanzo el primer dardo a Loki. –¿Mamá lo sabía?

–Bueno... estabas tan ensimismado por tener un heredero que nunca te disté que cuenta que yo la tuve primero, nunca hemos tenido una buena relación ¿Quieres dejar de hacerte el buen hermano ahora? –escupió con malicia. –Y si, mamá lo sabía, ella me ayudo a cuidarla cuando tuve problemas con tu padre.

–¿Alguien más lo sabía? –le arrebato el plato de la mano para que así se dignara a verlo, pero no pasó, en vez de eso se aflojo violentamente del agarre y agarro un cubierto.

–Sí, otras personas sabían. –hablo con odio entre dientes mientras alzaba la cabeza y restregaba con odio el cubierto.

–Tu... tu alfa ¿Dónde está? –ante esta pregunta algo se activó en Loki y giró su cabeza para verlo directamente.

–No tengo alfa. –miraba atento a la expectativa de la reacción del grandote. Y sucedió tal como se lo esperó.

–¡¿Quién es ese desgraciado?! ¡¿Cómo aceptaste tener sus crías si ni siquiera es capaz de reconocerte?! –tan fuerte tiró de sus brazos que el cubierto cayó en un fuerte sonido dando paso solamente a fuertes respiraciones de parte del rubio.

–¡Y tú que eres para juzgarme! ¡Puedo vivir mi vida como me plazca y no eres quien para impedir eso! –señalo con ira al otro Dios. El otro solo observaba con los puños fuertemente cerrados.

–Y la criatura que llevas dentro ¿Es del mismo padre? –esta afirmación le cayó como balde de agua fría al omega. El otro al notar la reacción dijo. –Creíste que no me daría cuenta, lo cubres, pero es lo suficiente para darme cuenta que tu aroma ha cambiado. Ahora responde, hermano.

–No. –salió de sus labios y con la miraba perdida esperaba la reacción del otro. Sintió como halaban de sus rojas y destapaban su nuca.

–Ni siquiera tienes marca... ¡¿Cómo pudiste hacer esto?! Comportándote de tal manera teniendo un hijo de cada estúpido alfa que se te cruce, mamá nunca te enseño esos modales LOKI. ¿Crees que algún alfa te aceptara de esa manera? Después de saber... que otros alfas... te tomaron. –hablaba con rabia mal contenida, apretaba violentamente los brazos de su hermano.

–Y de que soy una PUTA. –murmuro fuertemente entre dientes mientras se zafaba del alfa. –No te debería interesar que hago con mi vida, si me acuesto con uno y con otro, si tengo montones de hijos de ni siquiera sé quién es su padre, si amanezco en orgias de alfas ¡NO TE INTERESA! DEJAME EN PAZ. –cegado de enojo intento agarrar fuertemente al omega y... morderlo. Fue detenido por una cegadora luz verde. –No te atrevas hacerme daño, porque yo no soy ninguno de tus súbditos para agachar la cabeza y aceptarlo, peor aún alguna de tus putas.

–No... yo no quería hacerte daño. –trato de detener, pero ni siquiera pudo rozarlo y el otro ya lo miraba con asco. –Sabes que nunca lo hice, no lo haría ahora.

–No lo sé, un alfa por mucho que lo intente es tan primitivo y tan igual a los demás de tu raza. –escupió finalmente para salir del lugar estaba con rabia, quería llorar, necesitaba destruir algo.

Pero todo eso fue detenido cuando ingreso a su habitación y escuchó las hermosas risas de la pequeña que estaba junto con el hijo de Tony, verla tan feliz solo aumento sus ganas de llorar. Toda su vida, odiado, repudiado exiliado, maltratado y ahora ella era su razón de vivir, un lugar a la cual volver y proteger, bueno...ahora dos. Su hija al percatarse de esto corrió rápidamente a abrázalo y a sobarle la pancita, Peter por su lado también fue a reconfortarlo hasta caer dormido.

El límite de una persona (Stony)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora