[08] Fase uno: Deseos insaciables 1/2

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Licia, Grecia del Sur | a las 0900 horasJ i m i n   y   J u n g k o o k

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Licia, Grecia del Sur | a las 0900 horas
J i m i n y J u n g k o o k


—¿Puedo meterlo?— la voz aterciopelada de Jimin hizo cosquillas en la piel de Jungkook y él seguía sin poder resistirse, se sentía en un trance.

La serpiente había recorrido su cuerpo desnudo hasta llegar a su cuello y se enredó en este, sintió sus escamas pasar por toda su blanca piel. Y de la nada, la serpiente comenzó a apretar y apretar cada vez con mayor intensidad el cuello de Jungkook, pero por extraño que pareciera, él no temía, ni se intimidaba. Al contrario, sentía como su cuerpo se calentaba poco a poco, el castaño se quedaba sin aliento y por alguna extraña razón eso lo prendía.

Sutil, pero firme.

La piel debajo de las escamas de la serpiente ardía, sus labios se entreabrieron cuando sus pulmones comenzaban a notar la dificultad de respirar.

—¿Te gusta?— habló Jimin con la más puras de las intenciones, pero de igual manera observaba extasiado y con lujo de detalle la erótica escena que los labios y jadeos de Jungkook brindaban.

—Jimin.— jadeó inconscientemente, sus manos ahora se sujetaban del borde de la bañera.

La verdad era que si le estaba gustando, sin razón lógica, Jungkook sentía placer el sentirse sofocado, asfixiado, incluso dominado por la voluntad de aquella serpiente y esos brillantes ojos que lo quemaban.

Jungkook sentía que esos ojos lo estaba quemando.

—Quiero meterlo.— pidió Jimin suavemente, se acercó a los labios de Jungkook y se detuvo antes de tocarlos.

Con Jimin dentro de la bañera, el agua a su alrededor salpicaba y se desbordada de aquel pequeño cubículo.

Jimin disfrutó de los jadeos que Jungkook depositaba en sus abultados labios y como veía que el castaño parecía gustarle, apretó un poco más a la serpiente. Jungkook arqueó la espalda y jadeó alto. Su glándulas comenzaron a producir adrenalina, pues Jungkook sabía que estaba jugando con fuego y eso le excitaba.

El castaño estaba impresionado de sí mismo, impresionado de que su cuerpo reaccionara ante el tacto de Jimin sin su permiso. Impresionado de la voz que salía de su boca pues no parecía de él. Pero sobretodo, impresionado de sus acciones pues jamás creyó hacer algo tan descabellado como sexo en la bañera con una serpiente en su cuello, mientras lo amenazaba con estrangularlo.

Lo más común era que un millón de dudas atacaran su mente, que se cuestionara a sí mismo sobre lo que estaba a punto de hacer. Pero para bien o para mal, la consciencia de Jungkook estaba en blanco, sin pensamientos racionales ni irracionales, solo era él y sus instintos más bestiales.

QUIMERA © || Jikook [EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora