Antes que nada. Debo mencionar que esto es un crossover con Good Omens, así que si alguien no la ha visto y planea hacerlo, sugiero que no lea la historia. Habrá Spoilers, si aun así desean seguir leyendo, eso ya es bajo su responsabilidad xD
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Podía escuchar a Maze reírse de manera sonora, y quien podría culpar a la mujer. Al parecer algunos de sus súbditos pensaron que tenía el deseo de iniciar el apocalipsis. Apareció uno de sus demonios explicándole la situación, de cómo Crowley había impedido que tal cosa se llevara a cabo y que el supuesto traidor había ayudado al anticristo a detener el apocalipsis.
En su opinión estaba de acuerdo con lo hecho por Crowley, era el único junto a Maze que consideraba como leales y divertidos, así que después de enviar a su demonio devuelta al infierno y aprovechando que tenía sus alas de nuevo, el junto a Maze llego a Tadfield donde se supone que estaba Adam, el nombre de su hijo.
Al llegar podía ver miradas llenas de asombro y temor.
–Entonces. ¿Quién de ustedes pequeños, se supone que es mi vástago?
Adam dio un paso al frente con Azirafel y Crowley a su lado.
–No pienso provocar el apocalipsis. –expreso el niño de once años con una gran determinación que le lleno de orgullo.
–¡Estupendo! –Sonrió provocando que todos le miraran con incredulidad–. Ciertamente no tengo interés en que causes destrucción alguna, de hecho no sé porque el consejo demoníaco creyó que yo deseaba tal cosa. Además estoy complacido de que Crowley no haya apoyado toda esta estupidez.
La forma tan tranquila y sonriente con la que el rey del infierno expreso todas y cada una de sus palabras, dejo perplejo a los presentes, excepto a Crowley, su rey siempre había sido de esa manera el problema había sido que cada que Lucifer decidía visitar el mundo humano el consejo demoníaco tendía a tomar decisiones, según ellos en el mejor interés. Ahora comprendía que su rey jamás había tenido intención alguna en esa absurda guerra.
–¿Y qué harás ahora Lucifer? –pregunto se demonio más leal, sin dejar de sonreír por todo lo que acontecía.
–Es claro, Crowley llevara a Maze para que ella hable con el consejo y quiero que les recalques que no tengo intención en toda esta tontería, no pienso secundar las ideas de padre, por cierto te doy libertad de castigarles por hacer cosas sin mi permiso. Por otra parte Azirafel te recomiendo que vayas con el santurrón de Amenadiel, aunque no lo creas el no estaría de acuerdo en todo esto por una simple razón, si yo no empiezo el apocalipsis significa que esto no entraría como la voluntad de padre, por lo tanto los ángeles también han tomado una iniciativa que estaba fuera de sus deberes.
El ángel se mostró realmente asombrado por las palabras del rey del infierno, era claro que no estaba interesado en la guerra como lo estaban los demás demonios o ángeles, y ciertamente no considero en hablar con Amenadiel.
–Por ultimo. –Dirigió su mirada a su vástago quien tenía una leve expresión de miedo se mantenía firme–. Adam tendré que sellar tus poderes nuevamente hasta que cumplas la mayoría de edad, a menos que quieras empezar a controlarlos desde ahora, si piensas que tengo intención de llevarte conmigo no es así, pero quiero que entiendas que si decides que controlarlos desde ahora, tendrás que pasar tus vacaciones conmigo.
–¿Iré al infierno?
–Por supuesto que no, yo resido en Los Ángeles, California.
Adam miraba algo inseguro al hombre que se había presentado como Lucifer, había pensado que su verdadero padre sería un monstruo como lo pintaba aquel demonio que apareció, pero podía verlo en la mirada del adulto que no estaba interesado, incluso estaba diciéndole que podría conservar sus poderes o quitárselos, es decir, si ese hombre realmente quisiera, al menos habría intentado que continuara con el apocalipsis y sin embargo estaba aquí para hacer lo contrario, y honestamente tenía que admitir que se sentiría raro sin sus poderes.
–Quiero conservar mis poderes.
–¡Perfecto! Ahora que todo está aclarado me marcho. La detective estaba en un caso importante y mi esposo no estará feliz con mi repentina ida.
–¡Esposo!
De acuerdo. El que todos repitieran sus palabras con asombro o incredulidad estaba dejando de ser divertido.
–Sí, sí. Esposo.
Antes de marcharse, Lucifer ayudo a Adam para que restableciera todo lo que había alterado. También habían modificado un poco la memoria de los padres del niño para que cuando fueran momento de irse a "vacacionar" no hubiera ningún inconveniente. Lucifer también permitió que Crowley permaneciera en el mundo humano.
Terminando todo sus asuntos en cuestión volvió al LUX, el local estaba vacío, camino con tranquilidad pensando que decirle a su adorable esposo.
–Pensé que tardarías más.
Demasiado tarde.
–¡Cariño!
–¿Puedo saber porque cortaste la llamada que teníamos? ¿Por qué has ignorado mis mensajes durante la última media hora? ¿Y porque te llevaste a Mazikeen contigo?
Lucifer nunca había temido a nada, quizás a una o dos cosas pero eran nimiedades. Hasta que conoció al amor de su vida y entendió que enojar a Anthony Edward Stark, ahora Morningstar no era una de las cosas que tendría que hacer, incluso Maze respetaba al castaño por tal hazaña.
–Como bien sabes, decidí tomarme unas vacaciones. Las cuales han durado 12 años satisfactoriamente. El problema fue que algunos demonios creyeron conveniente iniciar el apocalipsis y todo eso. Por lo que fui a arreglar eso.
–¿Eso es todo?
–Puede que en las próximas vacaciones, tengamos visitas –Respondió casualmente.
–¿Vacaciones de quién?
–De mi vástago.
El silencio reino en el lugar por algunos minutos. Lucifer realmente admitía estar algo atemorizado por lo que Tony llegara a hacer pero aceptaba que verlo tan calmado de alguna manera no era algo alentador.
Así que evitando alguna confusión procedió a explicar todo lo que había pasado en la última hora, la expresión de Tony seguía siendo tranquila evitando dejar entrever sus emociones.
–No puedo enojarme, al final esto ocurrió mucho antes de siquiera conocernos.
Fue lo primero que dijo Anthony antes de suspirar, además realmente no podía culpar a Lucifer o al niño llamado Adam. Y para qué negarlo, estaba algo emocionado. Desde que contrajo matrimonio con Lucifer 5 años atrás, ambos habían hablado de tomarse el tiempo antes de siquiera adoptar a un niño. Ninguno se oponía a la idea, pero en aquel entonces su empresa había crecido considerablemente cuando anuncio la idea de generar energía renovable, por su parte Lucifer estaba emocionado desde que empezó a resolver casos con aquella detective Chloe Decker.
–¿No estas enfadado?
–¿Por qué tendría que estarlo? Tú nunca me has mentido.
Lucifer sonrió recordando la primera vez que se conocieron y todas las veces que el castaño cuestiono su honestidad pero ahora todo era diferente.
–Lo único que espero después de escuchar esta historia, es que mi esposo me compense.
El ángel tan solo sonrió antes de acercarse a su castaño.
–Por supuesto, te compensare muy bien –Expreso de manera coqueta, antes de besarlo apasionadamente.
En ese día donde se supondría que sería el último de la humanidad, en realidad era el inicio para muchas personas. Adam pronto comprendería que ser hijo de Lucifer no era tan malo y quizás tener un hermano tampoco lo seria.