No importaba si era día o de noche, aquellos ojos claros le perseguían, como un amante silencioso; y con un murmullo en medio del caos, un nombre se repitía: Wei Ying.
Quizás el mejor momento para cerrar la boca fue cuando William vio que el tío de Leonardo estaba tan pálido como un fantasma y no cuando se desmayó de coraje después de murmurar con amargura un "no otra vez, por favor". No se suponía que las cosas saldrían así, con el hermano mayor de Leonardo tratando de despertar a su tío mientras su padre llamaba a un médico.
William sabía a qué se refería con las palabras dichas: no fue suficiente que su honorable y perfecto HuanGuang-Jun se enredara con el caótico e infame Patriarca Yiling en su vida pasada, sino que también lo perseguía en su reencarnación. El viejo maestro realmente la pasaba mal, el cerdo robó de nuevo su querido repollo que cultivó con tanto esmero. William casi se sintió un poco culpable por el viejo. Casi.
Al menos los padres de Leonardo no pegaron el grito al Cielo como su tío. Y Luis, bueno, él era feliz si su hermanito era feliz, no importaba si era mujer o hombre. Por otra parte, Leonardo no parecía nada preocupado por la situación. William creía que Leonardo podría estar en medio de un incendio y mantenerse calmado. Era bueno que uno de los dos no quisiera salir corriendo a la menor oportunidad porque a él ganas no le faltaban.
Nunca pensó que decirles a sus padres que eran novios fuera tan difícil. Los padres de William no hicieron alboroto como él esperaba, aunque su padre miró a Leonardo en silencio por un largo minuto. Era obvio que era una batalla de miradas entre los dos hombres reservados, una que al parecer ganó Leonardo porque su padre suspiró y luego ambos hombres se estrecharon las manos en un acuerdo tácito.
Aunque las cosas no empezaron de la mejor manera, al final todos lo aceptaron. Incluso si alguien hubiera protestado, William estaba seguro de que no lo detendrían de continuar con Leonardo. Tal vez ni siquiera la muerte podía separarlos. William tenía la impresión de que no importaría cuántas veces volviera a nacer, él siempre terminaría encontrándose con el silencioso hombre de túnicas blancas.
Y él no deseaba que fuera de otra manera.
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Vaya que sí me tome mi tiempo, pero terminé. Para nunca haber terminado una historia, creo que estoy bastante satisfecha por ahora.
Gracias a todos los que siguieron este fanfic, espero que hayan disfrutado de esta pequeña historia tanto como yo lo hice al escribirla.
Todavía no me despido del todo de esta historia, aún debo un extra sobre los hermanos jurados XD
Me gustaría decir que nos veremos pronto, pero ya saben como soy, surjo desde las profundidades del infierno cada un milenio XD
