ᴄᴀᴘÍᴛᴜʟᴏ Qᴜɪɴᴄᴇ: ʟᴀ ᴅᴜʟᴢᴜʀᴀ ᴇɴ ᴍɪ ᴠɪᴅᴀ.

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"Golden leaves looked brown to me

The world had less color without you

Shapes in the sky looked plain to my eyes

The world had less color without you

I know plenty of people with eyes closed

They don't see you like I do

Darling, I do"

"Darling, I do

Darling, I do see you"

Darling, I do de Landon Pigg & Lucy Schwartz.

Cuatro años después.

En todo este tiempo, Malorie había disfrutado tanto de su vida; había crecido como persona, comenzando a sentirse orgullosa de ella. Leonardo, por su parte, también había tenido suerte en esos años, pues por fin había conocido a una chica para que fuera su novia y andaban realmente enamorados. Por otro lado, Charlie había crecido y había comenzado a usar más las tecnologías, logrando así poder comunicarse con Malorie cada cierto tiempo. Él era un adolescente muy creativo y talentoso, que ya se encargaba de crear sus propios chocolates.

En estos tiempos, Malorie y Willy no se habían comunicado. Wonka no sabía nada de ella y Malorie sólo sabía de él por la televisión.

El blog de ella ya no existía y nadie la molestaba con el chocolatero. Su vida con su madre era increíble, en vacaciones recorrían el mundo y con constancia iba a visitar a su padre en el cementerio. Esos cuatro años le hicieron un enorme bien en la vida de Malorie, pero como siempre, había dejado asuntos sin resolver y tenía que volver a encontrarse con su pasado. Y pese a que tenía miedo, estaba dispuesta a reencontrarse con el chocolatero, con Leonardo y Charlie. Por ende, una vez más, Malorie estaba en el aeropuerto esperando que el asiático fuera por ella.

Wonka sabía que ella vendría y que iría a la fábrica, pero él no mostraba interés, inclusive cuando se enteró de la noticia se mantuvo encerrado en su habitación. Desde que Malorie se fue, para él, la vida se nubló en una enorme depresión. Se arrepintió de muchas cosas, pero quizá esa tristeza lo ayudó a crear mejores cosas que antes. Malorie había sido su inspiración y ahora que no sabía nada de ella, temía que ella tuviera a alguien más y no quería saber de eso. Por eso prefirió esconderse, pero la realidad era que, al igual que él, ella había estado sola todo ese tiempo.

De repente, Leonardo llegó al aeropuerto y abrazó por la espalda a su amiga, tomándola por sorpresa.

—¡Eres tú! —exclamó Malorie con una sonrisa, volteándose para verlo frente a frente y darle un abrazo. Después de eso, la mujer desvío la mirada y notó que su amigo no venía solo, sino que venía con Melissa, su actual novia.

Con pena, la castaña tomó distancia y se acercó a la rubia con una sonrisa, mientras Leonardo se disponía a presentar a las dos mujeres más importantes de su vida.

—Ella es Melissa, mi novia. —sonrió la chica elevando su brazo y Malorie lo estrechó gustosa.

Melissa era una chica muy guapa. Era muy blanca, y rubia. Tenía una hermosa sonrisa con hoyuelos que la hacían lucir más. Vestía muy elegante y tenía un cabello rizado que la destacaba más. Era todo lo contrario a Malorie, pero, aun así, había atrapado el corazón del asiático.

ʟᴀ ʀᴇᴘᴏʀᴛᴇʀᴀ ʏ ᴇʟ ᴄʜᴏᴄᴏʟᴀᴛᴇʀᴏ 🍫ᴡɪʟʟʏ ᴡᴏɴᴋᴀ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora