"Main titles de Charlie and the chocolate factory."
—Te lo juró, Malette, te estás perdiendo de estos manjares. —volvió a repetir Leonardo con una barra de chocolate Wonka en sus manos, dispuesto a devorarla en un segundo.
Como era costumbre, Leonardo siempre cargaba en sus bolsillos una barra de chocolates, ya que no podía vivir sin ingerir mínimo una al día, por eso era casi claro que él lograría conseguir un boleto dorado, sin embargo, Malorie no contuvo sus palabras y por eso ahora estaban haciendo un delito.
—Mi pequeña Malette, si llegarás a probar los chocolates de Willy Wonka te enamorarías de estos y del creador, como yo lo hecho —aclaró el asiático tan seguro otorgándole una sonrisa a la fémina—. Deberías darle una oportunidad.
Malorie rio y siguió con su trabajo de colocar cámaras por el lugar, y más en frente de la puerta que decía "sala de inventos" esperando que al momento de que entren y salgan los trabajadores se alcance a escuchar sobre su trabajo.
—No creo que sean tan gloriosos como varios aseguran —susurró la castaña acabando de poner la cámara.
Malorie así era. Tan sincera que en ocasiones podía desagradar a las personas por no cuidar la manera en cómo decía las palabras. Quizá por eso la mujer no tenía tantos amigos; también algo que la caracterizaba era que ella era muy rencorosa, que cualquier cosa que le hicieran para ella era la señal de no volver a ver a las personas. Quizá por eso había huido de casa. Y, a diferencia de Leonardo, él era la persona más buena, amable y simpática que podía existir; además, amaba perdonar y amar, quizá por eso se llevaban tan bien, pero no tanto como para terminar juntos en una relación amorosa.
—Posiblemente estás a punto de caer en la locura, sí no crees que los mejores chocolates son de Willy Wonka —expresó queriendo parecer intelectual ante sus palabras, dando un mordisco a su chocolate.
La fémina sólo sonrió negando con la cabeza divertida y parándose frente a su amigo con los brazos cruzados, tratando de mirarse de forma autoritaria mientras ella oía sus palabras.
—Tienes que recordar que a mí no me gusta el azúcar —dijo la castaña con cara de asco—. Además, el chocolate te deja embarrada y es muy empalagoso. No sé cómo gozan de esas barras —mencionó con disgusto mirando a su amigo devorar el chocolate.
Claramente Leonardo se sintió atacado y sutilmente limpio de sus labios provocando que Malorie diera una carcajada, pues en efecto el asiático estaba un poco sucio. Rápidamente Malorie colocó sus manos en su boca al darse cuenta del ruido que había provocado y miraron su alrededor dándose cuenta que nadie los había escuchado; eso los alarmo cada vez más, pues ya se les hacía extraño estar tan solos, pero la confianza de no haber activado nada hizo que Leonardo siguiera jugueteando con su amada.
—Qué a ti no te guste el azúcar, no significa que yo no sea experto en esas delicias —aseguró el hombre dándole un apretón al cachete izquierdo de su amiga con ternura.
Malorie le sonrió con sinceridad y continuaron su caminata, aun teniendo a unas personitas de espías y la pareja aún ni cuenta se había dado. Fue entonces que escucharon murmullos de repente que pusieron alerta al par de amigos y poco a poco regresaron sus pasos hacía la puerta de "sala de inventos". Leonardo colocó su oreja en la puerta y le hizo una señal a su amiga que de ahí venían las voces. Malorie lo imitó y ahora ambos oían atentamente lo que sucedía dentro de la habitación.
—Yo tengo el récord mundial de mascar chicles, no le temo a nada. —se escuchó la voz chillona de una niña.
De inmediato se alejaron de ahí temiendo que alguien se diera cuenta que estaban ahí; además, ese comentario, aunque haya sido interesante para seguir escuchando, confiaba Malorie que Charlie después le contaría cada detalle. Así que, lo importante era continuar colocando las cámaras, ya que la fábrica era tan enorme que parecía que era infinita.
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ʟᴀ ʀᴇᴘᴏʀᴛᴇʀᴀ ʏ ᴇʟ ᴄʜᴏᴄᴏʟᴀᴛᴇʀᴏ 🍫ᴡɪʟʟʏ ᴡᴏɴᴋᴀ.
FanfictionCuando Leonardo y Malorie se introducen a la gran fábrica de chocolates de Willy Wonka esperaban fama, reconocimiento y aprecio del chocolatero, todo eso lo obtuvieron, aunque de una forma que no les agradaba mucho. Aún así, su vida cambio totalment...