CAP 5. Ya falta poco

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Joderrrr, he vuelto a suspender un examen de mates, aunque, bueno los populares suspendían, pero claro eso a mi madre le daba igual.

A mí me daba igual suspender pero lo malo es que mi madre no me dejaría ir al botellón del viernes (osea, de mañana) y entonces a Jacob y a mí se nos jodería el plan. Ese botellón era muy importante para nuestra vida social y no podía dejarlo pasar por nada del mundo (aunque al viernes siguiente habría otro) así que no le diría la nota a mi madre hasta el lunes;)

Ya teníamos Instagram, que por cierto, Jacob ya tenía 5 seguidores y yo 11 así que genial, lo malo era que solo dos o tres de ellos eran del instituto. También íbamos a ir al botellón así que ya sólo nos faltaban dos cosas para que el plan funcionase, y eran: perder la virginidad y ser un poco más atractivos.
La verdad no sé que iba a ser más difícil porque para que Jacob pierda unos kilitos hay que rezar mucho.

Cuando estábamos en el recreo Tom Williams (un chico de nuestro curso) se acercó a nosotros.

- Tom: "Hola he visto vuestras cuentas de Instagram y ya os sigo, pedazo de fiesta"

- Jacob: "¿Qué fiesta?..."

- Yo: " Si,si Jacob, la fiesta..."

- Jacob: "Claroo..."

- Yo: "Nosotros creo que ya te seguimos".

- Tom: "Si, guay, adiós".

- Eli: "Oye, ¿A mí porque no me invitasteis a la fiesta?".

Me lleve las manos a la cabeza, casi descubre que la foto era falsa. Jacob es idiota.
Y justo en ese momento se me ocurre la maravillosa idea que nos salvará de la pringadez (creo que esa palabra no existe) y la  soledad.

Unos tontos muy tontosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora