SÍ, QUIERO [KAKAIRU]

10

—Menos mal que has venido —dijo Kakashi nada más abrir la puerta. Cogió a su visitante de la manga y lo metió a la casa.

—¿Qué te pasa? Se te ve... desesperado —Yamato se soltó del agarre de su amigo y dio un par de pasos al interior de la casa mirándola con curiosidad— Cuando me has dado esta dirección me ha extrañado mucho. No me digas que ahora vives aquí.

—Sí y no. Siéntate y te lo explico todo.

—¿No me ofreces nada para tomar?

Kakashi arqueó una ceja pero en el fondo su amigo tenía razón, debía calmarse un poco antes de empezar. Sirvió un té preparado con prisa y sin perder un minuto más le explicó todo lo ocurrido las últimas y más caóticas semanas de su vida.

Kakashi terminó de contar aun antes de que Yamato vaciase su vaso.

—Vaya... ¿Y por qué no me llamaste a mí para ser tu padrino?

—¡Eso no es lo importante!

—Pues dime lo que es.

—Verás pues que desde que estoy viviendo aquí con este chico he empezado a pensar que... —Kakashi suspiró iba a hablar de un tema que siempre quiso esquivar— Mejor empiezo por otra parte. Cuando estaba en ANBU todos rumoreaban que tú te lo montabas con chicos; chicos hombres quiero decir.

—Sí, los chicos suelen ser hombres Kakashi... Por regla general.

—No te rías de mí, mi pregunta es: ¿esos rumores eran ciertos?

—¿A dónde quieres llegar senpai?

—¿¡Lo eran o no!?

—Sí, me gustan mujeres y hombres, ¿para esto me has llamado? —preguntó sabiendo que no, que había algo más tras la curiosidad de Kakashi.

—¿Y cómo supiste eso? ¿Cómo diste el paso de estar con chicas a...

—¿Te gusta ese tal Iruka? —le interrumpió. No hacía falta ser un genio para pensarlo, ni hacía falta el el brillo en su mirada cuando le había estado hablando de él, ni como no tenía una sola palabra mala para describirle. Nada de eso era necesario.

—¡No! No seas ridículo, claro que no. No soy... No... No lo sé, Tenzō.

El mencionado no pudo más que reír. Ver a su senpai, un hombre serio y reservado, en esa situación era, como poco, divertido para él.

—Entonces, —decía intentando parar de reírse— ¿Estoy aquí porque quieres algo así como un homo-consejo?

—No, un consejo, no: quiero una homo-guía completa. Anoche tuvimos un momento en el que creía que me iba a besar ¿sabes? Y no es la primera vez que me pasa... Y lo que me preocupa es que en el momento no me hubiera importado que lo hubiera hecho, no sé si me explico.

—Tienes que estar de broma —pero no era así, la lástima en los ojos de su senpai le recordó que él no hacía esas bromas por lo que aquello era cien por cien cierto— A ver, Kakashi, eso no te lo puedo decir yo...

—Que sí, que sí... Mira yo no soy estúpido. No te he llamado para que me des una charla sobre que uno no se vuelve homosexual de un día para otro o solo por una única persona. Y tampoco me interesa saber que eso lo descubriré solo yo en mi interior y bla, bla bla... Quiero sinceridad, ¿cómo sé si esto que siento puede ser... —se calló— Sé que me gusta pero ¡es que es un chico! Yo no tengo nada en contra de que sea un chico pero... A ver cómo te digo lo que me preocupa sin sonar mal... —Suspiró— Tiene pene.

Sentenció como si hubiera dado un dato desconocido y fundamental. Cruzó los brazos y se inclinó hacia atrás esperando que su amigo le ilustrara.

Yamato se quedó callado unos segundos, ordenando toda la repentina información.